La bendición del Islam está entre los más grandes favores con los que Allah nos bendijo. Es la religión de la naturaleza humana y la moderación, una fe comprensiva y completa que defiende el conocimiento y la buena moral, adecuada para todos los lugares y todos los tiempos. Es una religión de tranquilidad y misericordia, que tiene soluciones para todo problema. Necesitamos con suma seriedad, en el tiempo presente en particular, clarificar las características y los méritos de esta religión al mundo entero para demostrar la verdadera y radiante realidad del Islam. Las Enseñanzas de Muhámmad son la aplicación práctica de esta fe. Ellas consolidan todas las características que hacen que el Islam sea fácil de acoger y de practicar, pues incluye todos los aspectos de la vida, ya sean religiosos, prácticos, éticos, materiales o espirituales. Este libro contiene selecciones del trabajo académico del Imám Ibn al-Qaiim, llamado “Zadul-Ma`ad”, el cual es considerado uno de los mejores libros que describen las enseñanzas del Profeta Muhammad. El propósito es enfocarse en todos los aspectos de su vida como un ejemplo a ser seguido.
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Introducción Las Enseñanzas de Muhámmad ﷺ 1. Las Enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la higiene y la ablución[1] Sus enseñanzas sobre ir al baño Sus enseñanzas sobre la ablución menor (Wudhu') [5] Sus enseñanzas sobre pasar la mano húmeda sobre el calzado[9] Sus enseñanzas sobre el Tayammum[10] 2. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el llamado a la oración[13] 3. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración[16] Sus enseñanzas al empezar la oración y la recitación Sus enseñanzas sobre cómo hacer la oración[24] Sus enseñanzas sobre acciones durante la oración[39] Sus enseñanzas sobre la recitación de súplicas luego de la oración[40] Sus enseñanzas sobre las oraciones voluntarias[44] 4. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración del viernes [49] 5. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre las dos oraciones del ‘Eid[50] 6. Las Enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración del Eclipse[52] 7. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración para pedir lluvias[53] 8. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración en momentos de Temor[59] 9. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre los fallecidos[60] Sus enseñanzas sobre la oración fúnebre[62] Sus enseñanzas sobre los entierros[67] Sus enseñanzas con relación a las tumbas y las condolencias[69] 10. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el Zakat y las caridades[71] Sus enseñanzas sobre el Zakat[72] Sus enseñanzas sobre el Zakat al-Fitr[74] Sus enseñanzas sobre la caridad voluntaria[77] 11. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el ayuno[78] Sus enseñanzas sobre el ayuno de Ramadán: Sus enseñanzas sobre lo que está permitido y lo que está prohibido al ayunante Sus enseñanzas sobre el ayuno voluntario: Sus enseñanzas sobre el retiro espiritual (I`tikáf)[89] 12. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el Hayy y la ‘Umrah Sus enseñanzas sobre la ‘Umrah[90] Sus enseñanzas sobre el Hayy[95] 13. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre los sacrificios de la Peregrinación, el ‘Eid y la `Aqiqah[117] Sus enseñanzas acerca del Hadi[118] Sus enseñanzas sobre el sacrificio del Eid[120] Sus enseñanzas para la `Aqiqah[123] 14. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre las súplicas durante el mes de Dhul-Hiyyah[126] 15. Las enseñanzas del Profeta al comprar y vender 16. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el matrimonio[129] 17. Las enseñanzas del Profeta ﷺ al comer y beber[139] Sus enseñanzas sobre comer Sus enseñanzas sobre beber[148] 18. Las enseñanzas del Profeta ﷺ en la Da`wah[154] Sus enseñanzas sobre seguridad, reconciliación y trato con los emisarios[156] Sus enseñanzas sobre la Da`wah a los gobernantes y enviarles emisarios y cartas[162] Sus enseñanzas sobre el trato con los hipócritas[163] 19. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre las súplicas[164] Sus enseñanzas sobre glorificar a Allah durante el día y la noche Sus enseñanzas sobre glorificar a Allah cuando entra o sale del hogar[173] Sus enseñanzas sobre mencionar a Allah al ingresar o salir de la mezquita[178] Sus enseñanzas al ver la luna creciente[181] Sus enseñanzas al estornudar y al bostezar[183] Sus enseñanzas sobre la súplica al ver una persona afligida[190] Sus enseñanzas al oír el sonido de un burro o un gallo[192] Sus enseñanzas sobre la ira[194] 20. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre recitar el Corán[195] 21. Las enseñanzas del Profeta ﷺ durante el sermón[203] 22. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre dormir, despertar y los sueños[208] 23. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre arreglarse, la apariencia y la vestimenta[216] 24. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre saludar y pedir permiso[220] 25. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre hablar, mantener silencio y la lógica[224] 26. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre caminar y sentarse[230] 27. Las enseñanzas del Profeta ﷺ ante los tiempos buenos y malos 28. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la angustia, la ansiedad, la depresión y la pena[234] 29. Las enseñanzas del Profeta ﷺ en relación a los viajes[242] 30. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la medicina, los tratamientos y la visita a los enfermos[251] Sus enseñanzas sobre el uso de medicinas naturales[254] Sus enseñanzas sobre el tratamiento con la recitación (Ruqiah) [277] Glosario Las Enseñanzas de Muhammad ﷺConcerniente a la devoción, relaciones y modalesTreinta ejemplos de la vida del Profeta ﷺ Todas las alabanzas son para Allah, y que las bendiciones y la paz sean con Su Mensajero, Muhámmad, y con todos los profetas previos.El Programa Global para dar a Conocer al Profeta de la Misericordia se complace en presentar este nuevo lanzamiento bajo la serie del programa titulada “Misericordia para los Mundos”, una serie que asume la tarea de ilustrar algo de lo que el Profeta Muhámmad ﷺ le dejó a la humanidad en bendiciones, misericordia y enseñanzas, para el bienestar en la vida presente y futura. El propósito de este programa internacional es presentar efectivamente al Profeta de la Misericordia ﷺ al mundo entero y dar a conocer la verdad acerca del mensaje de este noble profeta, a quien Allah envió como una misericordia para el mundo, al igual que Abraham, Moisés, Jesús y todos los profetas precedentes. Otro propósito es proveer a los medios internacionales con material científico y objetivo en varios idiomas, tratando con el tema del carácter y la misión del Profeta Muhámmad, y tratar de confrontar las campañas de tergiversación, prejuicio y ridículo dirigidas a todos los profetas en general y al Profeta Muhámmad ﷺ en particular. El programa busca implementar estos objetivos a través de varias actividades culturales e informativas, entre las cuales están las siguientes: s Producir programas de medios informativos tales como episodios de TV, documentales y cortometrajes en varios idiomas.s Diseñar y activar un sitio web en Árabe, Inglés, Francés y Español.s Ofrecer conferencias y simposios, enviando y recibiendo delegaciones. s Organizar concursos que sirvan a los propósitos del programa.s Escribir y publicar libros, documentos de investigación y boletines en distintos idiomas y a través de publicaciones como:v La serie titulada “Misericordia para los Mundos,” que se dirige a la gente de todo el mundo y da a conocer al Profeta Muhámmad ﷺ.v “Puntos de iluminación”, que es un boletín que provee información breve acerca del Profeta Muhámmad ﷺ y su mensaje.El programa se comunica con todos y hace un llamado al diálogo entre culturas basado en el respeto mutuo. El programa también invita a compartir sugerencias y opiniones a través de las direcciones de correo que encontrará en esta publicación.Que Allah conceda Sus bendiciones a este esfuerzo y nos muestre el camino a la satisfacción y el bienestar.Que las bendiciones y la paz de Allah sean con el Profeta Muhámmad, los Profetas que lo precedieron, y sus compañeros y seguidores. IntroducciónAlabado sea Allah, y que las bendiciones y la paz sean con el Mensajero de Allah, su familia y sus compañeros.Querido Lector,La bendición del Islam está entre los más grandes favores con los que Allah nos bendijo. Es la religión de la naturaleza humana y la moderación, una fe comprensiva y completa que defiende el conocimiento y la buena moral, adecuada para todos los lugares y todos los tiempos. Es una religión de tranquilidad y misericordia, que tiene soluciones para todo problema. Necesitamos con suma seriedad, en el tiempo presente en particular, clarificar las características y los méritos de esta religión al mundo entero para demostrar la verdadera y radiante realidad del Islam.Las Enseñanzas de Muhámmad ﷺ son la aplicación práctica de esta fe. Ellas consolidan todas las características que hacen que el Islam sea fácil de acoger y de practicar, pues incluye todos los aspectos de la vida, ya sean religiosos, prácticos, éticos, materiales o espirituales.Este libro contiene selecciones del trabajo académico del Imám Ibn al-Qaiim, llamado “Zadul-Ma`ad”, el cual es considerado uno de los mejores libros que describen las enseñanzas del Profeta ﷺ. El propósito es enfocarse en todos los aspectos de su vida como un ejemplo a ser seguido. Que Allah nos conceda aceptación y bendiga este esfuerzo. Las Enseñanzas de Muhámmad ﷺ(la paz y las bendiciones de Allah sean con él) 1. Las Enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la higiene y la ablución[1] Sus enseñanzas sobre ir al baño Cuando entraba al baño decía: “Oh Allah, busco refugio en ti del mal y de los malvados”.[2] Y al salir decía: “Pido Tu perdón”.[3] Usualmente orinaba en cuclillas. A veces se higienizaba con agua, algunas veces con piedras[4] y algunas veces usaba ambos. Usaba su mano izquierda para higienizarse las partes pudendas. Luego de higienizarse con agua, frotaba sus manos contra el suelo. Cuando viajaba, se alejaba para realizar sus necesidades con el fin de ocultarse de sus compañeros de viaje. A veces se escondía detrás de arbustos y otras detrás de palmas. Seleccionaba las partes suaves del suelo para orinar. No se levantaba sus prendas hasta cuando estuviera abajo cerca al suelo. No hablaba ni respondía a los saludos mientras estuviera realizando sus necesidades fisiológicas. Sus enseñanzas sobre la ablución menor (Wudhu') [5] Usualmente hacía la ablución para cada oración, aunque en ocasiones podía hacer muchas oraciones con una sola ablución. Para la ablución, usaba una medida[6] de agua o dos tercios de ella o a veces levemente más. Usaba el agua de la ablución con mucho cuidado y advertía a sus seguidores de no derrochar agua. Solía lavarse sus extremidades a veces una vez, a veces dos o tres veces, pero nunca más de tres veces. Solía lavarse su boca y nariz con una mano de agua y a veces dos o tres, y se lavaba su boca y nariz juntas. Usaba su mano derecha para tomar el agua y su mano izquierda para expulsarla. Nunca hizo ablución sin lavarse la boca y la nariz. Solía enjugar toda su cabeza, moviendo con frecuencia sus manos para atrás y adelante. Cuando frotaba su frente, incluía su turbante. Frotaba las partes internas y externas de sus orejas junto con su cabeza. Lavaba sus pies cuando no estaba vistiendo botas o medias. Su ablución era en secuencia e ininterrumpida. Empezaba su ablución diciendo “Bismillah” y la concluía diciendo: “Atestiguo que no hay divinidad sino Allah, solo, sin socio, y atestiguo que Muhámmad es Su servidor y mensajero. Oh Allah, hazme de aquellos que continuamente se arrepienten y de aquellos que continuamente se purifican”.[7] También decía: “Oh Allah, Tú eres merecedor de toda glorificación y alabanza. Atestiguo que no hay dios sino Tu. Busco Tu perdón y me arrepiento ante Ti”. Ni él ni sus compañeros decían al comenzar: “Tengo la intención de remover la impureza para hacer la oración.”[8] Nunca se lavó arriba de los codos y los tobillos. No era su costumbre secarse luego de la ablución. Algunas veces frotaba el agua dentro de su barba, pero no siempre. Con frecuencia se lavaba entre los dedos de los pies, pero no siempre. No esperaba que alguien le derramara agua mientras hacía la ablución; usualmente él mismo se la derramaba, pero algunas veces otro le ayudaría. Sus enseñanzas sobre pasar la mano húmeda sobre el calzado[9] Narraciones auténticas señalan que el Profeta ﷺ pasaba la mano húmeda sobre el calzado de cuero al realizar la ablución, ya sea que estuviera residente o viajando. Él especificó un límite de un día y una noche para los residentes, y tres días y tres noches para los viajeros. Solía pasar la mano húmeda sobre la parte superior de los zapatos o medias. (También pasaba la mano húmeda sobre el turbante solo o junto con su frente.) Él actuaba de acuerdo con la condición de sus pies: si estaba usando zapatos o medias pasaba la mano húmeda sobre ellos, y si sus pies estaban descalzos los lavaba. Sus enseñanzas sobre el Tayammum[10] Hacía el tayammum en el tipo de terreno en el cual él estaba orando, ya fuera polvo, tierra o arena, y decía: “Donde quiera que alguien de mi Ummah esté cuando se deba hacer la oración, él tiene su mezquita y su fuente de purificación”.[11] No llevaba arena con él en los viajes largos ni le ordenó a sus compañeros que lo hicieran. Ninguna narración auténtica muestra que él hiciera un tayammum para cada oración ni ordenaba que ello fuera hecho. Él simplemente consideraba el tayammum como un sustituto para la ablución. Solía hacer el tayammum golpeando el suelo con las manos una vez para luego pasarlas tanto por la cara como las manos.[12] 2. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el llamado a la oración[13] El Profeta ﷺ hizo el adhán[14] con y sin repetición de las frases. También pronunciaba el iqámah[15] repitiendo una o dos veces las frases, a excepción de la frase “Qad qamat is-saláh” (la oración se ha establecido) que siempre la decía dos veces. Enseñó que aquel que oye el adhán debe repetir las frases que escucha excepto por la frase “Haiia `alas-saláh" y "Hayya `alal-faláh”, donde debe decir: “La hawla wa la quwwata illa billaah" (no hay poder ni fuerza salvo en Allah).” También dijo: “Quien oye el adhán y dice: 'Ash-hadu anla ilaaha ill-Allah wa anna Muhammadan rasulullah. Raditu billaahi rabban, wa bil- Islami dinan wa bi Muhammadin rasulan' (atestiguo que no hay dios salvo Allah, único, sin asociados con él, y que Muhámmad es su siervo y su mensajero, me complazco de Allah como Señor, y Muhámmad como mensajero) – sus pecados seraán perdonados”. Enseñó que después de repetir las frases del adhán, se debe invocar bendiciones sobre el Profeta ﷺ diciendo: “Allaahumma rabba hadhihid-da`watit-taamma was-salaatil-qaa'imati, aati Muhammadan al-wasilata wal-fadhilata, wab`ath-hu maqaaman mahmudan alladhi wa`adtah’ (“¡Oh Señor! Señor de este llamado perfecto, y de esta oración establecida, concede a Muhámmad, al-Wasila (una estación del Paraíso) wal-Fadila (rango por encima del resto de la Creación), y concédenos su intercesión que le has prometido) Enseñó que las súplicas realizadas entre el adhán y el iqámah nunca son rechazadas por Allah. 3. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración[16] Sus enseñanzas al empezar la oración y la recitación Cuando empezaba la oración decía: “Aláhu akbar” (Allah es Grandioso). No diría nada antes y jamás pronunciaba la intención (niiah). Levantaba las manos a la altura de los lóbulos de las orejas y hombros, orientado a la Qiblah,[17] y luego ponía su mano derecha sobre su izquierda. A veces decía: “Oh Allah, apártame de mis pecados como has distanciado el oriente del occidente. Oh Allah, purifícame de mis pecados como una prenda blanca es lavada de la tierra. Oh Allah, lava mis pecados con agua, hielo y granizo”.[18] A veces decía: “He tornado mi rostro a Quien creó los cielos y la tierra, me he inclinado hacia la verdad, en sumisión, y no soy de aquellos que asocian [a otros con Allah]. De hecho mi oración, mi sacrificio, mi vida y mi muerte son para Allah, Señor de los mundos, no tiene asociados; esto se me ha ordenado y yo soy el primero de los musulmanes.” Luego de las palabras de apertura, decía: “A`udhu billahi minash-shaitanir-rayim” (busco refugio en Allah de Satán, el rechazado). Luego recitaba Surah al-Fatihah.[19] Hacía una leve pausa entre “Aláhu akbar” y la recitación de al-Fatihah y está reportado que también hacía esto luego de la recitación o antes de inclinarse. Luego de completar al-Fatihah, empezaba otra surah[20], prolongándola o acortándola de acuerdo a las circunstancias tales como un viaje, pero usualmente recitaba pasajes de longitud media. En la oración del fayr (amanecer), solía recitar alrededor de 60 a 100 versículos. Algunas veces recitaba la Surah “Qaf” o la Surah “Ar-Rum” o recitaba “At-Takwir”, “Ar-Rum” o “Al-Zalzalah” en ambos rak`at[21]. Recitaba las Surahs “Al-Falaq” y “An-Nas” durante un viaje. Una vez empezó a recitar la Surah “Al-Mu'minun” en el primer rak`ah hasta que alcanzó la mención del Moisés y Aarón u, pero empezó a toser, entonces terminó la recitación y se inclinó. Los viernes, solía recitar en las oraciones del fayr “As-Saydah” y “Al-Insán”. Con frecuencia prolongaba la recitación en la oración del Duhr (mediodía). Cuando era larga la reducía a la mitad de esa longitud en la oración del `asr (oración de la tarde), pero cuando era más corta, entonces de acuerdo con ello. Mientras hacía la oración del maghrib (ocaso), se le oía recitar “At-Tur”, y alguna vez “Al-Mursalaat”. En lo relacionado con la oración del `ishaa' (noche), se le oía recitar la Surah “At-Tin”, y limitaba a su compañero, Mu`adh y, a la Surah “Ash-Shams”, “Al-A`la”, “Al-Lail” y Surahs similares y desaprobaba recitar “Al-Baqarah” en ella. Sus enseñanzas incluían recitar la surah entera. Algunas veces él la dividiría entre dos rak`at. Él ﷺ podría recitar los versículos iniciales de una surah, pero no ha sido reportado que él recitara solo el final o la parte media de una surah. Sin embargo, solía recitar dos surahs en una rak`ah durante las oraciones voluntarias, pero rara vez recitaba la misma surah en ambas rak`ahs. Él no especificaba una cierta surah para ninguna oración particular excepto para las oraciones del viernes y las dos oraciones ‘Eid. Pronunciaba la súplica del qunut[22] en la oración del fayr luego del ruku`[23] por un mes y luego lo descontinuaba. Esto se debía a una situación particular, entonces cuando ello pasaba su qunut finalizaba. De sus enseñanzas estaba suplicar con el qunut durante calamidades, pero sin confinarlo a la oración del fayr. Sus enseñanzas sobre cómo hacer la oración[24] El Profeta ﷺ solía hacer la primera rak`ah más larga que la segunda en cada oración. Al completar la recitación del Corán hacía una pausa lo suficientemente larga para retomar el aliento, luego levantaba sus manos, diciendo “Aláhu akbar” y se inclinaba con el ruku` mientras ponía las manos en sus rodillas. Ponía sus manos en sus rodillas como si se las estuviera agarrando. Distanciando sus brazos del cuerpo, luego enderezaba su espalda hasta quedar horizontal, manteniendo su cabeza nivelada con su espalda, sin levantarla ni bajarla. Allí solía repetir: “Subhana rabbi al-Adim” (Glorificado sea mi Señor el Grandioso)[25] o decir: “Subhaanak Allaahumma rabana wa bihamdik. Allaahumm-aghfir li.” (Glorificado y alabado seas, Oh Allah nuestro Señor. Oh Señor, perdóname.)