Los espectadores no musulmanes tienen diferentes percepciones de las sociedades que practican el ayuno. En muchos países del Golfo la sociedad cambia repentinamente por todo un mes: las horas de trabajo se reducen –en algunos casos drásticamente–, las tiendas cierran durante el día y sólo abren tarde en la noche, la gente descansa durante el día y luego consume alimentos hasta entrada la noche. Las calles se encuentran vacías y silenciosas durante el día sólo para despertar vibrantes cerca del ocaso, la gente agitada tratando de hacer sus compras hasta el último minuto de cada día y, finalmente, las oraciones nocturnas, las cuales pareciera que duran horas.