بيع الأصول والثمار
De Zayd Ibn Zabit, que Al-lah esté complacido con él, que: “El Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, le autorizó al propietario de la cosecha anual de la palmera datilera venderla por su estimación equivalente”. Según Muslim: “por su estimación en dátiles secos, que se coman frescos”.  
عن زيد بن ثابت -رضي الله عنه-: «أن رسول الله -صلى الله عليه وسلم- رخص لصاحب العَرِيَّةِ: أن يبيعها بِخَرْصِهَا». ولمسلم: «بخرصها تمرا، يأكلونها رُطَبَاً».

شرح الحديث :


Ya hemos visto anteriormente que la venta de los dátiles que están aún en la palmera por otros dátiles similares se considera ilícita, porque se trataría de un tipo de compraventa prohibido llamado “muzabana” (vender los dátiles aún sin cosechar por otros ya cosechados), ya que implica ignorancia y usura por las dos partes. La peor forma de este tipo de compraventa es cuando se venden los dátiles frescos que aún están en la palmera sin cosechar por otros dátiles ya secos, ya que supone una desigualdad por ambas partes: 1. Por ser una venta estimada a ojo; 2. Porque unos dátiles están frescos y otros están secos. Este tipo de compraventa se considera un tipo de usura por el incremento injustificado en el intercambio del mismo artículo (ribaa al-fadl). Los precios eran muy bajos en los primeros tiempos del Islam. Los dátiles se traían frescos a la Medina para que fueran tomados como fruta, y la gente los necesitaba, pero no tenían dinero para comprarlo, así que el Mensajero de Al-lah les autorizó la compra de dátiles frescos para que los tomen como fruto a cambio de dátiles secos, velando siempre por la equidad entre las dos cantidades contabilizándolas como dátiles ya secos.  

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