[26] También solía decir: “Subbuhun Quddusun Rabbul-Mala'ikati war-ruh.” (El más glorioso y el más puro es el Señor de los ángeles y el espíritu.) [27] Su ruku` usual era lo suficientemente largo para repetir “Subhana rabbi al-Adim” diez veces y su prosternación (suyud) tenía la misma duración. Algunas veces hacía el ruku` y el suyud de igual duración al tiempo que estaba de pie en la recitación, pero hacía eso predominantemente mientras estaba solo durante la oración de la noche. Su enseñanza era hacer las posiciones de su oración balanceadas en duración. Luego levantaba su cabeza, diciendo: “Sami` Aláhu liman hamidah” (Allah oye a quien lo alaba)[28]. Levantaba sus manos y enderezaba su espalda. Hacía lo mismo cuando levantaba su cabeza desde la prosternación, y decía: “La Oración es inaceptable cuando un hombre no endereza su espalda en el ruku` y el suyud.”[29] Cuando estaba de pie, solía decir: “Rabbana wa lakal-hamd” (Nuestro Señor, para Ti es toda alabanza.) Se levantaba del ruku` y recitaba: “Rabbana wa lakal-hamd mil'as-samawaati wa mil'al-ardhi wa mil'a ma bainahuma wa mil'a ma shi'ta min shai'in baad. Ahl uz-zanaa’i wal-maydi, ahaqqu ma qal al-`abdu, wa kulluna laka `abd. La mani`a lima `ataita wa la mu`tia lima mana`ta, wa la ianfa`u dhal-yaddi minkal-yadd.” (Nuestro Señor, para Ti es toda alabanza tanto como para llenar los cielos, la tierra, lo que está entre ellos y lo que sea que Tú deseas, más allá de eso. Tú eres merecedor de toda alabanza y de la glorificación más digna de ser dicha por un servidor, y todos nosotros somos Tus servidores. Oh Allah, no hay quien impida lo que Tú concedes y no hay quien conceda lo que Tú impides, y ninguna influencia sirve ante Ti”. [30] Luego decía: “Aláhu akbar” y se postraba sin levantar sus manos. Luego ponía sus rodillas primero seguidas de sus manos, luego su frente y su nariz. Se prosternaba sobre su frente y nariz sin incluir el turbante. Con frecuencia se prosternaba en el suelo, incluso si había agua o barro, o sobre una estera de hoja de palma o una piel de animal curtida. Cuando se prosternaba ponía firmemente su frente y su nariz en el suelo, distanciando sus brazos de su cuerpo tan ampliamente que la blancura de sus axilas podía ser vista. Solía poner sus manos a la altura de sus hombros y sus orejas, y sostener su cuerpo en prosternación con las puntas de los dedos de sus pies apuntando hacia la Qiblah. Sus manos estaban estiradas hacia ella con sus dedos juntos. En esta posición, él decía: “Subhaanak Allaahumma rabana wa bihamdik. Allaahumm-aghfir li.” (Glorificado seas Oh nuestro Señor, y tuya es la alabanza. Oh Allah, perdóname.)[31] También repetía: “Subbuhun Quddusun Rabbul-malaa'ikati war-ruh.”[32] Luego levantaba su cabeza diciendo: “Aláhu akbar” sin levantar sus manos. Luego se sentaba, extendiendo su pie izquierdo bajo él y enderezando su pie derecho, poniendo sus manos en sus muslos con sus codos descansando en sus muslos y la punta de sus dedos en sus rodillas. Solía hacer un círculo con su pulgar y su dedo medio, levantando su dedo índice y moviéndolo mientras decía: “Aláhumm-aghfir li warhamni wayburni wahdini warzuqni.” (Oh Allah, perdóname, ten misericordia de mi, corrige mis faltas, guíame y concédeme sustento.)[33] Era su práctica permanecer sentado tanto como durante su prosternación. Luego se ponía de pie con su peso sobre sus pies y las manos en sus muslos. Entonces comenzaba a recitar el Corán sin hacer pausas como cuando empezaba la oración. La segunda rak`ah la hacía como la primera pero sin el inicial “Aláhu akbar”, la pausa ni la súplica de apertura. Hacía la primer rak`ah más larga que la segunda. Cuando se sentaba para el tashahhud[34] ponía su mano izquierda sobre su muslo izquierdo y su mano derecha sobre su muslo derecho y apuntaba con su dedo índice. No lo pondría vertical u horizontal, sino que lo movía mientras estaba ligeramente curvado. Hacía un círculo con el pulgar y el dedo medio, levantando su dedo índice mientras lo observaba. En esta posición sentada siempre recitaba el tashahhud, enseñando a sus compañeros a decir: “Attahiatu lilalahi was-salawaatu wat-taiibaat. Assalaamu ‘alaika aiuhan-nabiu wa rahmatulalahi wa baraakatuh. Assalamu ‘alaina wa ‘ala ‘ibadillaahis- saalihin. Ash-hadu an la illaaha ill-Allaahu wash-hadu anna Muhámmadan `abduhu wa rasuluh.” (Las reverencias, las oraciones y las buenas obras son para Allah. La Paz sea contigo Oh Profeta, y la misericordia de Allah y Sus bendiciones. La Paz sea con nosotros y con los rectos servidores de Allah. Atestiguo que no hay dios sino Allah y que Muhámmad ﷺ es Su servidor y mensajero)[35] Él lo haría muy breve, como si estuviera orando sobre piedras calientes. Luego, decía: “Aláhu akbar”, y se levantaba con el peso sobre sus pies y las manos sobre sus muslos, luego levantaba sus manos y se ponía de pie derecho. Recitaba sólo al-Fatihah en las dos últimas rak`at. Durante el tashahhud final, se sentaba en el suelo con su pie saliendo por el lado.[36] El pie izquierdo estaría entre su muslo y pierna mientras el pie derecho estaba erecto o extendido hacia la derecha. Él ponía su mano derecha sobre su muslo derecho, cerrando tres dedos y levantando el dedo índice. Solía decir la siguiente súplica al final de la oración: “Allaahumma inni a`udhu bika min `adhaabil-qabri wa a`udhu bika min fitnatil-masihid-dayyaali wa a`udhu bika min fitnatil-mahia wal-mamaat. Allaahumma inni a`udhu bika minal-ma'zami wal-maghram”. (Oh Allah, busco refugio en Ti del tormento de la tumba. Busco refugio en Ti de la sedición del falso mesías, y busco refugio en Ti de las pruebas de la vida y la muerte. Oh Allah, busco refugio en Ti del pecado y las deudas.)[37] Finalmente, tornaba su cabeza hacia el lado derecho, diciendo: “Assalaamu `alaikum wa rahmatullaah” (Que la paz y la misericordia de Allah sean contigo) y luego hacia el lado izquierdo, repitiéndolo. Él le ordenada al orante que orara detrás de una sutrah,[38] aunque fuera un palo o una flecha. Él solía poner una lanza cuando viajaba u oraba fuera de la mezquita. También solía montar su camello como una sutrah mientras oraba. También tomaba una silla de montar y oraría hacia su parte posterior. Cuando oraba hacia una pared, dejaba espacio suficiente como para permitir que una cabra pasara. Sus enseñanzas sobre acciones durante la oración[39] No era su práctica mirar alrededor durante la oración. No cerraba sus ojos mientras estaba orando. Solía inclinar su cabeza durante la oración. Algunas veces empezaba la oración con la intención de hacerla extensa, pero al oír el llanto de un niño, la acortaba para evitar preocupaciones a la madre. En ocasiones hacía la oración obligatoria llevando a su nieta Umamah en sus hombros. Cuando estaba de pie la alzaba y durante ruku` y suyud la bajaba. Cuando estaba orando, su nieto, al-Hasan o al-Hussein se subían en su espalda. Él prolongaba la prosternación para prevenir que se cayeran. Cuando estaba orando y su esposa Aisha llegaba, él se adelantaba para abrir la puerta para ella y retornaba a su lugar. Él respondía a un saludo durante la oración con una señal de la mano. Solía suspirar, llorar o aclarar su garganta cuando era necesario. Solía orar descalzo a veces o con sus zapatos puestos, y ordenaba orar con los zapatos puestos para diferenciarse de la gente del libro. A veces solía orar en una prenda, pero con más frecuencia en dos prendas. Sus enseñanzas sobre la recitación de súplicas luego de la oración[40] Al terminar la oración le pedía a Allah perdón tres veces y luego decía: “Allaahumma antas-salaamu wa minkas-salaamu, tabaarakta ia dhal-yalaali wal- ikraam”. (Oh Allah, Tú eres paz y de Ti proviene la paz. Bendito eres Tú, Oh Dueño de la Majestad y el Honor”.[41] Luego permanecía orientado hacia la Qiblah sólo el tiempo suficiente para completar esta súplica. Inmediatamente se volvía para mirar hacia los orantes, ya fuera para la izquierda o para la derecha. Luego de concluir la oración del fayr, se quedaba en su lugar de oración hasta que el sol salía. También solía decir luego de cada oración obligatoria: “La ilaaha ill-Allaahu wahdahu la sharika lahu, lahu-mulku wa lahul-hamdu wa huwa `ala kulli shai'in qadir. Allaahumma la maani`a lima a`taita, wa la mu`tia lima mana`ta, wa la ianfa`u dhal-yaddi minkal-yadd”. (No hay dios sino Allah, solamente, sin ningún socio. De Él es la soberanía, para Él es toda alabanza y Él es poderoso sobre todas las cosas. Oh Allah, no hay quien impida lo que Tú concedes y no hay quien conceda lo que Tú impides, y no hay bondad que pueda beneficiar, porque tuya es la bondad)[42]. También decía: “La hawla wa la quwwata illa billaah. La ilaaha il-Allaahu, wa la na`budu illa iiaah. Lahun-ni`matu wa lahul-fadhlu wa lahuz-zanaa'ul-hasan. La ilaaha ill-Allaahu, mujlisina lahud-dina wa lau karihal-kaafirun”. (No hay fuerza ni poder excepto en Allah. No hay dios sino Allah y nosotros no adoramos sino a Él. Toda la bendición es Suya y todo el favor, y para Él es la mejor alabanza. No hay dios sino Allah. Le dedicamos nuestra religiosidad, incluso si a los no creyentes no les agrada.)[43] Él ﷺ urgía a sus seguidores a decir luego de la oración obligatoria: “Subhan Allah” (Glorificado sea Allah) treinta y tres veces, “Al-hamdulillah” (Alabado sea Allah) treinta y tres veces, “Aláhu akbar” (Allah es el grandioso), treinta y tres veces y completar cien diciendo: “La ilaha 'ill-Allaahu wahdahu la sharika lahu, lahul-mulku wa lahul-hamdu wa huwa `ala kulli shai'in qadir”. (No hay dios sino Allah, único, sin ningún socio. De Él es la soberanía y para Él es toda alabanza, y Él es poderoso sobre todas las cosas.) Sus enseñanzas sobre las oraciones voluntarias[44] Generalmente hacía las oraciones sunnah[45] y otras voluntarias en su hogar, particularmente la sunnah del maghrib. Regularmente hacía diez rak`at cuando no estaba viajando: dos antes del Duhr y dos luego, dos luego del maghrib y dos luego del `ishaa' en su casa, y dos antes de la oración del fayr. Se adhería más estrictamente a la sunnah del fayr que a cualquiera otra oración voluntaria hasta el punto de que nunca dejó de hacerla, ni la oración del witr[46], ya fuera que estuviera viajando o en su hogar. No está reportado que él hiciera ninguna oración voluntaria durante sus viajes excepto la sunnah de la oración del fayr y la oración del witr. Solía acostarse sobre su costado derecho luego de la sunnah antes de la oración del fayr. Algunas veces hacía cuatro rak`ahs antes de la oración del Duhr, y si no podía hacer las dos rak`at luego del Duhr las hacía luego del `asr. Usualmente hacía la oración de la noche de pie, aunque podía orar sentado, o recitar el Corán mientras estaba sentado hasta cuando estuviese a punto de terminar la recitación, entonces se levantaba y luego se inclinaba para el ruku`. En la noche, solía hacer ocho rak`at, de dos en dos, seguidos del witr de cinco rak`at consecutivos sentándose solo luego del quinto. O hacía un witr de nueve rak`at sentándose luego de ocho y luego levantándose para hacer el noveno, al final del cual se sentaba para el tashahhud y concluir la oración. Luego de eso ocasionalmente hacía otras dos rak`at. O hacía el witr de siete rak`at de la misma manera, seguido de dos rak`at sentado. Hacía la oración del witr en la parte temprana, medio o tardía de la noche. Dijo ﷺ: “Hagan del witr su última oración voluntaria de la noche.”[47] Hacía algunas veces dos rak`at sentado luego del witr y recitaba el Corán mientras estaba sentado pero para hacer el ruku` se levantaba. Si era vencido por el sueño o el dolor, hacía doce rak`at durante el día siguiente. Una vez hizo la oración de la noche recitando un solo versículo del Corán, el cual repitió hasta el amanecer. A veces recitaba el Corán en voz baja durante la oración de la noche y otras veces en voz alta. A veces se ponía de pie durante un largo tiempo en la oración y a veces lo disminuía. Recitaba en la oración del witr las surahs al-A`la, al-Kafirun y al-Ijlaas. Luego de concluir la oración, decía: “Subhan al-Malik il-Quddus” (Glorificado sea el Soberano Santísimo) tres veces.[48] 4. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración del viernes [49] De sus Enseñanzas era honrar el día viernes y la oración del viernes (al-Yumu`ah), designando para ello prácticas particulares tales como tomar un baño, vestir las mejores ropas, oír atentamente el sermón e invocar bendiciones para el Profeta ﷺ con frecuencia. Solía saludar a los orantes, ascender hasta el púlpito, mirar a los creyentes, saludarlos y luego sentarse. Luego Bilal y hacía el llamado a la oración (al-adhán), y luego el Profeta ﷺ empezaba inmediatamente su sermón sin ningún interludio. Mientras estaba pronunciando el sermón se recostaba en un arco o un bastón, pero eso era antes de adoptar el púlpito. Pronunciaba el sermón de pie, luego se sentaba brevemente tras lo cual se levantaba para un segundo sermón. Pedía a los orantes que se sentaran cerca a él y que oyeran atentamente. Decía que un hombre no debía ni siquiera decirle a otro que pusiera atención, ya que eso sería considerado una distracción tal que le anularía la recompensa de su oración al-Yumu`ah. Cuando disertaba sus ojos se enrojecían, su voz se volvía más fuerte y mostraba ira creciente como si estuviera exhortando a un ejército. Solía hacer corto su sermón y alargar la oración. En el sermón enseñaba a sus compañeros los fundamentos del Islam y las leyes. Mencionaba órdenes y prohibiciones cuando era necesario. Interrumpía su sermón por cualquier necesidad inesperada o para responder una pregunta, y luego retomaba su discurso. Podía también descender del púlpito para alguna necesidad y luego regresaba. Trataba asuntos de actualidad en su sermón y cuando notaba la pobreza entre la congregación, alentaba la caridad. Apuntaba con su dedo índice cuando mencionaba a Allah, y si había sequía, invocaría a Allah por lluvia. Luego de la oración del Yumu`ah, entraba a su casa y hacía su oración sunnah de dos rak`at. También le decía a aquellos que hacían la oración del Yumu`ah que oraran cuatro rak`at luego de ella. 5. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre las dos oraciones del ‘Eid[50] Solía rezar la oración Eid en la musalla fuera de la ciudad[51], vistiendo sus mejores ropas. En el ‘Eid al-Fitr, comía un número impar de dátiles antes de ir a la musalla. Pero para el ‘Eid al-Adha retrasaba comer hasta después de la oración, luego comía del animal que ofrecía en sacrificio. Retrasaba la oración del ‘Eid al-Fitr pero realizaba la oración del ‘Eid al-Adha temprano. Caminaba a la musalla llevando un bastón para que fuera clavado frente a él como sutrah en la oración. Cuando llegaba a la musalla hacía la oración del ‘Eid sin adhán ni iqaamah, tampoco decía: “As-salatu yaami`ah” (oración en congregación). Ni él ni sus compañeros hacían ninguna clase de oración antes o después de la oración del ‘Eid. Realizaba la oración antes del sermón. Hacía dos rak`at. La primera empezando con siete repeticiones sucesivas de “Aláhu akbar”, haciendo una breve pausa entre cada una. No se ha reportado que dijera nada entre ellas. Luego recitaba surat al-fatiha y versículos del Corán, luego decía “Aláhu akbar” y hacía el ruku`. En la segunda rak`ah repetía “Aláhu akbar” cinco veces antes de recitar el Corán. Una vez que había terminado la oración, daba el sermón a la gente sentada en filas. Les daba consejos, les ordenaba hacer buenas acciones y les prohibiría cometer pecados. En la oración del Eid algunas veces recitaba toda la Surah “Qaf” y “Al-Qamar”, o recitaba “Al-A`la” y “Al-Ghaashiah”. Daba el sermón sentado en el suelo dado que no había púlpito. Le permitía a quien no pudiera quedarse al sermón que se fuera, siendo suficiente con la oración. También ordenaba que aquellos que atendían a la oración del ‘Eid fueran excusados de la oración del viernes si ocurrían en el mismo día. Iba a la oración del ‘Eid por un camino y retornaba por uno diferente. 6. Las Enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración del Eclipse[52] Cuando había un eclipse el Profeta Muhámmad ﷺ corría ansiosamente a la mezquita y hacía dos rak`at. En la primera recitaba al-Fatihah en voz alta, seguido de una larga recitación del Corán. Luego hacía un largo ruku`. Luego se levantaba del ruku` diciendo: “Sami`a Aláhu liman hamidah. Rabbana wa lakal-hamd.” (Allah oye a aquel que lo alaba. Para Ti, nuestro Señor, pertenece toda alabanza), pero continuaba de pie y hacía otra larga recitación, aunque más corta que la primera. Luego hacía un segundo ruku` largo, pero más corto que el primero. Se levantaba de nuevo del ruku` y hacía un largo suyud. Hacía lo mismo en la segunda rak`ah. De esta forma, hacía dos rak`at inclinándose cuatro veces en ruku' y haciendo cuatro prosternaciones. Luego de la oración pronunciaba un elocuente sermón. Durante un eclipse urgió a recordar a Allah, hacer la oración, suplicar, buscar el perdón, dar caridad y liberar a los esclavos. 7. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración para pedir lluvias[53] El Profeta solía suplicar a Allah por lluvia en el púlpito mientras pronunciaba el sermón del viernes y también oraba por lluvia en otros días. Oraba por lluvia mientras estaba sentado en la mezquita, levantando las manos y suplicando a Allah, el Poderoso y Majestuoso. Sus súplicas por la lluvia incluían las siguientes: “Allaahumm-asqi `ibaadaka wa bahaa'imaka wanshur rahmataka wahi baladakal-maiit”. (Oh Allah, provee agua para Tus servidores y tus animales, disemina Tu misericordia y reaviva tu tierra sin vida.)[54] “Allaahumma-sqina ghaizan mughizan, mari'an, mari`an, naafi`an ghaira dhaarrin, `aayilan, ghaira aayilan”. (Oh Allah, bendícenos con la lluvia que revive, es satisfactoria, fructífera, beneficiosa y no dañina, inmediata y no tardía.)[55] Cuando veía nubes y viento, la ansiedad se mostraba en su rostro y se paseaba de un lado para otro. Cuando finalmente llovía se lo veía aliviado. Al ver la lluvia solía decir: “Allaahumma saiiban nafi'an.” (Oh Allah, que sea una lluvia beneficiosa.)[56] Él se quitaba parte de su camisa para exponer su cuerpo a la lluvia. Cuando se le preguntaba acerca de ese proceder, dijo que era la renovación del pacto con su Señor.[57] Cuando llovía torrencialmente, la gente le solicitaba que le pidiera a Allah que contuviera la lluvia y él lo hacía, diciendo: “Allaahumma hawalaina wa la `alaina. Allaahumma `alaz-ziraabi wal-akaami wa butunil-awdiati wa manaabitish-shayar”. (Oh Allah, alrededor nuestro y no sobre nosotros. Oh Allah, sobre los bosques, las montañas, las colinas, los valles y los árboles.)[58] 8. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la oración en momentos de Temor[59] Si el enemigo estaba en la dirección de la Qiblah, él disponía a los orantes en dos filas detrás de él. Comenzaba diciendo: “Aláhu akbar” y ellos lo repetían después de él. Luego todos hacían el ruku` y se levantaban de él juntos. Para la prosternación, la fila del frente detrás de él se prosternaba mientras la fila de atrás permanecía de pie mirando hacia el enemigo. Cuando el Profeta se levantaba para la segunda rak`ah la fila de atrás hacía dos prosternaciones, luego se levantaban y avanzaban para tomar el lugar de la primera fila, la cual se movería hacia atrás para tomar su lugar. De esta forma, ambos grupos tendrían el beneficio de la primera fila, y la fila de atrás podría hacer las prosternaciones de la segunda rak`ah con él. En la segunda rak`ah, las dos filas actuaban en la misma manera que en la primera. Cuando el Profeta ﷺ se sentaba para el tashahhud la nueva fila de atrás haría las dos prosternaciones y luego se unirían a él en el tashahhud y el saludo final. Si el enemigo no estaba en la dirección de la Qiblah, en ocasiones los disponía en dos grupos: uno mirando hacia el enemigo y el otro orando con él. Él grupo que oraba con él haría una rak`ah antes de moverse al lugar del segundo grupo, el cual simultáneamente cambiaría para hacer la segunda rak`ah con él. Una vez que él terminaba la oración, los miembros de cada grupo completarían la rak`ah faltante de la oración por su cuenta. Algunas veces el Profeta ﷺ hacía una rak`ah con uno de los dos grupos y mientras estaba de pie para la segunda rak`ah el primer grupo concluía la segunda rak`ah e iría a enfrentar al enemigo. El otro grupo se uniría entonces al Profeta ﷺ y él los lideraría mientras hacía su segunda rak`ah. Él esperaría de nuevo por ellos a que completaran la otra rak`ah antes de liderarlos en el saludo final. En otras ocasiones, él hacía dos rak`ahs con un grupo y completaría la oración con ellos. Luego haría lo mismo con el segundo grupo. Y a veces oraría una rak`ah con un grupo y ellos se irían sin completar la segunda rak`ah. Luego él haría lo mismo con el otro grupo. De esta forma, él ﷺ hacía dos rak`at mientras ambos grupos hacía una rak`ah cada uno. 9. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre los fallecidos[60] Las enseñanzas del Profeta ﷺ en los funerales fue completa. Ello incluía el buen trato a los fallecidos, sus familiares y parientes. Tal cuidado da inicio tan pronto como se visita a la persona agonizante, recordándole del Más Allá, aconsejándole que escriba su testamento y que se arrepienta de sus faltas, y pidiéndole a aquellos a su lado que lo alienten a recitar su testimonio de fe: “La ilaaha ill-Allah” (No hay dios sino Allah), para que estas sean sus últimas palabras. De toda la humanidad, el Profeta ﷺ era el más complacido con Allah acerca de Su decreto, expresando la mayor alabanza por Él. Lloró por la muerte de su hijo, Ibrahim, por misericordia y por compasión hacia su hijo. Pero su corazón estaba lleno de aceptación y gratitud hacia Allah y su lengua estaba ocupada con alabanza. Dijo ﷺ: “Los ojos derraman lágrimas y el corazón está lleno de pesar, pero decimos solamente aquello que complace al Señor”. Él prohibió golpearse las mejillas y gritar a causa de una muerte. Fue estipulado en sus enseñanzas apurar la preparación del fallecido para encontrarse con su Creador, bañarlo y amortajarlo en prendas blancas. Fue estipulado en sus enseñanzas cubrir el rostro y el cuerpo del fallecido y cerrar sus ojos. En ocasiones él besaba al fallecido. Ordenó que el fallecido fuera bañado tres, cinco o más veces, usando alcanfor en el lavado final. No bañaba a un mártir muerto en una batalla. Solía remover el cuero y el metal de los mártires y los enterraba con sus ropas sin ofrecer una oración fúnebre por ellos. Ordenaba que un fallecido en ihrám[61] fuera bañado con agua y sidr (hojas de loto de suelo), y fuera amortajado con las prendas de su ihraam. Prohibió perfumarlo o cubrir su cabeza. Ordenó que el responsable del fallecido proveyera una mortaja blanca decente, advirtiendo en contra de la extravagancia al escoger la mortaja. Si la mortaja no era suficiente para cubrir todo el cuerpo, él ﷺ cubría la cabeza y ponía una palma sobre las piernas. Sus enseñanzas sobre la oración fúnebre[62] Solía orar por el fallecido fuera de la mezquita, aunque tambien podía hacerlo en la mezquita igualmente, pero esa no era su práctica usual. Cuando un cuerpo era llevado ante él, preguntaba: “¿Dejó alguna deuda?”[63]. No hacía la oración fúnebre por aquellos que habían muerto dejando deudas sino que le decía a sus compañeros que ofrecieran la oración por él. A pesar de esto, cuando Allah le concedió riqueza él ofreció una oración fúnebre por las personas que habían muerto con deudas y pagó sus deudas, dejando su propiedad para los herederos. Empezaba la oración fúnebre diciendo: “Aláhu akbar”, alabando a Allah, glorificándolo y suplicando. Solía decir: “Aláhu akbar” cuatro o cinco veces. Urgía a la gente a orar sinceramente por lo fallecidos. Algunas de sus súplicas eran: “Allaahumm-aghfir lihaiina wa maiitina wa saghirina wa kabirina wa dhakarina wa unzaana. Allaahumma man ahiaitahu minna fa-ahihi 'alal-Islam, wa man tawafaitahu minna fatawafahu 'alal-iman. Allaahumma la tahrimna ayrahu wa la taftinna ba`dah.” (Oh Allah, perdona a nuestros vivos, a nuestros muertos, a nuestros jóvenes, a nuestros ancianos, a nuestros hombres, a nuestras mujeres. Oh Allah, a quien mantengas con vida entre nosotros, que sea en el Islam, y a quien le des la muerte, que muera en la fe. Oh Allah, no nos prives de la recompensa por perderlo, y no nos sujetes a juicio por su causa.)[64] Otra de sus súplicas es la siguiente: “Allaahumm-aghfir lahu warhamhu wa`fihi wa`fu `anhu wa akrim nuzulahu wa wassi` madjalahu waghsilhu bil maa'i waz-zalyi wal-barad. Wa naqihi minal-jataaia kama iunaqaz-zawbul-abyadhu mina-ddanas. Wa abdilhu daaran jairan min daarihi wa ahlan jairan min ahlihi wa zauyan jairan min zauyihi wa qihi fitnatal-qabri wa adhab an-naar.” (Oh Allah, perdónalo, ten misericordia de él, purifícalo, perdónalo, sé generoso con él, causa que su entrada sea ancha y confortable, lávalo con agua, nieve y granizo. Y purifícalo de los pecados como una prensa blanca es lavada para limpiarle la tierra. Compénsalo con un hogar mejor que su hogar [terrenal], compañeros mejores que sus compañeros y un cónyuge mejor que su cónyuge, y protégelo de la prueba de la tumba y el tormento del Fuego del Infierno.)[65] Solía ponerse de pie para la oración frente a la cabeza de un hombre fallecido y frente a la cintura de una mujer fallecida. Hizo la oración fúnebre por un niño, pero no la ofrecía por una persona que había cometido suicidio o por alguien que había hecho trampa al tomar botines de guerra. Hizo la oración fúnebre por la mujer que fue lapidada.[66] Ofreció la oración por el Nayashi en ausencia como lo hacía por una persona fallecida, pero no la ofreció por todos los que fallecieron estando lejos. Si faltaba a una oración fúnebre, luego oraría frente a la tumba. Sus enseñanzas sobre los entierros[67] Luego de ofrecer la oración por el fallecido, el Profeta ﷺ acompañaba el cuerpo hasta el cementerio caminando delante de él. Si estaba montando, iría detrás del cuerpo, pero si estaba caminando estaría cerca a este, ya fuera en frente, detrás, a la izquierda o la derecha de él. Solía ordenar que se apresuraran en la procesión fúnebre. No se sentaba antes de que el cuerpo fuera bajado y puesto en su sitio. Le ordenaba a sus compañeros que se levantaran ante una procesión fúnebre que estuviese pasando. Pero está correctamente reportado que también permanecía sentado. Era parte de sus enseñanzas no enterrar a los muertos al amanecer, a la puesta del sol o al medio día. Sus enseñanzas era hacer un nicho para el cuerpo sobre uno de los lados de la tumba y hacer profunda la tumba, ampliando el espacio para la cabeza y los pies. Tiraba tres puñados de tierra cerca de la cabeza del fallecido cuando era enterrado. Luego del entierro, se ponía de pie ante la tumba orando por los muertos y les ordenaba a sus compañeros que hicieran lo mismo.[68] Nunca se sentaba para recitar el Corán en una tumba, ni tampoco le dictaba “La ilaaha ill-Alláh” al fallecido. Era de sus enseñanzas no anunciar en voz alta la muerte de una persona eminente [como era la costumbre pre-islámica] y prohibió esta práctica. Sus enseñanzas con relación a las tumbas y las condolencias[69] No era parte de sus enseñanzas elevar o construir nada sobre las tumbas, ni cubrirlas con yeso o construir domos sobre ellas. Cuando envió a Alí y al Yemen le dijo que destruyera los ídolos y que nivelara las tumbas elevadas. Su propia práctica era nivelar las tumbas elevadas. Prohibió enyesar las tumbas, construir o escribir sobre ellas. Enseñó a aquellos que quisieran reconocer una tumba que colocaran una piedra sobre ella. Prohibió tomar las tumbas como lugares de oración y encender lámparas sobre ellas, y maldijo a quien lo hiciera. Prohibió orar hacia las tumbas, y advirtió en contra de hacer de su tumba un sitio de adoración. Enseñó que las tumbas no deberían ser maltratadas, pisadas, sentarse sobre ellas, apoyarse en ellas pero tampoco glorificarlas. Solía visitar las tumbas de sus compañeros para suplicar por ellos y pedirle a Allah que los perdonara. Su sunnah al visitar las tumbas era decir: “As-salamu alaikum ahl ad-diiari min al-mu’minina wal-muslimina, wa inna in shaa Aláhu bikum lalaahiqun. Nas'al Allaaha lana wa lakumul-‘aafiah.” (Que la paz sea con ustedes, Oh habitantes de este hogar de creyentes y musulmanes. En verdad, nosotros nos uniremos a ustedes, si es el deseo de Allah. Le pedimos a Allah que nos conceda protección de todo mal.)[70] Era de sus enseñanzas ofrecer condolencias a la familia del fallecido pero no hacer reuniones especialmente para el propósito de ofrecer condolencias o para recitar el Corán, ya fuera en la tumba o en cualquier otro lugar. Era de sus enseñanzas que la familia del fallecido no se le pusiera en la dificultad de tener que servir comida a la gente. Todo lo contrario, la gente debía preparar comida para ellos. 10. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el Zakat y las caridades[71] Sus enseñanzas sobre el Zakat[72] Su enseñanza sobre el Zakat es completa: sus tiempos, montos, porcentajes, dadores y receptores. Esto toma en consideración tanto los intereses de los ricos como de los pobres, tomando de los ricos, sin injusticia alguna, un monto suficiente para satisfacer las necesidades de los pobres. Si el Profeta ﷺ sabía que alguien tenía derecho al Zakat, él se lo daba, pero si no conocía su condición sólo le daba luego de informarle que los ricos y aquellos capaces de ganarse la vida dignamente trabajando no tenían derecho al Zakat. De sus enseñanzas era distribuir el Zakat a aquellos con derecho en la misma zona donde la riqueza estaba acumulada, y que sólo el excedente sería enviado para ser distribuido en otro lugar. Solía enviar al recolector del Zakat sólo a los dueños de obvia riqueza tal como animales de pastoreo y cultivos. Solía enviar un tasador para estimar las cantidades de dátiles y uvas, observar cómo eran irrigadas y registrar sus pesos, y calculaba el Zakat obligatorio de acuerdo a esa información. No tomaba el Zakat sobre caballos, sirvientes, mulas y burros, o sobre vegetales y frutas que no pudieran ser medidos o almacenados, excepto por las uvas y los dátiles. No hacía diferencia entre los dátiles frescos o los dátiles secos. No tomaba lo mejor de la propiedad de la gente para el Zakat, sino que tomaba la calidad promedio. Prohibió a un dador de caridad que comprara de vuelta lo que había dado. Pero permitía a los ricos comer de ello si le era ofrecido por un hombre pobre como regalo o invitación. En ocasiones pedía por adelantado los fondos de caridad o Zakat para beneficio de la comunidad. Cuando una persona le trajo el Zakat él ﷺ suplicó por él, diciendo: “Allaahumma baarik fihi wa fi ibilih.” (Oh Allah, bendícelo a él y a su camellos.)[73] Sus enseñanzas sobre el Zakat al-Fitr[74] Estipuló que el Zakat al-fitr debía ser una medida[75] de dátiles, cebada, queso o uvas pasas. Este debe ser entregado antes de la oración del ‘Eid. Dijo ﷺ: “Si éste es dado antes de la oración es un Zakat aceptado, pero si es dado después de la oración es una caridad normal”.[76] Solía darlo especialmente a los pobres en lugar de a las ocho categorías que tienen derecho al Zakat. Sus enseñanzas sobre la caridad voluntaria[77] Él era la persona más generosa y daba en caridad de aquello que estaba en su posesión, nunca considerando nada entregado por Allah como mucho o como poco. Si alguien pedía algo que estuviese en su posesión se lo daría rápidamente, ya fuera poco o mucho. Él estaba más feliz y complacido en dar que en recibir. Cuando encontraba a una persona con necesidad le daría preferencia sobre sí mismo, algunas veces con su comida y algunas veces con su ropa. Quien trataba con él se asombraba con su indulgencia. Él practicaba la caridad de varios tipos, algunas veces con un regalo, a veces compraría un artículo y se lo daría de vuelta al vendedor junto con su precio. Algunas veces pediría prestado algo y luego devolvería más de lo que había recibido, o aceptaría un regalo y daría como retribución uno con mayor valor. 11. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el ayuno[78] Sus enseñanzas sobre el ayuno de Ramadán: De acuerdo con sus enseñanzas él solo empezaba el ayuno de Ramadán luego de un avistamiento verificado de la luna nueva o de la evidencia de un testigo. En caso de que no fuera vista y sin un testigo, él completaría 30 días del mes de Sha`bán. Si la luna nueva no podía ser vista en el 29 de Sha`bán debido a las nubes, él completaba treinta días del mes. No ayunaba el día de la duda, ni le decía a nadie que lo hiciera. Terminaba el ayuno al final del mes basado en el testimonio de dos testigos. Si dos testigos daban testimonio de haber visto la luna luego de que el tiempo de la oración del ‘Eid había pasado, él rompía su ayuno, le ordenaba a la gente hacer lo mismo y hacía la oración del ‘Eid en su tiempo a la mañana siguiente. Solía apurarse a romper el ayuno al ocaso y le ordenaba a la gente hacer lo mismo. Pero solía demorar el suhur[79] y alentaba a otros a hacer lo mismo. Solía romper su ayuno antes de realizar la oración del maghrib. Rompía su ayuno con dátiles frescos o secos, y si éstos no estaban disponibles, con agua. Al romper su ayuno decía ﷺ: “Dhahab ad-dama'u wabtallatil-`uruqu wa zabatal-ayr 'in shaa Alláh.” (La sed se ha ido, las venas se han humedecido y la recompensa está asegurada, si Allah quiere.)[80] Solía intensificar sus actos de adoración en Ramadán. Él ángel Gabriel se reunía con él en este mes para repasar el Corán. Durante Ramadán también incrementaba la caridad, las buenas acciones, la recitación del Corán, la oración, la remembranza de Allah y el retiro espiritual (i`tikáf). Solía hacer ciertos actos de adoración particulares en Ramadán. Algunas veces continuaba ayunando si romper el ayuno en la noche, aunque le prohibía a sus compañeros hacer lo mismo. Él les permitía a ellos continuar sólo hasta el momento del suhur. Sus enseñanzas sobre lo que está permitido y lo que está prohibido al ayunante De sus enseñanzas era que cuando alguien ayuna debe abstenerse de hablar inapropiadamente como discusiones ruidosas, insultar o responder a ellos. Él instruyó que si alguien maldecía o insultaba uno sólo debía decir: “Estoy ayunando”. Cuando viajaba, a veces observaba el ayuno y a veces rompía su ayuno, y le daba a sus compañeros la opción de hacer cualquiera de las dos cosas. Solía ordenar a sus compañeros romper su ayuno si eran obligados a luchar en una batalla. No especificó ninguna distancia después de la cual un viajero estaría excusado de ayunar. Cuando sus compañeros empezaban un viaje, ellos rompían su ayuno antes de dejar el área residencial y afirmaban que esta era la sunnah del Profeta ﷺ. Podía suceder que en un día de ayuno él estuviera en estado de impureza sexual al llegar el amanecer, pero antes de la oración hacía el ghusl[81] y observaba el ayuno como era usual. Solía besar a su esposa mientras ayunaba en Ramadán. Solía limpiar sus dientes con un palillo, lavar su boca y nariz y derramaba agua sobre su cabeza mientras ayunaba. Enseñó que quien come o bebe por equivocación u olvido no anula su ayuno. Enseñó que las personas enfermas y las que viajan rompen el ayuno y reponen el día perdido después. También enseñó que la mujer embarazada o que estuviera amamantando no ayunara si temía sufrir algún daño. Sus enseñanzas sobre el ayuno voluntario: Sus enseñanzas sobre el ayuno fueron completas y perfectas para lograr el objetivo deseado con facilidad. Él solía ayunar hasta que la gente pensaba que él ayunaba constantemente. Y en ocasiones se abstenía de ayunar hasta que la gente pensaba que ya no iba a ayunar más. Nunca ayunaba un mes entero excepto Ramadán, y nunca ayunaba tanto como lo hacía en el mes de Sha`bán. De acuerdo con sus enseñanzas, no es permitido ayunar los viernes exclusivamente, pero él era cuidadoso de ayunar los lunes y los jueves. Nunca dejó de ayunar los días de luna llena (el 13, 14 y 15 de cada mes lunar), ya fuera que estuviera residente o de viaje, y alentaba a otros a ayunar con él. También solía ayunar los primeros tres días de cada mes lunar. Alentaba a ayunar seis días del mes de Shawaal, diciendo que ayunar esos días luego del ayuno de Ramadán equivaldría a ayunar el año entero[82]. Siempre ayunaba el día de 'Ashura'[83], mencionando que expiaba los pecados del año pasado.[84] Con relación al día de `Arafat, decía que éste expiaba los pecados del año pasado y del año venidero[85]. Pero su enseñanza para los peregrinos del Hayy era no ayunar el día de `Arafat. No era de sus enseñanzas ayunar todos los días del año. Por el contrario, dijo ﷺ: “Quien ayune todos los días no ha ni ayunado ni roto el ayuno”.[86] Algunas veces solía intentar ayunar voluntariamente y luego rompía su ayuno. En ocasiones le preguntaba a su familia: “¿Tenemos algo para comer?” Si le decían que no, entonces decía ﷺ: “Entonces, estoy ayunando”.[87] Dijo ﷺ: “Si alguno de ustedes es invitado a una comida mientras esté ayunando, debe decir: ‘Estoy ayunando’.”[88] Sus enseñanzas sobre el retiro espiritual (I`tikáf)[89] Siempre hacía un retiro espiritual durante los últimos diez días de Ramadán hasta que murió. Una vez no pudo hacerlo y lo repuso con la misma cantidad de días al mes siguiente. Una vez hizo el i`tikáf en los primeros diez días de Ramadán, luego en los diez días del medio, luego en los últimos diez días, buscando Lailatul-Qadr. Luego se volvió claro para él que era en los últimos diez días, entonces continuó haciéndolo así, hasta que murió. Siempre combinaba el i`tikáf con el ayuno. Solía pedir que le levantaran una carpa en la mezquita en la que se pudiera recluir. Cuando tenía la intención de hacer el i`tikáf, lo empezaba luego de hacer la oración del fayr. Su estera para dormir estaba dentro de su tienda, a la cual entraba solo. Sólo regresaba a su casa para responder al llamado de la naturaleza. Solía poner su cabeza dentro de la habitación de A’isha para que peinara su cabello, incluso si ella tenía la menstruación. Algunas de sus esposas solían visitarlo durante el i`tikáf, y cuando ella se levantaba para irse, él se levantaba y la acompañaba. Estas visitas eran por la noche. No tenía relaciones sexuales durante el i`tikáf, ni siquiera besos. Solía hacer el i`tikáf diez días cada año, en el año en que murió lo hizo durante veinte días. 12. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el Hayy y la ‘Umrah Sus enseñanzas sobre la ‘Umrah[90] Él hizo la ‘Umrah[91] cuatro veces. Ellas fueron:1) La ‘Umrah de al-Hudaibiah – Los politeístas le impidieron llegar a Makkah, por lo tanto él sacrificó sus animales y se afeitó la cabeza en el lugar en donde ellos lo detuvieron, poniendo fin al estado de ihrám.2) La ‘Umrah de compensación para la primera, en el año siguiente.3) La ‘Umrah junto con el Hayy[92]4) La ‘Umrah de al-Ya`ranah. Sucedió que durante su vida él nunca comenzó una ‘Umrah desde el interior de Makkah; las hizo todas ingresando a la ciudad desde fuera. Nunca fue reportado que él hiciera la ‘Umrah más de una vez en el mismo año. Todas sus ‘Umrah fueron hechas durante los meses del Hayy.[93] Pero él dijo ﷺ: “Una ‘Umrah en el mes de Ramadán equivale [en recompensa] a un Hayy”.[94] Sus enseñanzas sobre el Hayy[95] Cuando el Hayy se fue establecido como pilar del Islam el Profeta ﷺ se apresuró a cumplirlo sin demora. Sólo hizo el Hayy una vez, y éste fue la modalidad qirán.[96] El Profeta ﷺ comenzó el ihrám luego de la oración del Duhr y recitó la talbiah, la cual es: “Labbaik-Allaahumma labbaik. Labbaika la sharika laka labbaik. Innal-hamda wan-ni`mata laka wa- mulk. La sharika lak” (Aquí estoy Oh Señor respondiendo a tu llamada [en obediencia], Aquí estoy Oh Señor respondiendo a tu llamada [en obediencia], no tienes asociados. Todas las alabanzas y el favor te pertenecen, así como la soberanía. No tienes asociados.)[97] Él levantó su voz con la talbiah de tal manera que era oído por sus compañeros. Les dijo: Allah ha ordenado levantar sus voces con la talbiah. Él se mantuvo con esta talbiah mientras la gente añadió u omitió partes pero él no los criticó por ello. Al momento de vestir el ihrám él dejó que sus compañeros escogieran cualquiera de los tres formatos de Hayy[98]. Cuando ellos se aproximaron a Makkah les sugirió a aquellos que no tenían animal para el sacrificio con ellos a terminar su estado de ihrám luego de la ‘Umrah.[99] El Profeta ﷺ hizo el Hayy montando en camello y su comida y equipaje también iban sobre el camello. La siguiente es una descripción del Hayy del Profeta y el método que él siguió:Luego de llegar a Makkah, ordenó a aquellos que no tenían animal para el sacrificio con ellos que hicieran la ‘Umrah solamente y que terminaran su estado de ihrám, pero para aquellos que tenían el animal con ellos que permanecieran en el estado de ihrám. Él continuó al valle de Dhu Tuwa, en donde pasó la noche del domingo, el 4 de Dhul-Hiyyah. Allí hizo la oración del fayr, tomó un baño y entró a Makkah de día desde su vecindad superior, llamada az-Zaniiah al-`Ulia, la cual observa hacia el Huyún.Al entrar a la Mezquita Sagrada, se encaminó hacia la Ka`bah[100] sin hacer la oración usual de saludo a la mezquita. Cuando estaba frente a la Piedra Negra la besó sin congregar a nadie. Luego empezó el tawaaf (circunvalar la Ka`bah) dejando la Ka`bah a su izquierda y sin suplicar en su puerta o frente a la fuente de agua, ni detrás de la Ka`bah o en sus esquinas. Se ha reportado que mientras caminaba entre las dos esquinas de la Ka`bah, aquella de la Piedra Negra y la esquina Yemeni, él recitaba: “Rabbana aatina fid-dunia hasanatan wa fil-aajirati hasantan wa qina `adhaaban-naar. (Señor nuestro, concédenos el bien en este mundo y en el Más Allá y protégenos del tormento del Fuego). El Profeta ﷺ no especificó palabras o súplicas durante el tawaaf fuera de las anteriores. El Profeta ﷺ trotaba con pequeños pasos durante las primeras tres vueltas de su tawáf. Se envolvía su prenda de tal forma que sus dos extremos se juntaban sobre uno de sus hombros mientras su otro hombro quedaba descubierto. Siempre que llegaba frente a la Piedra Negra la besaba o la tocaba con su bastón, diciendo: “Aláhu akbar.” Solía tocar la esquina Yemení pero no la besaba ni besaba su mano después de tocarla.Luego de terminar el tawáf, se puso de pie detrás de la estación de Abraham u y recitó “Wattajidhu min maqaami ibrahima musalla” (Y toma la estación de Abraham u como lugar de oración).[101] Hizo dos rak`at con la estación de Abraham u entre él y la Ka`bah. En estas recitó después de Al-Fatihah: Surah “Al-Kafirun” y Surah “Al-Ijlaas”. Luego de orar fue nuevamente a la Piedra Negra y la besó.Entonces se dirigió hacia la colina de Safa, y cuando se aproximó a ella, recitó el versículo Coránico: “Innas-safa wal-marwata min sha`aa'irillah”[102] (En verdad, Safa y Marwah están entre los ritos de Allah), y añadió: “Comienzo con lo que Allah comenzó”. Entonces ascendió a Safa hasta que pudo ver la Ka`bah. Se orientó hacia ella diciendo: “La ilaaha ill-Aláhu wallaahu akbar, la ilaaha ill-Aláhu wahdahu la sharika lahu, lahul mulku wa lahul-hamdu, iuhi wa iumitu wa huwa `ala kulli shai'in qadir, la ilaaha ill-Aláhu wahdahu, anyaza wa`dahu wa nasara `abdahu wa hazamal-ahzaaba wahdah.” (No hay divinidad sino Allah solamente sin ningún asociado. Suyo es el dominio y Suya es toda alabanza y Él es sobre toda cosa poderoso. No hay divinidad sino Allah único; Él cumplió su promesa y apoyó a Su servidor y derrotó solo a los aliados [enemigos].)[103] Repitió esto tres veces, suplicando entre ellas.Luego empezó el sa`i[104] descendiendo de Safa y caminando hacia la colina de Marwah. Cuando alcanzó el valle (ahora mostrado por dos marcadores verdes) trotó, y cuando hubo cubierto el valle, caminó nuevamente. Empezó el sa`i caminando pero lo concluyó montando debido a las multitudes de personas alrededor de él. Cuando llegó a Marwah la subíó hasta cuando pudo ver la Ka`bah. Allí hizo súplicas tal como había hecho en Safa. Luego de completar el sa`i en Marwah, le ordenó a todos los que no tuvieran animal de sacrificio con ellos terminar completamente el estado de ihrám,[105] incluso si tenían intención del tipo qiraan o ifrád del Hayy.El Profeta ﷺ no terminó su estado de ihrám debido a que él había traído consigo el animal de sacrificio, pero dijo: “Si yo hubiera sabido antes lo que sé ahora, no hubiera traído el animal y hubiera hecho una ‘Umrah.”[106] El Profeta ﷺ suplicó tres veces por aquellos que afeitaban su cabeza y una vez por aquellos que se recortaban el pelo.A lo largo de su estadía en Makkah y hasta el día de tarwiyah[107] solía liderar las oraciones en el lugar de su residencia, acortándolas.Antes del mediodía de ese día, él y sus compañeros partieron para Mina, y quien había terminado su estado de ihrám entraba en él nuevamente sentado sobre su montura.Al llegar a Mina desmontó, hizo las oraciones del Duhr, 'asr, maghrib e `isha y pasó la noche allí. Luego de la salida del sol, procedió a la planicie de `Arafah. Algunos de sus compañeros estaban recitando “Aláhu akbar” y otros estaban repitiendo la talbiah pero él no corrigió a ninguno de ellos. Encontró la carpa lista para él en Namirah tal como lo había ordenado. (Namirah no es parte de `Arafah; ésta era una aldea al oriente de `Arafah.) Permaneció allí hasta poco después del mediodía cuando ordenó que su camella, llamada al-Qaswa, fuera ensillada. Luego montó hasta llegar al valle dentro de `Arafah. Allí dio un gran sermón montado sobre su camello. Allí, afirmó los fundamentos del Islam y abolió los fundamentos del politeísmo y de los días pre-islámicos de ignorancia. Confirmó todas las prohibiciones universalmente acordadas por todas las religiones y abolió todas las prácticas ilegales pre-islámicas, incluyendo el interés usurero. Ordenó a la gente que trataran bien a las mujeres y que se ciñeran al Libro de Allah. Él preguntó si había comunicado el mensaje, y al oír la afirmación unánime puso a Allah como testigo de ello.Cuando terminó el sermón, le ordenó a Bilal t que llamara el adhán; luego pronunció el iqámah. Era un viernes; entonces lideró la oración del Duhr con dos rak`at de recitación silenciosa, a pesar de ser viernes. Bilal t hizo un segundo iqámah y el Profeta lideró la oración del `asr con dos rak`at. Los habitantes de La Makkah estaban con él, pero no les dijo que completaran la oración y tampoco les prohibió unir las dos oraciones.Luego de completar su oración, montó hasta llegar al lugar de la permanencia. Cuando algunas personas se preguntaban si él estaba ayunando o no, su esposa, Maimunah, le envió un poco de leche, la cual bebió en frente de la gente. Luego permaneció en su montura al pie de la montaña sobre las rocas y se orientó hacia la Qiblah con la cuerda en su mano. Entonces empezó a suplicar y a implorar fervientemente a Allah y continuó así hasta la puesta del sol. Le dijo a la gente que se quedara en la parte superior del valle de `Uranah diciendo: “Yo me pongo de pie aquí pero todo el `Arafah es un lugar para ponerse de pie.”[108] Mientras estaba suplicando levantaba sus manos hasta el pecho como un hombre pobre que ruega por comida. Decía: “La mejor súplica es la súplica en el día de `Arafah, y lo mejor que los Profetas anteriores y yo hemos dicho es: “La ilaaha ill-Aláhu wahdahu la sharika lah. Lahul-mulku wa lahul-hamdu wa huwa `ala kulli shai'in qadir. (No hay divinidad sino Allah sólo sin asociados. Suyo es el dominio y Suya es toda alabanza y Él es sobre toda cosa poderoso.) Cuando el sol se hubo puesto por completo partió de `Arafah serenamente con Usamah bin Zaid montando detrás suyo. Haló las riendas de su camello hacia atrás [para disminuir el paso] hasta que la cabeza de la camella tocó el borde de la silla. Dijo: “Oh gente, tengan calma. Apurarse no es signo de rectitud.”[109] Entonces partió por la ruta de “al-Ma'zimain” siendo que había entrado a `Arafah desde “Dhabb”. Se transladaba a un paso moderado pero aceleraba siempre que había un espacio abierto.Continuó recitando la talbiah durante el camino. En un punto desmontó, respondió a un llamado de la naturaleza, se lavó y retomó su viaje. No oró hasta haber llegado a Muzdalifah, en donde hizo el wudhu' para oración y ordenó que fuera hecho el llamado del adhán y el iqámah. Hizo la oración del maghrib antes de hacer el campamento y de hacer que los camellos se arrodillaran a descanzar. Luego de establecer a los camellos ordenó un segundo iqámah pero sin adhán. Hizo la oración del `ishaa' sin ninguna oración voluntaria entre el maghrib y el `ishaa'. Luego durmió hasta el amanecer y no pasó la noche en adoración.Esa misma noche luego de que la luna se había puesto les dio permiso a los débiles entre su familia para proseguir a Mina antes del amanecer, pero les dijo que no hicieran el rami (lapidación del pilar) antes del amanecer.Tan pronto como el amanecer comenzó, hizo la oración del fayr luego del adhán y el iqámah. Luego montó hasta llegar a al-Mash`ar al-Haraam y le dijo a la gente que todo Muzdalifah es lugar para permanecer. Se orientó hacia la Qiblah y comenzó a hacer súplicas y alabanzas a Allah. Luego partió desde Muzdalifah antes de la salida del sol con al-Fadl bin Abbas montando detrás suyo.En el camino le dijo a al-Fadl bin Abbas t que recogiera siete piedrecillas para él. Sacudiéndolas en su mano, dijo: “Usen piedrecillas similares para lapidar, y eviten el extremismo en la religión.”[110] Al llegar al valle de Muhassir, se apuró, tomando la vía del medio que lleva al yamrah mayor[111]. Continuó recitando la talbiah hasta llegar a Mina y empezó inmediatamente a lapidar el yamrah luego de la salida del sol mientras montaba en su camello. Arrojó las piedras desde la parte baja del valle con la Ka`bah a su izquierda y con Mina a su derecha. Las arrojó una a la vez, diciendo: “Aláhu akbar” con cada piedra.Después de esto retornó a Mina y pronunció un elocuente sermón en el cual informó a la gente acerca de la santidad y la excelencia del Día del Sacrificio así como de la santidad de Makkah. También les ordenó obedecer a aquellos líderes que se ciñen al Libro de Allah y les enseñó los ritos del Hayy. Luego fue al lugar de sacrificio en Mina y sacrificó veintiséis camellos con su propia mano mientras estaban de pie con la pata izquierda atada. Luego se detuvo y le pidió a `Ali t que completara el sacrificio de cien camellos. También le ordenó a Ali t que los diera en caridad a los pobres. Indicó que a un carnicero no se le debe dar su paga de la carne de sacrificio.[112] Enseñó que todo Mina es lugar de sacrificio, así como los caminos y los valles que llevan a Makkah.Luego de terminar el sacrificio llamó al barbero e hizo que le afeitaran la cabeza, empezando con el lado derecho y luego por el izquierdo. Le dio el pelo a Abu Talhah y le dijo: “Distribúyelo entre la gente.”[113] Pidió perdón tres veces por aquellos que afeitaron sus cabezas y una vez por aquellos que recortaron su pelo. Aisha le aplicó perfume antes de que él se quitara sus prendas del ihraam.Luego partió para Makkah en su camello antes del mediodía. Hizo el tawaaf al-ifaadhah[114] y no hizo otro tawaaf ni sa`i después de eso.[115] No trotó en su tawaaf ni en su tawaaf de despedida; excepto durante el inicial. A continuación del tawaaf fue al pozo de Zamzam en donde halló a la gente bebiendo. La gente le entregó un balde y él bebió de pie. Luego retornó a Mina en donde pasó la noche. Hubo un desacuerdo acerca de en dónde hizo la oración del Duhr ese día. Ibn `Umar t reportó que hizo el Duhr en Mina mientras Yabir y Aisha dijeron que la rezó en Makkah.A la mañana siguiente esperó hasta que el sol hubo pasado su meridiano y caminó a los pilares, en donde empezó por el primer yamrah (el más pequeño) justo detrás de la mezquita del Jaif. Arrojó siete piedras, diciendo: “Aláhu akbar” con cada una de ellas.Luego se dirigió hacia el yamrah y orientándose hacia la Qiblah, levantando sus manos hizo una larga súplica, tan larga [como la recitación de) Surah al-Baqarah.Luego fue al yamrah del medio y lo apedreó de la misma forma. Luego se movió a la izquierda hacia el valle y orientándose hacia la Qiblah, levantando sus manos en una súplica casi por el mismo tiempo que antes.Luego fue hacia el tercer y más grande yamrah (al-`Aqabah), de pie con la Ka`bah a su izquierda y con Mina a su derecha, y lo apedreó con siete piedras también. Al completar la lapidación retornó sin ponerse de pie para suplicar. Hizo la lapidación antes de la oración del Duhr y luego retornó para hacer la oración. Le dio permiso a al-`Abbas t para pasar las noches de Mina en Makkah con el fin de proveer a la gente con agua.El Profeta ﷺ no se apuró para su partida luego de dos días sino que la retrasó hasta que completó la lapidación de todos los pilares los tres días. Luego partió en la tarde parando en Muhassab. Hizo las oraciones del Duhr, `asr, maghrib e `ishaa' y descansó por unos instantes. Luego siguió hacia Makkah en donde hizo el tawaaf de despedida por la noche antes del amanecer sin trotar. Excusó a su esposa, Safiah del tawaaf de despedida debido a que ella estaba menstruando.Le permitió a Aisha esa noche que hiciera la ‘Umrah desde Tan`im[116] acompañada por su hermano, Abdur-Rahman t y cuando ella hubo terminado, él ﷺ anunció la partida a sus compañeros y la gente partió. 13. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre los sacrificios de la Peregrinación, el ‘Eid y la `Aqiqah[117] Sus enseñanzas acerca del Hadi[118] El Profeta ﷺ ofreció ovejas y camellos como hadi y ofreció ganado de parte de sus esposas. Ofreció un hadi en su residencia así como durante su Hayy y su ‘Umrah. Era su práctica marcar ovejas con guirnaldas pero no cortarlas ni marcarlas con hierro caliente. Cuando envió un hadi desde su residencia, nada permisible le sería prohibido. Cuando ofreció camellos como hadi solía adornarlos y marcarlos cortándolos levemente en el lado derecho de su joroba. Si enviaba su hadi, le decía a su mensajero que si cualquier cosa pasaba en el camino que le causara un defecto al animal, debería sacrificarlo, hundir su sandalia en su sangre, colgarlo a su lado y no comer de ello, ni dejar que alguien de quienes lo acompañaban comiera de ello. [119] En lugar de eso, su carne debería ser distribuida entre los pobres. Solía compartir un hadi con sus compañeros. Siete de ellos compartirían el sacrificio de un camello o una vaca. Le permitía al hombre que estaba llevando un hadi que lo montara cuando era necesario hasta que encontrara otra montura. Es de sus enseñanzas sacrificar a los camellos mientras ellos están de pie con la pata izquierda amarrada, y decía: “Bismillah, Aláhu akbar” cuando sacrificaba. Solía ofrecer sus sacrificios con su propia mano, pero en ocasiones nombraba a alguien para completar una parte de ellos. Cuando sacrificaba una oveja, ponía el pie en su costado, decía “Bismillah, Aláhu akbar” y la sacrificaba. Le permitió a su ummah comer de su hadi y sacrificios y guardar algo de carne. Algunas veces distribuía la carne del hadi y otras veces decía: “Quien lo desee puede cortarse un pedazo.” Su práctica era sacrificar el hadi de la Umrah en Marwah y el hadi de Hayy en Mina. Siempre sacrificaba su hadi luego de terminar el estado de ihrám y luego de la salida del sol, tras la primera lapidación. Nunca permitía el sacrificio antes de la salida del sol. Sus enseñanzas sobre el sacrificio del Eid[120] Nunca dejó de ofrecer un sacrificio. Solía sacrificar dos carneros luego de la oración del Eid. Decía: “Todos los días de tashriq[121] son días de sacrificio.” Decía: “Quien quiera que haya sacrificado antes de la oración [del Eid] no ha hecho el sacrificio; es tan solo carne que ofrece a su familia.”[122] Enseñó que sacrificaran una oveja de seis meses de edad o un camello de cinco años de edad o una vaca que hubiera empezado su tercer año. Era de sus enseñanzas seleccionar un buen animal para el sacrificio, que no tuviera defectos, y prohibía ofrecer un sacrificio con una oreja cortada, con un cuerno roto, ojo ciego, cojo o débil. También ordenaba confirmar el perfecto estado de los ojos y de los oídos. Ordenó a quien tuviera la intención de ofrecer un sacrificio no remover nada de su pelo o su cuerpo desde el comienzo del mes de Dhul-Hiyyah. Era de sus enseñanzas ofrecer su sacrificio en la musalla (lugar de oración). Era de sus enseñanzas que una oveja era suficiente como sacrificio para un hombre, incluyendo a su familia, sin importar el número de integrantes. Sus enseñanzas para la `Aqiqah[123] Fue relatado de manera auténtica que el Profeta ﷺ dijo: “Cada niño depende de su `aqiqah. Debe ser sacrificado para él en el séptimo día, su pelo debe ser afeitado y se le debe asignar un nombre”.[124] También dijo: “Dos ovejas por un niño y una por una niña”.[125] 14. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre las súplicas durante el mes de Dhul-Hiyyah[126]El Profeta ﷺ solía hacer súplicas frecuentemente durante los primeros diez días del mes de Dhul-Hiyyah, y enseñaba a la gente a repetir con frecuencia: “La ilaaha ill-Allah” (No hay divinidad salvo Allah), “Aláhu akbar” (Allah es el Supremo) y “Al-hamdulillah” (La alabanza pertenece a Allah). 15. Las enseñanzas del Profeta al comprar y vender El Profeta ﷺ compraba y vendía, pero compraba más de lo que vendía luego de que se le confió en mensaje de Allah. Realizó otras transacciones como alquilar y rentar, nombró representantes y fue nombrado como tal, pero nombraba más de lo que era nombrado. Compraba en efectivo y a crédito. Intercedía y los otros intercedían por él. Pedía prestado con hipoteca o sin ella. Daba donaciones y las aceptaba. Daba regalos y los aceptaba. Si no deseaba el regalo se disculpaba con quien se lo regalaba. Aceptaba regalos ofrecidos por reyes y los distribuía entre sus compañeros. Era el más bondadoso en sus negocios. Si pedía prestado algo, devolvía algo mejor y le suplicaba a Allah que lo bendijera a él, a su familia y a su riqueza. Una vez pidió prestado un camello, y su dueño vino a recogerlo siendo rudo con el Profeta ﷺ. Cuando sus compañeros quisieron mostrar agresión hacia el hombre, él ﷺ dijo: “Déjenlo, pues aquel que tiene un derecho puede reclamarlo”.[127] Su reacción hacia el abuso severo hacia su persona era tolerancia adicional. Le aconsejaba a quien se ponía furioso que extinguiera su furia con la ablución, que se sentara si estaba de pie, y que buscara refugio en Allah de Satán. Nunca era arrogante; por el contrario, se comportaba con humildad y con modestia con sus compañeros, saludando a los jóvenes y a los viejos. Solía bromear, pero incluso entonces, siempre hablaba con la verdad. Contaba historias entretenidas, pero nunca decía nada que no fuera la verdad. Caminaba, reparaba sus zapatos y cosía sus ropas con su propia mano. Ponía parches en su balde de cuero, ordeñaba su cabra, limpiaba sus vestiduras, servía a su familia y a sí mismo y junto a sus compañeros cargó ladrillos para construir la mezquita. Era la persona más tolerante y amable. Cuando era requerido para escoger entre dos cosas, siempre optaba por la más sencilla, siempre y cuando ello no fuera un pecado. Nunca se vengaba de una injusticia cometida en contra suyo, pero cuando una de las prohibiciones de Allah había sido violada su enojo era notorio. Solía dar y buscar consejo, visitar a los enfermos, asistir a los funerales, aceptar invitaciones y esforzarse por ayudar en las necesidades de las viudas, los pobres y los débiles. Solía suplicar a Allah por cualquiera que le hiciera un favor. Decía: “Cuando un favor te es hecho y le dices a quién te lo hizo: 'Yazak-Aláhu jairan' (Que Allah te recompense con el bien), ha elogiado lo suficiente”.[128] 16. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre el matrimonio[129] Fue narrado de manera auténtica que el Profeta ﷺ dijo: “Lo más querido para mí en este mundo son las mujeres y el perfume, pero el deleite de mis ojos es la oración”.[130]También dijo: “Oh jóvenes, quien de ustedes tenga la capacidad de casarse que lo haga”.[131] Y dijo: “Cásense con una mujer afectuosa y fértil”.[132] Su relación con sus esposas estaba caracterizada por el buen trato y las buenas maneras. Él ﷺ solía decir: “El mejor de ustedes es el que mejor se comporta con su familia, y yo soy quien mejor se comporta con su familia”.[133] Si una de sus esposas mostraba interés en algo permisible, él estaría de acuerdo con ella. Solía dejar que las niñas de los Ansaar jugaran con Aisha y. Cuando Aisha y bebía de un recipiente, él lo tomaba y bebía del mismo lugar en el que ella había puesto su boca. Él solía descansar en la habitación de ella y recitar el Corán con la cabeza en su regazo incluso cuando ella tenía su menstruación. Luego de la oración del `asr solía visitar a todas sus esposas, una después de la otra para preguntar cómo estaban, pero en la noche él dormía en la casa de aquella que le tocara el turno. Solía tratar a sus esposas con equidad en cuanto al tiempo, la manutención y el hogar. Solía mantener relaciones sexuales con sus esposas en el principio o el final de la noche. Si tenía relaciones sexuales al comienzo de la noche, tomaba un baño o solo hacía el wudhu', y luego dormía. Decía: “Maldito es aquel que someta a su esposa contranatura”[134]. Enseñó: “Cuando alguno de ustedes tenga la intención de mantener relaciones sexuales con su esposa que diga: “Allaahumma yannibna ash-shaitán wa yannib ash-shaitana ma razaktana”. (Oh Allah, mantennos alejados de Satán y mantén a Satán lejos de aquello con lo que tú nos proveas.) Luego, si un hijo es decretado Satán jamás podrá perjudicarlo”.[135] También dijo: “Cuando alguno de ustedes contraiga matrimonio debe tomar la frente de su esposa y suplicar a Allah por bendición, pronunciar el nombre de Allah y decir: “Allaahumma inni as'aluka jairaha wa jaira ma yubilat `alaihi, wa a`udhu bika min sharraha wa sharra ma yubilat `alaiha” (Oh Allah, te pido por el bien que hay en ella y en su creación, y busco refugio en Ti del mal que hay en ella y el mal de su creación.)[136] Él solía decir a los recién casados: “Baarak Allaahu laka, wa baaraka `alaika wa yama`a baynakuma fi jair.” (Que Allah los bendiga, que envíe Su bendición sobre ustedes y que los una en la bondad.)[137] Si deseaba viajar, echaba suertes entre sus esposas. Aquella que ganara el sorteo lo acompañaría sin tener que compensar el tiempo a las otras. No era parte de sus enseñanzas dar mucha atención a la construcción de las casas, ni a decorarlas o agrandarlas. Se divorció de una esposa y se reconcilió con sus esposas luego de separarse de ellas por un mes; y nunca pronunció el dihár.[138] 17. Las enseñanzas del Profeta ﷺ al comer y beber[139] Sus enseñanzas sobre comer Nunca rechazó lo que estaba disponible ni tampoco se esforzó por obtener lo que no lo estaba. Comía todas las cosas buenas, y si no le gustaba, lo dejaría sin rechazarlo ni forzarse a sí mismo a comerlo. Pero nunca criticó una comida; si le gustaba, la comía, de otra forma la dejaba, como cuando hizo cuando se le ofreció lagarto, debido a que no estaba acostumbrado a comerlo. Solía comer lo que hubiese disponible, y si no había nada era paciente, hasta el punto que ataba una piedra a su estómago a causa del hambre. Algunas veces pasaban tres meses en los que no se prendía fuego en su hogar para cocinar. No era de sus enseñanzas restringirse a sí mismo a un solo tipo de comida. Solía comer dulces y miel, y le gustaban. Comía carne de camello, oveja, pollo, pájaros, cebra y conejo. También comía comida de mar, carne rostizada y dátiles frescos o secos. Comía zarid, lo que es pan empapado con caldo y carne, y comía pan con aceite y pepino con dátiles frescos. Comía calabaza cocida y le gustaba, y también comía carne seca y dátiles con mantequilla. Le gustaba la carne, especialmente el antebrazo y la parte delantera de la oveja. Solía comer las frutas locales en su temporada, y no las evitaba. La mayoría de su comida era puesta sobre una estera en el piso. Ordenaba a la gente que comiera con la mano derecha y les prohibía que comieran con la mano izquierda, diciendo: “En verdad, Satán come y bebe con su mano izquierda”. Solía comer con tres dedos y los chupaba cuando terminaba. No comía recostado, sentado con las piernas cruzadas o descansando sobre una mano y comiendo con la otra; estas tres posiciones son de mal gusto. Solía comer sentado sobre sus nalgas con sus piernas derechas. Decía: “Yo me siento como un esclavo y como de la manera en que come un esclavo”. Cuando extendía su mano hacia la comida decía: “Bismillah” (En el nombre de Allah.) Le enseñaba a la gente que hicieran lo mismo, diciendo: “Cuando uno de ustedes come, debe pronunciar el nombre de Allah. Si se le olvida pronunciar el nombre de Allah al comienzo, debe decir: “Bismillah awwalahu wa ajirahu” (En el nombre de Allah al comienzo y al final)”.[140] Decía: “En verdad, Satán considera lícita para él la comida sobre la cual no es mencionado el nombre de Allah”.[141] Solía hablar durante la comida, y le ofrecía repetidamente más comida a sus invitados, como la gente generosa siempre hace. Cuando la comida era quitada solía decir: “Al-hamdulillahi hamdan kaziran taiban mubaarakan fihi ghaira makfiin wa la muwadda`in wa la mustaghnan `anhu rabbuna” (La alabanza sea para Allah, abundante, pura, y bendita, somos dependientes y necesitados de nuestro Señor)”.[142] Cuando era invitado a comer no se iría de la casa de su anfitrión hasta suplicar por ellos diciendo: “Aftara `indakumus-sa'imun wa akala ta`amakumul-abraar, wa sallat `alaikumul-mala'ikah” (Que aquellos que ayunan rompan su ayuno en vuestro hogar, y que los piadosos coman su comida, y que los ángeles invoquen bendiciones sobre ustedes.)[143] Solía suplicar por aquellos que invitaban a los pobres, y los elogiaba. Jamás mostró desdén por comer con alguna persona, joven o vieja, libre o esclava, beduina o emigrante. Si era invitado a comer mientras estaba ayunando, diría: “estoy ayunando”[144]. Le decía a aquellos que se les ofrecía comida que oraran por el anfitrión si estaban ayunando, y que aceptaran la invitación si no estaban ayunando. Cuando era invitado a comer y alguien lo seguía, le informaba al anfitrión, diciendo: “Este hombre nos siguió, por lo tanto si lo desea, permítale entrar, de lo contrario él deberá irse”.[145] Le decía a aquellos que se quejaban ante él de que la comida no era suficiente para satisfacer su hambre que se reunieran para la comida y que no se separaran, y que pronunciaran el nombre de Allah sobre ella para que Él la bendijera. El Profeta ﷺ decía: “Un ser humano no llena un recipiente peor que su estómago; unos cuantos bocados son suficientes para soportar su espalda. Pero si debe comer, entonces solo un tercio de su estómago para comida, un tercio para bebida y un tercio para aire”.[146] Entró en su casa una noche buscando comida y no encontró nada, por lo tanto dijo: “Allaahumma at`im man at`amani waski man sakaani.” (Oh Allah, dale de comer a quien me dé de comer y dale de beber a quien me dé de beber.)[147] Sus enseñanzas sobre beber[148] Sus enseñanzas sobre beber era la más perfecta para proteger la salud. Su bebida favorita era dulce y fría. Solía beber leche sin diluir y mezclada con agua. Decía: “Allaahumma barik lana fihi wa zidna minhu, fa innahu laisa shaiun iuyzi `anat-ta`aami wash-sharaabi illal-laban” (Oh Señor, bendícela e increméntala para nosotros, pues nada es tan suficiente como comida y bebida excepto la leche)”.[149] No era de sus enseñanzas beber durante la comida. Sus compañeros solían prepararle nabidh[150] en la noche y él lo bebía en la mañana siguiente, la noche siguiente y un día y una noche más hasta la tarde. Si quedaba algo de ello después de eso lo derramaba. El Profeta ﷺ no bebería de ello luego de tres días, por temor a intoxicarse. Era de sus enseñanzas beber sentado, y solía reprender a aquellos que bebían de pie. Pero una vez, él bebió estando de pie, lo cual fue dicho que sucedió por una razón o que la prohibición había sido abrogada, o de otra forma para mostrar que las dos maneras eran permitidas. Solía hacer tres pausas para respirar mientras bebía y decía: “Es mejor para aliviar la sed, es más satisfactorio y es más saludable”[151]. Esto quería decir que él retiraba el recipiente lejos de su boca y respiraba fuera de él. Decía: “Cuando bebas, no debes respirar dentro del recipiente sino retirarlo de tu boca”.[152] Prohibió beber del pico del recipiente. Solía pronunciar el nombre de Allah cuando empezaba a beber y alabarlo cuando terminaba. Decía: “Allah se complace con el servidor que come y lo alaba o que bebe y lo alaba”.[153] Solía ser provisto con agua fresca, pero él prefería el agua que había estado reposada. Cuando bebía, la pasaba hacia su derecha, incluso si había alguien a la izquierda más anciano que él. Ordenaba que los contenedores fueran cubiertos y cerrados firmemente, y pronunciar el nombre de Allah en ese momento. 18. Las enseñanzas del Profeta ﷺ en la Da`wah[154] El Profeta ﷺ invitaba a la gente al camino de Allah durante el día y la noche, en secreto y en público. Permaneció en La Meca tres años al principio de su Profecía, haciendo un llamado a la adoración de Allah en secreto. Pero luego un versículo fue revelado diciendo: “Difunde lo que se te ordena [públicamente] y despreocúpate de los idólatras”.[155] El Profeta ﷺ hizo caso de la orden de Allah sin temor a la crítica. Invitó a los ancianos y a los jóvenes, a los hombres libres y a los esclavos, a los hombres y a las mujeres a creer en Allah. Cuando la persecución y la tortura se hizo insoportable para sus compañeros en La Meca, les permitió que emigraran a Abisinia (Etiopía). El Profeta ﷺ fue a la ciudad de Taif, esperando encontrar apoyo. Los llamó a creer en Allah, pero nadie le respondió. Por el contrario, ellos lo maltrataron más que su propia gente y lo expulsaron, retornándolo a Makkah, en donde él entró bajo la protección de Mut`im ibn `Adii. Entonces continuó la difusión del Islam abiertamente por diez años, tomando ventaja de las temporadas anuales y visitando a los peregrinos a sus campamentos. El también hizo da`wah durante las temporadas de comercio de Okaz, Mayinnah y Dhil-Mayaaz y preguntaba por cada tribu y su campamento. Finalmente se encontró a seis personas de la tribu de Jazray en al-Aqabah. Les presentó el Islam y ellos lo aceptaron. A su retorno a la ciudad de Medina, ellos invitaron a la gente al Islam, y pronto éste se extendió de tal manera que el Islam estaba en todos los hogares. El año siguiente doce de ellos vinieron y tomaron el Compromiso de `Aqabah, comprometiéndose a obedecer, dar apoyo financiero y ordenar lo que es correcto y prohibir lo que es incorrecto. También se comprometieron a hablar acerca de Allah sin tener temor del reproche, y a ayudar y proteger al Profeta ﷺ de la misma forma en la que ellos se protegerían a ellos mismos, sus esposas y sus hijos a cambio de obtener como recompensa el Paraíso. Luego de eso retornaron a Medina, acompañados por Ibn Umm Maktoum t y Mus`ab bin `Umair t para que enseñaran el Corán y llamaran a la gente al camino de Allah. A través de su da`wah muchas personas entraron al Islam, entre ellas Usaid ibn Hudhair y Sa`d ibn Mu`adh y. Luego el Profeta ﷺ le permitió a los musulmanes emigrar a Medina y ellos empezaron a hacerlo. Él ﷺ y su compañero Abu Bakr t los siguieron con posterioridad. El Profeta ﷺ estableció una hermandad entre los emigrantes y los auxiliadores de Medina. Eran 90 hombres en total. Sus enseñanzas sobre seguridad, reconciliación y trato con los emisarios[156] Ha sido confirmado que el Profeta ﷺ dijo: “El derecho de protección es el mismo para todos los musulmanes; desde el más humilde puede ofrecerlo”.[157] También dijo: “Quien entre en un pacto no debe disolverlo hasta que éste expire o ellos lo violen primero”.[158] Dijo: “Quien dé seguridad a alguien y luego lo mate, yo soy inocente del asesino”.[159] Cuando los emisarios de Musailimah[160] se aproximaron a él, el Profeta ﷺ los oyó y luego dijo: “Si no fuera porque los emisarios no son matados, yo los haría mandado a ejecutar”.[161] Esa era su práctica: que los emisarios nunca debían ser matados. No detenía a un emisario si él escogía mantener su fe en lugar del Islam. Si algunos de sus enemigos entraban en un pacto con uno de sus compañeros sin su aprobación y éste no era perjudicial para los musulmanes, él lo admitía. El Profeta ﷺ hizo una tregua de paz de diez años con la tribu de Quraish, bajo la condición de que los musulmanes que vinieran a él de Quraish serían enviados de vuelta, mientras que nadie que lo abandonara para ir donde Quraish sería devuelto. Pero Allah canceló esta condición en el caso de las mujeres y ordenó que cuando ellas vinieran donde el Profeta ﷺ su fe debería ser examinada, y al ser confirmada su fe, ella no debía ser devuelta. Si una esposa no creyente escogía unirse a los no creyentes de Quraish, Allah le ordenaba a los musulmanes dar a aquellos cuyas esposas habían desertado el equivalente a lo que ellos habían gastado en el regalo prenupcial. Ellos debían exigirlo de los no creyentes dado que los no creyentes tenían un derecho similar cuando fuera que una mujer creyente se uniera a los musulmanes. El Profeta ﷺ no previno a Quraish de extraditar a ningún hombre que viniera a él, pero no les exigió a ellos volver ni les ordenó hacerlo. Pero cuando algunos de esos hombres mataron o tomaron la propiedad de los no creyentes luego de dejar al Profeta ﷺ y sin ir de vuelta a Medina, él ni lo desaprobaba ni garantizaba su seguridad. El Profeta ﷺ hizo un acuerdo con los Judíos de Jaibar luego de derrotarlos bajo la condición de que ellos se fueran del área. Les fue permitido tomar lo que fuera que sus monturas pudieran llevar. También llegó a acuerdo con ellos con relación a la tierra: que él tendría la mitad de sus cosechas, siempre y cuando ellos se quedaran con su permiso. Él ﷺ enviaba a alguien cada año para estimar el valor de lo sembrado y ver cuánto de ello era cosechado. Sus enseñanzas sobre la Da`wah a los gobernantes y enviarles emisarios y cartas[162] Cuando el Profeta ﷺ retornó del pacto de Hudaibiiah, le escribió a los reyes cercanos y les envió emisarios. Se dirigió al Emperador de Bizancio con una carta y un emisario. Éste estaba inclinado al Islam y estuvo a punto de declarar su fe pero no lo hizo. El Profeta ﷺ envió una carta a Nayashi (el gobernante de Abisinia, Etiopía), quien abrazo secretamente el Islam. Envió a Abu Musa al-Ash`ari t y a Mu`adh ibn Yabal t a difundir el Islam al Yemen, en donde la población acogió el Islam por su propia voluntad sin que hubiera batallas. Sus enseñanzas sobre el trato con los hipócritas[163] El Profeta ﷺ aceptó su demostración exterior de creencia, dejando sus intenciones internas para que sea Allah quien los juzgue. Él se opuso a ellos con argumentos convincentes. A veces, les hablaba fuertemente o usaba palabras elocuentes para llegar a sus conciencias. No ordenó jamás ejecutar a los hipócritas con el fin de mantener los corazones del pueblo en armonía. Cuando se le sugería que debía matarlos, él respondía: “No, porque la gente dirá que Muhámmad mata a sus compañeros”. 19. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre las súplicas[164]El Profeta ﷺ era el que mejor glorificaba a Allah, y todo lo que pronunciaba era en alabanza a Allah Todopoderoso. Lo que fuera que ordenara, prohibiera o sobre lo que legislara para la nación del Islam, era en esencia una glorificación a Allah. Incluso su silencio era una glorificación a Allah desde su corazón. Su glorificación y alabanza a Allah corría con su aliento, ya fuera que estuviese de pie o sentado o recostado o caminando o montando, o viajando o en su hogar, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él. Sus enseñanzas sobre glorificar a Allah durante el día y la noche Cuando llegaba la mañana solía decir: “Comenzamos la mañana en el estado natural del Islam siendo monoteístas, en la religión de nuestro Profeta Muhámmad, y en el camino de nuestro padre Abraham, un monoteísta inclinado hacia la verdad; quien no era de los que asociaban iguales a Allah”.[165] Decía: “Oh Señor, por Ti alcanzamos la mañana y por Ti alcanzamos la tarde. Por Ti vivimos y por Ti morimos, ante Ti seremos resucitados”.[166] También dijo: “Cuando los alcance la mañana, digan: ’La mañana ha venido a nosotros y el dominio le pertenece a Allah, el Señor de los Mundos. Oh Señor, pido de Ti el bien de este día, su éxito, su victoria, su luz, su bendición y guía recta. Y busco refugio en Ti del mal que éste contiene y del mal que lo sigue’”. Al llegar la tarde decía algo similar.[167] Dijo: “La mejor súplica para buscar el perdón es decir: ‘Oh Señor, Tu eres mi Señor –no hay dios sino Tú. Tú me creaste y yo soy Tu servidor; y mantengo Tu pacto y mi promesa hacia Ti tanto como me es posible hacerlo. Busco refugio en Ti del mal que yo mismo he hecho. Reconozco ante Ti mi pecado; perdóname. En verdad, nadie puede perdonar mis pecados excepto Tú’. Quien recite esto en la mañana con fe y muera el mismo día entrará al Paraíso. Y quien recite esto en la tarde con fe y muera esa noche entrará al Paraíso.”[168] También dijo: “Quien recite cada mañana: ‘La ilaaha'ill-Allaahu wahdahu la sharika lahu, lahul-mulku wa lahul-hamdu wa huwa `ala kulli shai'in qadir’ (No hay divinidad sino Allah, Único, sin asociados. Suya es la soberanía, a Él pertenece toda alabanza y Él es sobre toda cosa poderoso) cien veces al día, será recompensado con el equivalente a liberar a diez esclavos, cien buenas acciones le serán registradas y cien malas acciones le serán borradas. Ese día será protegido de Satán hasta la noche, y nadie podrá presentar algo mejor que eso [el Día del Juicio] excepto quien haya hecho más (obras de bien)”.[169] Solía suplicar en la mañana y en la noche con estas súplicas: “Oh Señor, te pido por buen juicio en este mundo y en el Más Allá. Oh Señor, te pido el perdón y el buen juicio en mi religión y mi vida mundana, mi familia y mi propiedad. Oh Señor, cubre mis faltas y calma mis temores. Oh Allah protégeme por delante, por detrás, por mi derecha y por mi izquierda y por encima de mí. Busco refugio en tu grandeza de ser tragado por la tierra”.[170] Dijo: “No hay servidor de Allah que recite cada mañana y cada tarde: 'En el nombre de Allah con cuyo nombre nada puede causar daño en la tierra o en los cielos, Él todo lo escucha, todo lo sabe' tres veces sin obtener protección contra todo perjuicio”.[171] Abu Bakr as-Siddiq t le preguntó: “Oh Mensajero de Allah, enséñame qué decir cuando llegue la mañana y cuando llegue la tarde”. Le dijo: “Di: ’Oh Señor, Creador de los cielos y de la tierra, Conocedor de lo oculto y lo manifiesto, Señor, soberano y dueño de todas las cosas, atestiguo que no hay dios sino Tu. Busco refugio del mal de mí mismo y del mal de Satán y sus socios, de que me perjudique a mí mismo, o perjudique a otra persona’”. El Profeta ﷺ añadió: “Di esto en la mañana, en la tarde y cuando vayas a la cama”.[172] Sus enseñanzas sobre glorificar a Allah cuando entra o sale del hogar[173] Cuando salía de su hogar, el Profeta ﷺ solía decir: “Bismillaah, tawakkaltu `ala Allah” (En el nombre de Allah, confío en Allah), y luego añadía: “Oh Señor, busco refugio en Ti de desviarme o desviar a alguien, de causar que alguien resbale o me resbale, de hacerle mal a alguien o que me hagan mal, de comportarme mal o de que alguien se comporte mal conmigo”.[174]Enseñaba: “Aquel que dice al dejar su hogar: 'Bismillaah, tawakkaltu `ala Allaah, la hawla wa la quwwata illa billaah' (En el nombre de Allah, confío en Allah. No hay fuerza ni poder excepto a través de Allah) le será dicho: 'Has sido guiado, sustentado y protegido, y Satán permanecerá alejado de ti'.”[175] Cuando salía para la oración del fayr decía: “Oh Señor, da luz a mi corazón, luz a mi lengua, luz a mis oídos, luz a mi vista, luz detrás de mí, luz delante de mí, luz sobre mi y luz debajo de mi. Oh Allah, ilumíname”.[176] Decía: “Cuando un hombre entra a su hogar debe decir: 'Oh Señor, te pido por la mejor entrada y la mejor salida. En el nombre de Allah entramos y confiamos en Allah, nuestro Señor'. Luego debe saludar a su familia”.[177] Sus enseñanzas sobre mencionar a Allah al ingresar o salir de la mezquita[178] Cuando entraba a una mezquita, el Profeta ﷺ solía recitar: “A`udhu billaahil-`adim wa bi-wayhihil-karim wa bi-sultaanihil-qadimi minash-shaitaanir-rayim” (busco refugio en el Grandioso y en su noble semblante y su autoridad eterna de Satán, el rechazado) Dijo: “Cuando alguien dice esto, Satán dice: ‘Él ha sido protegido de mi por el resto del día’”.[179] También decía: “Cuando uno de ustedes entra a la mezquita, que invoque bendiciones sobre el Profeta Muhámmad ﷺ, y que diga: 'Allaahumma iftah li abwaaba rahmatik' (Oh Señor, abre para mí las puertas de Tu misericordia), y al dejar la mezquita que diga: 'Allaahumma inni as'aluka min fadhlik.' (Oh Señor, concédeme de Tu abundancia)”.[180] Sus enseñanzas al ver la luna creciente[181]Cuando veía la luna nueva de cada mes, el Profeta solía decir: “Oh Señor, haz que salga sobre nosotros con prosperidad y fe, con paz e Islam. (Dirigiéndose a la luna decía) Nuestro Señor y tu Señor es Allah”.[182] Sus enseñanzas al estornudar y al bostezar[183] Está confirmado que el Profeta ﷺ dijo: “A Allah le agrada el estornudo, y le disgusta el bostezo. Por lo tanto si uno de ustedes estornuda, y alaba a Allah, entonces es deber de quien le oye decir: 'Yarhamuk-Allah' (Que Allah te conceda misericordia). Sobre el bostezo, este es causado por Satán, por lo tanto si uno de ustedes va a bostezar, que lo retenga tanto como pueda, debido a que cuando alguien bosteza Satán se ríe de él”.[184] Cuando el Profeta ﷺ estornudaba, solía cubrir su boca con su mano o su prenda de vestir y suprimía el sonido.[185] Cuando estornudaba y alguien le decía: “Yarhamuk-Allah”, él solía responder: “iarhamuna-Allaahu wa iiakum wa iaghfiru lana wa lakum” (Que Allah tenga misericordia de nosotros y nos perdone). Dijo: “Cuando uno de ustedes estornude que diga: 'Al-hamdu lillaah' (Alabado sea Allah), y su hermano o compañero debe decirle: 'Yarhamuk-Allah' (Que Allah tenga misericordia de ti). Entonces, cuando diga: 'Yarhamuk-Allah', él debe decir: 'iahdikumullaahu wa yuslihu baalakum' (Que Allah te guíe y mejore tus asuntos).”[186] También decía: “Si uno de ustedes estornuda y alaba a Allah (diciendo ‘Al-hamdulillah’), entonces que le digan: 'Yarhamuk-Allah', pero si no alaba a Allah, entonces no se le dice nada”.[187] Cuando alguien estornudaba más de tres veces, no seguía repitiendo las súplicas por él, sino que decía: “Ese hombre tiene un resfrío”.[188] Fue narrado que los Judíos pretendían estornudar en su presencia esperando que él respondiera diciendo: 'Que Allah tenga misericordia de ti', pero él ﷺ solo decía: 'Yahdikum-ullaahu wa yuslihu baalakum.' (Que Allah te guíe y mejore tu condición.)[189] Sus enseñanzas sobre la súplica al ver una persona afligida[190]Quien ve a una persona afligida y dice: 'Al-hamdu lil-laahilladhi `aafaani mimmabtalaaka bihi wa fadh-dhalani `ala kazirin mimman jalaqa tafdhila' (La alabanza sea para Allah quien me ha hecho exento de eso con lo que te ha probado y me ha dado preferencia sobre muchos de aquellos que ha creado) no será tocado por esa aflicción, no importa cuál sea”.[191] Sus enseñanzas al oír el sonido de un burro o un gallo[192]El Profeta ﷺ le ordenó a su gente que cuando oyeran el rebuznar de un burro buscaran refugio en Allah de Satán, y al oír el canto de un gallo, pedirle a Allah de Su abundancia.[193] Sus enseñanzas sobre la ira[194] El Profeta ﷺ instruyó a quien sintiera ira que hiciera el wudhu', que se sentara si estaba de pie, se acostara si estaba sentado y que buscara refugio en Allah de Satán. 20. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre recitar el Corán[195] El Profeta ﷺ solía recitar un hizb[196] regularmente cada día sin falta. Solía recitar lenta y pausadamente, sin prisa, pero con pronunciación distintiva de cada letra. Solía empezar su recitación buscando refugio en Allah de Satán, diciendo: “A`udhu billaahi minash-shaitaanir-rayim” (busco refugió en Allah de Satán, el rechazado) En ocasiones diría: “Oh Señor, busco refugio en Ti de Satán, el rechazado, de su sugestión, su susurro y su aliento.”[197] Solía recitar el Corán de pie, sentado o recostado, con el wudhu' o sin él. Nada le impedía recitarlo excepto el estado de impureza mayor a causa de la actividad sexual. Solía recitar deteniéndose al final de cada versículo, y solía recitar una surah tan lentamente que parecía más larga de lo que realmente era. Solía entonar la voz cuando recitaba el Corán, y decía: “No es de nosotros quien no recita melodiosamente el Corán”[198]. También decía: “Embellezcan el Corán con sus voces”.[199] Solía alargar la pronunciación de las vocales extendidas “madd”, por ejemplo, extendía las palabras “ar-Rahmaaaan” (el Enteramente Misericordioso) y “ar- Rahiiiiim” (el Especialmente Misericordioso). Al Profeta ﷺ le gustaba oír el Corán recitado por alguien más distinto a él mismo. Cuando durante la recitación llegaba a un versículo saydah (de prosternación), solía decir: “Aláhu akbar” y se prosternaba.[200] Durante su prosternación solía decir: “Mi rostro se ha prosternado ante quien lo creó, lo formó y le dio su oído y su vista a través de Su fortaleza y poder”.[201] Podía decir: “Oh Señor, por esta prosternación remueve de mi un pecado, registra para mí una recompensa y guárdala Contigo y acéptala como la aceptaste de Tu servidor, (el profeta) David”.[202] No decía: “Aláhu akbar” cuando se levantaba de su prosternación, ni recitaba nunca el tashahhud después de ella ni el salám. 21. Las enseñanzas del Profeta ﷺ durante el sermón[203] Cuando el Profeta ﷺ daba un sermón sus ojos solían enrojecerse y su voz se hacía más fuerte. Su enojo se incrementaba como si él estuviera advirtiendo sobre la invasión de un ejército diciendo: “La última Hora vendrá en cualquier momento de la mañana o la tarde”. Solía decir también: “La Hora final y yo hemos sido enviados como estos dos”, y juntaba sus dedos índice y medio. Y solía decir: “En verdad, la mejor palabra es el Libro de Allah y la mejor Guía es la Guía de Muhámmad, y los peores asuntos en religión son los inventados, todo asunto inventado (en la religión) es un desvío y todo desvío lleva al Infierno.[204] Siempre empezaba un sermón con alabanzas a Allah. Solía enseñarle a sus compañeros un comienzo para cada sermón: “La alabanza sea para Allah, lo alabamos, buscamos Su ayuda y pedimos Su perdón. Buscamos refugio en Allah del mal que existe en nosotros mismos y de nuestras malas acciones. A quien Allah guía, nadie lo puede desviar y a quien Allah abandona, nadie lo puede guiar. Atestiguo que no hay divinidad sino Allah y que Muhámmad es Su servidor y mensajero”. Luego recitaba estos tres versículos del Corán: “¡Oh, creyentes! Temed a Allah como es debido y no muráis sino sometidos a Él”.[205]“¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su cónyuge e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a Allah, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco. Por cierto que Allah os observa”.[206]“¡Oh, creyentes! Temed a Allah, y hablad sólo con la verdad. Él hará prosperar vuestras obras y perdonará vuestros pecados. Sabed que quien obedece a Allah y a Su Mensajero obtendrá un triunfo grandioso”.[207]Solía enseñar a sus compañeros la oración para pedir el bien istijaarah (dejando los asuntos en manos de Allah) en todos los asuntos dándole la misma importancia que le daba a enseñarles una surah del Corán. Dijo: “Cuando uno de ustedes tenga la intención de hacer algo, que ore dos rak`at además de la oración obligatoria y que luego diga: “Allaahumma inni astajiruka bi`ilmika wa astaqdiruka biqudratika wa as'aluka min fadhlikal-`adim. Fa'innaka taqdiru wa la aqdiru wa ta`lamu wa la a`lamu wa anta `allaamul-ghuiub. Allaahumma in kunta ta`lamu anna haadhal amra - jairun li fi dini wa ma`aashi wa `aaqibati amri, faqdurhu li wa iassirhu li, zumma baarik li fih. Wa in kunta ta`lamu anna haadhal-amra sharrun li fi dini wa ma'aashi wa `aaqibati 'amri, fasrifhu `anni wasrifni `anhu waqdur li al-jaira hayzu kaana, zumm ardhini bih.” (Si alguno de vosotros le aqueja algún asunto entonces que realice dos raka’at voluntarias, no las oraciones obligatorias (sino luego de ellas) después que diga: Oh Allah te pido el bien de lo que Tú tienes conocimiento ¡Oh Allah!, por cierto que te consulto porque Tuyo es el conocimiento y el poder. Busco fortaleza y ruego Tu inmenso favor, porque ciertamente Tú puedes y yo no puedo, Tu sabes y yo no sé, Tu eres el Conocedor de lo Oculto. ¡Oh Allah! Si Tú conoces que este asunto… ( y pronuncia su necesidad, asunto o problema) es bueno para mí, para mi Din, mi vida y mi muerte, entonces decrétalo, facilítamelo y bendíceme con ello. (En cambio) Si Tú conoces que este asunto será un mal para mí, para mi Din, para mi vida y mi muerte, entonces aléjalo de mí y decreta para mí lo que es bueno dondequiera que sea, y hazme quedar satisfecho con ello. 22. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre dormir, despertar y los sueños[208] El Profeta ﷺ solía dormir sobre una estera, un tapete de cuero, un tapete de paja, o sobre una cama. Su estera estaba hecha de cuero relleno de fibra, y lo mismo era su almohada. No dormía más de lo que necesitaba, ni tampoco se negaba a sí mismo el sueño que necesitara. Solía dormir en la primera parte de la noche y orar en la última parte. También pasaba la primera parte de la noche encargándose de los asuntos de los musulmanes. Cuando se detenía para descansar tarde en la noche durante un viaje, dormía sobre su lado derecho. Pero cuando se detenía justo antes del amanecer, ponía su cabeza sobre su brazo. Cuando dormía nadie lo despertaba hasta que se despertaba por sí mismo. Sus ojos dormían pero su corazón permanecía despierto. Cuando se retiraba a la cama solía decir: “Bismik- Allaahumma namutu wa nahya.” (Oh Señor, en Tu nombre vivimos y morimos)[209]. Hacía una copa con sus manos, soplaba dentro de ellas, y recitaba dentro de ellas Sura Al-Ijlaas, Al-Falaq y An-Nas y luego frotaba sobre su cuerpo, empezando por su cabeza, cara y la parte frontal de su cuerpo. Hacía esto tres veces.[210] Solía dormir sobre su lado derecho y ponía su mano debajo de su mejilla derecha. Luego decía: “Allaahumma qini `adaabaka yawma tab`azu `ibaadak.” (Oh Señor protégeme de tu castigo en el Día en el que resucites a tus servidores)[211]. Le dijo a algunos de sus compañeros: “Cuando ustedes se retiren a sus camas, hagan el wudhu' como lo hacen para la oración, luego acuéstense sobre su lado derecho y digan: 'Allaahumma aslamtu nafsi ilaika wa wayyahtu wayhi ilaika wa fawwadhtu amri ilaika wa alya'tu dahri ilaika, raghbatan wa rahbatan ilaik. La malya'a wa la manyaa minka illa ilaik. Aamantu bikitaabik-alladhi anzalta wa binabiik- alladhi arsalt' (Oh Señor me he sometido a Ti, he confiado a Ti mis asuntos, he vuelto mi rostro hacia ti, y he depositado mi completa confianza en Ti, con esperanza y temor, no hay refugio ni salvación de Ti, salvo en Ti, he creído en el libro que Has revelado, y en el Profeta que has enviado). Quien haga de estas sus últimas palabras, si muere esa noche morirá en el estado natural del Islam”.[212] Cuando se levantaba para la oración de la noche decía: “Oh Allah Señor de Yibril (el arcángel Gabriel), de Mikail (el arcángel Miguel), Israfil (el arcángel Rafael). Originador de los cielos y de la tierra, conocedor de lo oculto y de lo manifiesto. Tú decides entre tus siervos sobre lo que solían tener diferencias. Guíame hacia la verdad con tu beneplácito. Ciertamente Tú guías a quien quieres por el sendero recto”[213] Cuando se despertaba del sueño solía decir: “Al-hamdu lillaahi-lladi ahiaana ba`da ma amaatana wa ilaihin-nushur.” (La alabanza sea para Allah quien nos ha traído a la vida luego de la muerte, y ante Él resucitaremos para que nos juzgue por nuestras obras). Luego de esto se limpiaba los dientes y ocasionalmente recitaba los últimos diez versículos de Surah Aali-`Imran.[214] Solía despertarse cuando el gallo cantaba y decía: “Al-hamdulillah (La alabanza sea para Allah), “Aláhu akbar” (Allah es el más grande), y “La ilaaha ill-Allah” (No hay divinidad salvo Allah), y luego hacía súplicas. Decía: “Un buen sueño es de Allah, y un mal sueño es de Satán. Por lo tanto si alguno de ustedes tiene un sueño que le disguste, debe escupir [levemente] a su izquierda tres veces cuando se despierte y buscar refugio en Allah de Satán, y de esa forma el sueño no lo perjudicará. Y no le debe decir a nadie acerca de él. Pero si ve un buen sueño debe considerarlo buenas nuevas pero no hablar de ello excepto a quienes ama”.[215] Y el aconsejaba a todo aquel que tuviera un mal sueño darse la vuelta hacia el otro lado, y le aconsejaba a él orar. 23. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre arreglarse, la apariencia y la vestimenta[216] El Profeta ﷺ con frecuencia usaba esencias y le agradaba el perfume. Nunca lo rehusó si se le ofrecía. Su esencia favorita era el almizcle. Le gustaba el siwaak (cepillo de dientes), y lo usaba ya fuera que estuviera ayunando o no. También lo usaba al despertar, antes de completar el wudhu', al momento de orar y al entrar en su hogar. Usaba delineador en los ojos y decía: “El mejor delineador es el antimonio; aclara tus ojos y ayuda a crecer el cabello”.[217] Solía peinar su pelo y su barba él mismo, y otras veces Aisha y lo hacía por él. Sus enseñanzas sobre afeitar la cabeza era afeitarla completa o dejarse crecer el cabello. Prohibía afeitar una parte de la cabeza y dejar otra sin afeitar. Nunca fue reportado que afeitara su cabeza excepto como parte de los ritos del Hayy y la Umrah. Su cabello no era ni corto ni largo, pero llegaba hasta los lóbulos de sus orejas. Decía: “Sean diferentes a los politeístas, dejen crecer la barba y recorten el bigote”.[218] Solía vestir la ropa que estuviera disponible, fuera de lana, algodón o lino. Su vestimenta preferida era la camisa larga. Vistió una túnica Yemení y una de color verde, prendas largas abiertas en el frente o atrás, pantalones, una faja en la cintura y un manto. Vistió calzado de cuero, sandalias y un turbante. Solía envolver la punta de su turbante debajo de su quijada. Algunas veces dejaba caer la punta del turbante por su espalda y otras veces la dejaba en su lugar. Vistió prendas negras y uso una falda y una capa de color roja. Usaba un anillo de plata y volteaba su piedra hacia la palma de su mano. Si vestía una prenda nueva decía: “Oh Señor, eres Tú quien me ha dado esta camisa o manto o turbante. Te pido su bien y el bien para el cual fue hecho, y busco refugio en Ti de su mal y el mal para el cual fue hecho”.[219] Cuando se ponía una camisa, siempre comenzaba por el lado derecho. Daba prioridad al lado derecho al ponerse los zapatos, peinarse, en el wudhu' y al tomar y dar algo. Cuando estornudaba, él solía poner su mano o su prenda sobre su boca para acallar el sonido. Era más tímido que una doncella en sus habitaciones privadas. Se reía cuando algo era gracioso, pero su risa era, usualmente, no más que una sonrisa. Cuando era más extrema se podían ver sus molares. Su llanto era similar a su risa; no lloraba levantando excesivamente su voz. Pero sus ojos derramaban lágrimas y el murmullo de su pecho podía ser oído. 24. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre saludar y pedir permiso[220] Era de sus enseñanzas saludar a la gente cuando llegaba y despedirse al irse. Enseñó a difundir el saludo “As-salaamu `alaikum” (La paz sea contigo). Dijo: “Los jóvenes deben saludar a los más ancianos, el que pasa debe saludar al que está sentado, el que va montado debe saludar al que va a pie y el grupo más pequeño debe saludar al grupo más grande”.[221] Era el primero en saludar a quien se encontrara, y cuando alguien lo saludaba él inmediatamente contestaba con un saludo similar o mejor, a menos que no hubiera razón para hacerlo, tal como durante una oración o cuando estaba dentro del baño. Tenía la costumbre de comenzar el saludo diciendo: “As-salaamu `alaikum wa rahmatullaah”. A él no le gustaba empezar con: “Alaikas-salam”, sino que respondía a un saludo de un musulmán diciendo: “Wa`alaikas-salam” (y que sobre ti sea la paz). Cuando saludaba a un gran número de personas y su saludo no era oído, lo repetía tres veces. Enseñó que quien entraba a una mezquita debería hacer primero que nada dos rak`at de oración para saludar a la mezquita antes incluso de saludar a las personas. No contestaba a un saludo con su mano, con su cabeza o con su dedo excepto durante la oración, cuando contestaba con una señal. Cuando pasaba junto a los niños los saludaba, y si pasaba junto a un grupo de mujeres las saludaba. Sus compañeros pasaban al lado de una mujer anciana luego de la oración del viernes y la saludaban. Solía enviar sus saludos a alguien ausente y transmitir los saludos de otros. Y cuando alguien traía un saludo él respondía: “Y también para quien lo transmitió”. Fue preguntado: “Cuando un hombre se encuentra a su hermano musulmán ¿debe inclinarse ante él? Él contestó ﷺ: “No”. Le fue preguntado: “¿Debe besarlo? Dijo: “No”. Le preguntaron: “¿Debe estrechar su mano?” Respondió: “Si”. Nunca sorprendía a su familia entrando inadvertidamente como si desconfiara de ellos. Sino que saludaba y preguntaba por ellos. Cuando entraba donde su familia por la noche los saludaba de forma que él pudiera ser oído por aquellos que estuvieran despiertos pero que no despertara a los que estuviesen dormidos.[222] Cuando pedía permiso para entrar y era preguntado: “¿Quién es?”, solía responder con su nombre completo o su apodo, pero no decía: “Soy yo”. Tenía la costumbre de pedir permiso tres veces, y si no oía una respuesta afirmativa se iba. Solía enseñar a sus compañeros a saludar antes de pedir permiso para entrar. Cuando llegaba a la casa de alguien no se paraba de frente a la puerta sino que esperaba en su esquina derecha o izquierda. Él decía: “El permiso [para entrar] fue ordenado debido (a la obligación de preservar) la vista (de la intimidad de la gente)”.[223] 25. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre hablar, mantener silencio y la lógica[224] El Profeta ﷺ era el más elocuente entre las personas y sus palabras eran las más placenteras, las más fluidas y las más lógicas. Permanecía en silencio por largos períodos, sin hablar cuando no era necesario. No hablaba acerca de lo que no le concernía y sólo hablaba cuando la recompensa de Allah era de esperar. Hablaba con palabras concisas y llenas de significado. Sus palabras era descriptivas pero pocas, ni muy rápidas como para que no fueran recordadas, ni muy lentas e interrumpidas por pausas. Era selectivo en su hablar y escogía las mejores expresiones, era el más lejano de la rudeza y de la indecencia. Le disgustaba el uso de palabras de halago para aquellos que no las merecían, y el uso de palabras rudas para aquellos que no las merecían. Por eso prohibió decirle a un hipócrita: “señor” o referirse a Abu Yahl como Abul-Hakam[225] o llamar a cualquier gobernante “rey de reyes” o “Jalifatullah (Representante de Allah)”. Enseñó a todo el que estuviera afligido por Satán que dijera: “Bismillah” (En el nombre de Allah) en lugar de maldecir, o de insultar o de suplicar en contra de Satán. Alentaba a usar buenos nombres e instruía que cuando un emisario era enviado, debía tener un buen nombre y un buen rostro. El solía mencionar el significado de los nombres y asociar entre el significado del nombre y su dueño. Dijo: “Los nombres más amados para Allah son: 'Abdullah' y 'Abdur-Rahman', los más verdaderos son 'Hariz' y 'Hammam', y los más feos son 'Harb' y 'Murrah'.” El Profeta ﷺ cambió el nombre 'Asiah (desobediente) por Yamilah (hermosa), y cambió Asram (rígido-inflexible) a Zur`ah (semilla-sembrado). Cuando llegó a Medina ella era llamada 'Yazrib', y él cambió su nombre por Taibah. Le asignaba una kuniah[226] a algunos de sus compañeros, a algunos niños y a algunas de sus esposas. Solía asignar una kuniah a aquellos que tenían un hijo y a aquellos que no lo tenían. Dijo: “Pueden usar mi nombre (Muhammad), pero no usen mi kuniah.”[227] Enseñó que no usaran el nombre `atama (oscuridad) para el `isha. Y prohibió que llamaran a las uvas karm, diciendo: “Karm es el corazón del creyente”.[228] Prohibió que se diga: “Llovió debido a tal y cual estrella” o “Lo que sea que Allah y tú deseen” o jurar por cualquier cosa distinta a Allah. También advirtió en contra del uso excesivo de juramentos, o en contra de decir cosas como: “Fulano es un judío (u otra cosa) si hace esto y aquello” El Profeta ﷺ prohibió a un amo llamar a su sirviente “mi esclavo” y le prohibió a la gente decir: “Mi alma se ha vuelto maligna” o maldecir a Satán, y prohibió suplicar: “Oh Allah, perdóname si lo deseas”.[229] Prohibió insultar al tiempo, al viento, a la fiebre o al gallo. También prohibió invitar a la gente a las costumbres paganas y supersticiosas del periodo pre -Islámico, tal como el nacionalismo fanático. 26. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre caminar y sentarse[230] Solía caminar inclinándose hacia adelante como si bajara de una pendiente. Su caminar era distinguido por su velocidad, buena forma y su calma. Solía caminar descalzo o usando zapatos. Solía montar camellos, caballos, mulas y burros. Montaba los caballos algunas veces ensillados y otras veces sin ensillar, y solía montar a alguien detrás o delante de él. Se sentaba en el suelo, en una estera de paja o en una pequeña alfombra. Solía reclinarse sobre un cojín, sobre su lado derecho o sobre su lado izquierdo. Tenía la costumbre de sentarse en cuclillas y algunas veces con una pierna sobre la otra. Se apoyaba sobre uno de sus compañeros cuando se sentía débil. Prohibió sentarse en un área media entre la sombra y el sol. Le disgustaba que la gente dejara una reunión sin haber mencionado a Allah y decía: “Quien se siente en una reunión en la cual Allah no es mencionado, encontrará remordimiento ante Allah”.[231] Decía: “Quien se siente en una reunión en la que se hable mucho y diga antes de levantarse: 'Subhaanak-Allaahumma wa bihamdik. Ash-hadu alla ilaaha illa ant. Astaghfiruka wa atubu ilaik'. (Glorificado y alabado seas Oh Señor. Atestiguo que no hay dios excepto Tú. Pido tu perdón y me arrepiento ante Ti). Allah lo perdonará sin importar lo que haya ocurrido en esa reunión”.[232] 27. Las enseñanzas del Profeta ﷺ ante los tiempos buenos y malosLa enseñanza del Profeta ﷺ y de sus compañeros era la de hacer saydat ash-shukr (prosternación de gratitud) cuando recibían una bendición o evitaban una adversidad. Cuando sucedía algo que lo complacía o recibía buenas noticias, él se prosternaba en gratitud hacia Allah.[233] 28. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la angustia, la ansiedad, la depresión y la pena[234] El Profeta ﷺ tenía la costumbre de decir en tiempos de calamidad: “No hay divinidad sino Allah, el Grandioso, el Magnánimo. No hay divinidad sino Allah, el Señor del Gran Trono. No hay divinidad sino Allah, el Señor de los siete cielos, el Señor de la Tierra y del noble Trono”.[235] Cuando algo lo angustiaba, decía: “Oh Viviente, Oh Subsistente, en Tu misericordia busco refugio”.[236] Dijo: “La súplica del angustiado es: “Oh Señor en Tu misericordia busco asistencia, rectifica todos mis asuntos y no me dejes librado a mí mismo, ni siquiera por un pestañeo (un instante). No hay dios sino Tú”.[237] Cuando estaba angustiado solía orar.[238] El Profeta ﷺ dijo: “Si un servidor (de Allah) está afligido, con ansiedad o pena y dice: ‘Oh Señor soy Tu siervo, hijo de Tu siervo y Tu sierva, mi completo dominio está en tus manos, tus órdenes he tratado de llevarlas a cabo, tu decreto sobre mi es justo, te suplico por todos tus nombres con los cuales te has llamado a Ti mismo, o lo hayas revelado en tu libro, o lo hayas enseñado a alguien de tu creación, o lo hayas preservado en tu conocimiento oculto, que conviertas al Corán en lo que revive mi corazón, la luz de mi pecho, que da final a mi tristeza y alivia mis preocupaciones', Allah hará desaparecer su ansiedad y angustia y las reemplazará con felicidad”.[239] El Profeta ﷺ solía enseñar a sus compañeros que cuando tuviesen temor, dijeran: “Me refugio en las palabras perfectas de Allah, de Su enojo y Su castigo, de la maldad de Sus siervos, de las sugestiones de los demonios, y de su presencia”.[240] También dijo ﷺ: “Si un servidor es afligido por una calamidad y dice: 'Inna lillaahi wa inna ilaihi raayi`un; Allaahumm-ayurni fi musibati wa-jlifli jairan minha' (Ciertamente a Allah pertenecemos, y a Él será el retorno. Oh Señor recompénsame en esta aflicción, y reemplázala por algo mejor) Allah lo recompensará en su aflicción y le concederá una situación mejor”.[241] 29. Las enseñanzas del Profeta ﷺ en relación a los viajes[242] El Profeta ﷺ prefería viajar temprano en la mañana, y los días jueves. No le gustaba que alguien viajara solo en la noche, y le disgustaba que la persona viajara sola. Enseñó que cuando los viajeros fueran tres debían nombrar a uno como su líder. Cuando montaba su camello solía decir: “Allaahu akbar” tres veces, y luego: “Subhaan-alladhi sajjara lana hadha wa ma kunna lahu muqrinin. Wa inna ila rabbina lamunqalibun. Allahumma innaa nas.áluka fii sáfarinaa haadha al birra wa ttaquaa, wa minal 'amali maa tarDaa, Allahumma háwwin 'aleinaa sáfaranaa haadhaa wa áTui 'annaa bu'dahu, Allahumma Anta aSSáájibu fiis sáfari, wal Jalíífatu fiil ahli, Allahumma innii 'audhu bika min wa'zaa.i assáfari, wa káábatil mánDhari, wa suu.il munqálabi fiil maal wal ahli. (Allah es grande, Allah es grande, Allah es grande. Bendito sea Allah que nos facilitó esto que antes no poseíamos, y a nuestro Señor regresaremos, Oh Señor, te rogamos que en este viaje realicemos lo que te complace. Allah mío, facilítanos el viaje y acorta sus distancias. Oh Señor, Tú eres mi compañero en este viaje, y bajo tu protección dejé mi familia. Allah mío, me refugio en Ti de todo lo malo que pueda encontrar en este viaje, y todo lo que pueda suceder con mis bienes y mi familia)”.[243] Cuando regresaba añadía: “'aaibuna, taa'ibuna, `abiduna, li-rabbinaa haamiduna' (Regresamos adorándote, arrepentidos y agradecidos a nuestro Señor).”[244] Cuando ascendía las colinas tenía la costumbre de decir: “Aláhu akbar” y cuando descendía a los valles solía decir: “Subhanallah”. Un hombre le dijo: “Tengo la intención de viajar”. Entonces el Profeta ﷺ le dijo: “Te aconsejo que seas consciente de Allah, y que digas 'Aláhu akbar' en cada elevación (del camino)”.[245] Cuando el amanecía durante un viaje él decía: “Un oyente ha escuchado nuestra alabanza a Allah y las buenas pruebas. Nuestro Señor esté con nosotros y nos dé su favor. Busco refugio en Allah del Fuego del Infierno”.[246] Cuando despedía a sus compañeros que comenzaban un viaje, solía decirles: “Que Allah proteja tu religión, tu confianza y tus últimos actos [antes de la muerte]”.[247] El Profeta ﷺ dijo: “Cuando uno de ustedes se detiene en un lugar en el camino, debe decir: “A`udhu bikalimaat-illaahit-taammati min sharri ma jalak” (Busco refugio en las palabras perfectas de Allah del mal que existe en lo que El creó). Quien lo diga nada le hará daño hasta que deje ese lugar”.[248] Instruyó al viajero que cuando hubiera cumplido el propósito de su viaje apresurara el regreso a su familia. Solía prohibir a la mujer musulmana que viajara sin un mahram,[249] incluso por una distancia cercana a las 12 millas. También prohibió llevar una copia del Corán (en árabe) a tierra enemiga por temor a que caiga en manos enemigas. Viajó cuatro veces: para la Hiyrah (emigración), para el yihad (para defender a su comunidad del ataque de los idólatras), para la ‘Umrah y para el Hayy. Durante sus viajes solía acortar las oraciones de cuatro rak`at y las oraba como de dos desde el tiempo en el que se iba hasta cuando regresaba. Solamente oraba las oraciones obligatorias, y sólo rezaba como voluntarias el witr y la sunnah antes de la oración del fayr. No especificó ninguna distancia para su gente para la cual acortar las oraciones o romper el ayuno. No era de sus enseñanzas unir las oraciones obligatorias mientras montaba o acampaba durante un viaje. Solamente unía las oraciones mientras estaba viajando o cuando reiniciaba su viaje inmediatamente luego de un tiempo de oración. Cuando partía antes del mediodía retrasaba la oración del Duhr hasta cuando llegaba el tiempo de una oración del `asr, entonces desmontaba y combinaba las dos oraciones. Pero si el tiempo de la oración del Duhr comenzaba antes de que empezara el viaje, oraba primero y luego iniciaba el viaje. Cuando estaba viajando retrasaba la oración del maghrib hasta el tiempo del `isha y entonces las unía. Tenía la costumbre de hacer oraciones voluntarias en el día y en la noche durante el viaje, mientras montaba su camello. Orientaba su rostro en la dirección en la que iba y hacía el ruku` y el suyud inclinando la cabeza. La bajaba más en suyud que en ruku`. Una vez viajó en Ramadán y rompió su ayuno, pero le dio a sus compañeros la oportunidad de escoger entre ayunar y no ayunar. Con frecuencia usaba calzado de cuero durante el viaje. Prohibió que al regresar luego de una larga ausencia el hombre golpeara la puerta de su casa por la noche. Decía: “Los ángeles no acompañarán a un grupo de viajeros entre quienes haya un perro o una campana”.[250] Cuando regresaba de un viaje, solía detenerse primero en la mezquita y oraba dos rak`at. Él era bienvenido primero por los niños del hogar. Tenía la costumbre de abrazar a las personas al volver de un viaje y lo besaba si era de su familia. 30. Las enseñanzas del Profeta ﷺ sobre la medicina, los tratamientos y la visita a los enfermos[251] Era de las enseñanzas del Profeta ﷺ buscar tratamiento médico y ordenaba a su familia y compañeros afligidos por alguna enfermedad que buscaran tratamiento médico. Decía: “Allah no ha descendido ninguna afección sin haber descendido también su cura”.[252] Decía: “Oh servidores de Allah, busquen un tratamiento médico”.[253] Tenía tres tipos de tratamiento para una dolencia: por medicinas naturales, por remedios divinos y por la combinación de ambos. Prohibió el tratamiento con embriagantes o sustancias impuras. Solía visitar a sus compañeros cuando enfermaban. Visitó a un niño judío enfermo que solía servirlo, y visitó a su tío que era politeísta. A ambos los invitó al Islam. El niño judío aceptó el mensaje pero su tío no. Solía acercarse al enfermo, sentarse cerca de su cabeza y preguntaba acerca de su condición. No era de las enseñanzas del Profeta asignar un día o un tiempo específico para visitar a los enfermos. Por el contrario, urgía a la gente a visitar a los enfermos en cualquier hora del día o de la noche. Sus enseñanzas sobre el uso de medicinas naturales[254] Decía: “La fiebre es un aliento caliente del Infierno, por lo tanto enfríenla con agua”.[255] Decía: “Cuando alguno de ustedes tenga fiebre, mójenlo con agua por tres noches antes del amanecer”. Cuando el Profeta ﷺ tenía fiebre, pedía un recipiente con agua hecho de piel, lo vaciaba sobre su cabeza y se bañaba. Cuando una vez la fiebre fue mencionada en presencia del Profeta ﷺ y un hombre la maldijo, él le dijo: “No maldigas a la fiebre, pues ella remueve los pecados en la misma forma en que un fuego remueve las impurezas del hierro”.[256] Un hombre le dijo que su hermano padecía diarrea. El Profeta ﷺ le dijo: “Dale de beber miel”[257]. El Profeta ﷺ solía mezclar la miel con agua y la tomaba con el estómago vacío. Algunas personas que habían llegado a Medina se quejaban de edemas, entonces el Profeta ﷺ les dijo: “Por qué no van donde los camellos reservados para la caridad y beben de su leche y de su orina”. Así lo hicieron y fueron curados”.[258] Cuando el Profeta ﷺ fue herido en la Batalla de Uhud, Fátima tomó un poco de paja, la quemó hasta que se volvió ceniza, y la pegó a la herida para detener la sangre. El Profeta ﷺ envió por [su compañero] Ubai ibn Ka`b y, un doctor, quien le cortó una de sus venas y la cauterizó. Y el Profeta ﷺ dijo: “Hay curación en tres cosas, una bebida de miel, la succión con ventosas y la cauterización con fuego. Pero desaconsejo a mi gente la cauterización”[259]. Y dijo: “No me gusta la cauterización”.[260] Esto indica que la cauterización solo debe ser un último recurso cuando sea necesaria debido al intenso dolor que causa cuando se trata con ella una dolencia menor. Se le aplicó la succión con ventosas y pagó su salario a quien se la hizo. Dijo: “El mejor tratamiento es la succión con ventosas”[261]. Se le aplicó en la cabeza mientras estaba en el estado de ihraam debido a un dolor de cabeza y en su cadera para aliviar el dolor. El Profeta ﷺ tenía la costumbre de hacerse succión con ventosas en tres lugares: entre sus hombros (en su espalda) y dos en las venas yugulares. Fue succionado con ventosas tres veces entre los hombros luego de comer del cordero envenenado. También recomendaba la succión con ventosas a sus compañeros. Nadie se quejaba de dolor de cabeza sin que el Profeta ﷺ le dijera: “Ayúdate a ti mismo con la succión con ventosas”. Y cuando alguien se quejaba de dolor en sus piernas él le decía: “Usa Henna”.[262] Salma, Umm Raafi`, una sirviente del Profeta ﷺ, narró: “Siempre que sufrió de una picadura o una espina se aplicaba Henna sobre ello.”[263] Para la constipación, decía: “Toma sana[264] y sannut,[265] pues en ellas está la cura para todo padecimiento excepto para la muerte”.[266] Decía: “Tu mejor delineador (para los ojos) es el antimonio. Aclara la vista y ayuda a crecer el pelo”.[267] Decía: “Quien coma siete dátiles tipo 'aywah en la mañana no será dañado ese día por veneno ni por magia”.[268] Decía: “No obliguen a sus pacientes a comer o a beber, pues Allah los está alimentando y les está dando de beber”.[269] El Profeta ﷺ previno a Suhaib y de comer dátiles secos mientras estaba sufriendo de una afección en los ojos y le permitió solo unos pocos. También previno a Ali y de comer dátiles secos por la misma razón. Dijo: “Si una mosca llegara a caer dentro de una bebida, sumérjanla completamente (antes de sacarla), pues en una de sus alas está la enfermedad y en la otra está su cura”.[270] Decía: “La Talbinah[271] conforta el corazón de una persona enferma y remueve algo de su depresión”.[272] Dijo: “Usen la semilla negra, pues en ella está la cura para todo padecimiento, excepto la muerte”.[273] Dijo: “Huyan de la lepra como huirían de un león”[274]. También dijo: “Una persona enferma no debe ser traída entre personas sanas”.[275] Entre la delegación de Zaqif había un leproso, por lo que el Profeta ﷺ le envió un mensaje diciendo: “Tu puedes regresar, pues hemos aceptado tu petición”.[276] Sus enseñanzas sobre el tratamiento con la recitación (Ruqiah) [277] El Profeta ﷺ tenía la costumbre de buscar la protección de Allah de los genios (yinn) y del mal de ojo de los seres humanos. Además le dijo a la gente que usaran la ruqiah[278] en aquellos afectados por el mal de ojo.Dijo: “El mal de ojo es verdadero, y si hubiera algo más rápido que el destino ello sería el mal de ojo. Cuando a uno de ustedes se les pida, deben tomar un baño”.[279] Cierta vez vio a una niña cuya cara mostraba el efecto del yinn. Entonces dijo: “Hagan ruqiah por ella, pues ha sido afectada por la mirada”.[280] Le dijo a uno de sus compañeros que había tratado a alguien con una mordida venenosa con la recitación de Surah Al-Fatihah y lo había curado: “¿Cómo sabías que es indicada para ruqiah?”[281] Un hombre le dijo: “Un escorpión me picó anoche”. El Profeta ﷺ replicó: “Si hubieras recitado, al caer la noche: 'A`udu bikalimaatillaahi at-taammaati min sharri ma jalak” (Busco refugio en las palabras perfectas de Allah del mal que existe en lo que Él ha creado), éste no te hubiera hecho ningún daño”.[282] Cuando alguien se quejaba de un padecimiento o sufría de un dolor o de una lesión, el Profeta ﷺ ponía algo de saliva en su dedo índice, tocaba el suelo con él, lo levantaba y decía: “En el nombre de Allah, el polvo de nuestra tierra con la saliva de uno de nosotros sanará con el permiso de nuestro Señor”.[283] Uno de sus compañeros se quejó de un dolor, entonces le dijo: “Pon tu mano en la parte de tu cuerpo que sientes dolor y repite siete veces: “A`udhu bi`izzatillaahi wa qudratihi min sharri ma ayidu wa uhaadhir.” (Busco refugio en el honor y en la habilidad de Allah del mal que encuentro y temo)”.[284] Cuando visitaba a un miembro de su familia que estaba enfermo, solía pasar su mano derecha sobre el paciente y suplicar: “Allaahumma rabban-nasi, adhhibil-ba'sa, washfi, antash-shaafi, la shifa'a illa shifa'uka, shifa'an la iughadiru saqaman” (Oh Allah mío, Señor de la humanidad, remueve la afección y cura. Tú eres el sanador; no hay cura sino Tú cura, una cura que deja ninguna secuela)”[285]. Y cuando visitaba a un enfermo solía decir: “La ba'sa, tahurun in shaa' Allaah. (No hay nada [completamente] malo, es purificación, si Allah quiere)”[286]. GlosarioTérminos árabes y sus significados en español ADHÁn: El llamado a la oraciónAnsAar: Los musulmanes de Medina`Arafah: Un sitio de la peregrinación, aproximadamente 25 km al este de Makkah. Permanecer en `Arafah el 9 de Dhul-Hiyyah y desde el mediodía hasta la puesta del sol es la esencia de la peregrinación.`AQIQAH: El sacrificio de una o dos ovejas en ocasión del nacimiento de un niño, como gratitud a Allah`AshuraA: El décimo día del mes de Muharram. Es el día en el que Allah salvó a Moisés y a los hijos de Israel del Faraón. Los musulmanes son alentados a ayunar es día.Da`wah: La invitación al Islam o al camino de Allah. dIhaar: Una clase de divorcio que era practicado antes del Islam, el cual el Islam prohibió por opresivo hacia la mujer. Eid: Uno de los dos festivales anuales islámicos.Fitrah: La naturaleza original del ser humano respecto a la creencia en un solo Allah creador.Hadi: Una oveja, cabra o camello ofrecido como sacrificio por un peregrino durante el HayyHayy: La peregrinación a La Meca, que es el quinto pilar del IslamHIzb: Una sexagésima parte del Corán. IHRAAM: El estado de consagración para el Hayy o `UmrahI`tikaAf: El retiro espiritual en la mezquita con la intención de acercarse a Allah.ka`bah: Estructura cúbica construida por mandato de Allah por el Profeta Abraham u y su hijo Ismael u dedicada a la adoración del único Allah. Es el centro para la peregrinación y el símbolo del monoteísmo. Los musulmanes se orientan hacia ella en la oración.MuhAayir: Un emigrante de La Meca a Medina por la causa del Islam.MUSALLA: Un área de oración abierta en las afueras de la ciudad NAafilah: Una oración voluntariaQiblah: La dirección hacia la que los musulmanes se orientan durante la oración, que es hacia la Ka`bah en La Meca.QunUt: Una súplica recitada de pie durante la oración. Rak`ah: Una unidad de oración islámicaSa`i: Hacer siete recorridos entres las colinas de Safa y Marwah, uno de los pilares del Hayy y la `Umrah.SuhUr: La comida antes del amanecer para quien tiene la intención de ayunar ese día. Sunnah: La forma o el método practicado por el Profeta Muhámmad ﷺ en su vida y en su adoración a Allahsurah: Un capítulo del Corán.Sutrah: Un objeto colocado en frente de una persona para prevenir que alguien se cruce en frente de ella mientras está orando. TawAaf: Circunvalar la Ka`bah siete veces. Tayammum: Substituir la ablución usando elementos limpios de la tierra en lugar del agua en la purificaciónUmmah: La comunidad global de los musulmanes YAMRAH: Un pilar construido de piedra en la zona de Mina, el cual es apedreado por los peregrinos. YUMU`AH: El viernes, o la oración congregacional del viernes.Zakat: Una contribución social obligatoria que pagan los musulmanes para el beneficio de la comunidad [1] Zadul-Ma`ad (1/163).[2] Narrado por Al-Bujari and Muslim.[3] Abu Dawud, at-Tirmidhi and Ibn Mayah.[4] Nota del traductor: Era el elemento que se usaba en la época para higienizarse. En la actualidad el papel higiénico cumple la misma función.[5] Zadul-Ma`ad (1/184).[6] De aproximadamente un litro.[7] At-Tirmidhi.[8] Es decir que no pronunciaba la intención en voz alta.[9] Zadul-Ma`ad (1/192). Esto puede ser hecho en lugar de lavar los pies para la ablución, bajo la condición de que los zapatos o las medias fueran puestas mientras se estaba en estado de ablución.[10] Zadul-Ma`ad (1/192). Tayammum es un sustituto para la ablución con agua, usando tierra seca para purificación ritual cuando se es incapaz de usar agua.[11] Narrado por Ahmad.[12] El Tayammum está limitado a la cara y las manos y no incluye las partes del cuerpo que se lavan durante la ablución con agua.[13] Zadul-Ma`ad (2/355)[14] El llamado para anunciar el inicio del horario de una oración.[15] El Segundo llamado para anunciar el comienzo de la oración misma.[16] Zadul-Ma`ad (1/194).[17] La dirección de La Meca.[18] Al-Bujari y Muslim.[19] El primer capítulo del Corán. [20] Capítulo del Corán.[21] Unidad de oración.[22] Una súplica especial que se recita de pie durante la oración. [23] Inclinarse a la altura de la cintura.[24] Zadul-Ma`ad (1/208)[25] Narrado por Muslim.[26] Al-Bujari y Muslim.[27] Al-Bujari y Muslim. “El espíritu” se refiere al ángel Gabriel.[28] Al-Bujari y Muslim.[29] Abu Dawud, at-Tirmidhi, an-Nasa'i e Ibn Mayah.[30] Muslim.[31] Al-Bujari y Muslim.[32] Muslim.[33] Abu Dawud, at-Tirmidhi e Ibn Mayah.[34] Dando testimonio de que no hay dios sino Allah y que Muhammad es Su Servidor y Mensajero.[35] Al-Bujari y Muslim.[36] Abu Dawud.[37] Al-Bujari.[38] Un objeto puesto en frente de una persona para prevenir que la gente se cruce frente a él mientras está orando.[39] Zadul-Ma`ad (1/241)[40] Zadul-Ma`ad (1/285)[41] Muslim.[42] Al-Bujari y Muslim.[43] Muslim.[44] Zadul-Ma`ad (1/311)[45] Las oraciones voluntarias que eran hechas por el Profeta con regularidad.[46] La última oración voluntaria de la noche.[47] Al-Bujari y Muslim.[48] Abu Dawud, an-Nasa'i e Ibn Mayah.[49] Zadul-Ma`ad (1/353)[50] Zadul-Ma`ad (1/425)[51] Un área abierta a las afueras de la ciudad.[52] Zadul-Ma`ad (1/433)[53] Zadul-Ma`ad (1/439)[54] Abu Dawud.[55] Abu Dawud.[56] Al-Bujari y Muslim.[57] Muslim.[58] Al-Bujari y Muslim.[59] Zadul-Ma`ad (1/510)[60] Zadul-Ma`ad (1/479)[61] El estado de consagración para la peregrinación mayor (Hayy) o menor (`Umrah).[62] Zadul-Ma`ad (1/485)[63] Al-Bujari y Muslim.[64] At-Tirmidhi, an-Nasa'i e Ibn Mayah.[65] Muslim.[66]Como castigo legal por cometer adulterio.[67] Zadul-Ma`ad (1/498, 502)[68] Abu Dawud.[69] Zadul-Ma`ad (1/504)[70] Muslim.[71] Zadul-Ma`ad (2/5)[72] Contribución social obligatoria de quienes tienen riqueza para el beneficio de la comunidad.[73] An-Nasa'i.[74] Una obligación religiosa al final de Ramadán, el mes del ayuno. Zadul-Ma`ad (2/18) [75] Equivalente 1 taza y 1/3.[76] Abu Dawud.[77] Zadul-Ma`ad (2/21)[78] Zadul-Ma`ad (2/30)[79] Una comida anterior al amanecer para aquellos que tienen la intención de ayunar todo el día.[80] Abu Dawud.[81] Un baño completo.[82] Narrado por Muslim.[83] El décimo día del mes de Muharram. El último año de su vida, el Profeta ﷺ expresó su intención de ayunar también el noveno día al año próximo.[84] Muslim.[85] Muslim.[86] An-Nasa'i.[87] Muslim.[88] Muslim.[89] Zadul-Ma`ad (2/82)[90] Zadul-Ma`ad (2/86).[91] La peregrinación menor, la cual puede ser hecha en cualquier momento del año.[92] La peregrinación mayor, que se realiza en una época específica del año.[93] Los cuales son: Shawwal, Dhul-Qa`dah y Dhul-Hiyyah.[94] Al-Bujari y Muslim.[95] Zadul- Ma`ad (2/96) [96] Cuando la ‘Umrah y el Hayy son hechos con un solo ihrám.[97] Muslim.[98] Ya sea qirán o ifrád (solo Hayy) o tamattu` (‘Umrah seguida del Hayy con un segundo ihrám).[99] Para hacer el Hayy en modalidad tamattu`.[100] La primera casa de culto construida por el Profeta Abraham y su hijo Ismael. La ciudad de Makkah creció alrededor de ella. [101] Corán 2:125. Narrado por Muslim.[102] Ver glosario[103] Abu Dawud, Tirmidhi, an-Nasa'i e Ibn Mayah.[104] Hacer siete caminatas entre las colinas de Safa y Marwah, es una de las obligaciones del Hayy y de la `Umrah.[105] Al afeitarse sus cabezas o recortarse su pelo.[106] Al-Bujari y Muslim.[107] El 8 de Dhul-Hiyyah.[108] Muslim.[109] Al-Bujari.[110] An-Nasa'i e Ibn Mayah.[111] El pilar que debe ser lapidado.[112] En lugar de eso, se le debe pagar una tarifa.[113] Al-Bujari y Muslim.[114] El Tawaaf al-ifaadhah es hecho luego de retornar de `Arafah. Es un pilar del Hayy sin el cual éste está incompleto. [115] Debido a que él estaba haciendo el Hayy en modalidad qirán. Aquellos que hacen el tamattu` deben hacer un sa`i de nuevo luego del tawaaf al-Ifaadhah. [116] El lugar más cercano afuera de los precintos sagrados de Makkah.[117] Zadul-Ma`ad (2/285).[118] Un animal de sacrificio ofrecido en Mina o en Makkah para complacer a Allah.[119] Tal vez para protegerlo de ser sacrificado para comida antes de que el defecto fuera obvio.[120] Zadul- Ma`ad (2/289)[121] Los días en que los peregrinos permanecen en Mina para apedrear los pilares.[122] Al-Bujari y Muslim.[123] El sacrificio de una oveja para un recién nacido. Zadul-Ma`ad (2/396) [124] Abu Dawud, at-Tirmidhi y an-Nasa'i. [125] Abu Dawud y an-Nasa'i.[126] Zadul-Ma`ad (2/360)[127] Al-Bujari y Muslim.[128] At-Tirmidhi.[129] Zadul-Ma`ad (1/154)[130] An- Nasa'i.[131] Al- Bujari y Muslim.[132] Abu Dawud.[133] At- Tirmidhi e Ibn Mayah.[134] Abu Dawud.[135] Al-Bujari y Muslim.[136] Abu Dawud e Ibn Mayah.[137] Abu Dawud, at- Tirmidhi e Ibn Mayah. [138] Un tipo de divorcio en los tiempos pre- islámicos que estaba prohibido por el Islam. [139] Zadul- Ma`ad (1/142, 2/362)[140] At-Tirmidhi.[141] Muslim.[142] Al-Bujari.[143] Abu Dawud.[144] Al-Bujari y Muslim.[145] Al-Bujari.[146] At-Tirmidhi e Ibn Mayah.[147] Muslim.[148] Zadul- Ma`ad (2/366), (4/209).[149] At-Tirmidhi.[150] Una bebida endulzada con dátiles.[151] Muslim.[152] At- Tirmidhi e Ibn Mayah.[153] Muslim.[154] Invitación a creer en Allah y el Islam. Zadul- Ma`ad (3/11, 44).[155] Corán - 15: 94.[156] Zadul- Ma`ad (3/112).[157] Al- Bujari y Muslim.[158] Abu Dawud y at- Tirmidhi.[159] Ibn Mayah.[160] Un falso auto proclamado profeta quien propuso compartir la soberanía con Muhámmad.[161] Ver Glosario.[162] Zadul- Ma`ad (3/141)[163] Zadul- Ma`ad (3/143)[164] Zadul- Ma`ad (2/332)[165] Ahmad.[166] Abu Dawud, at-Tirmidhi e Ibn Mayah.[167] Abu Dawud.[168] Al-Bujari.[169] Al- Bujari y Muslim.[170] Abu Dawud e Ibn Mayah.[171] Abu Dawud, at-Tirmidhi e Ibn Mayah.[172] Abu Dawud y at- Tirmidhi.[173] Zadul- Ma`ad (2/235).[174]At- Tirmidhi, an-Nasa'i e Ibn Mayah.[175] Abu Dawud y at-Tirmidhi.[176] Al-Bujari y Muslim.[177] Abu Dawud.[178] Zadul-Ma`ad (2/336)[179] Abu Dawud.[180] Abu Dawud e Ibn Mayah.[181] Zadul- Ma`ad (2/361)[182] At- Tirmidhi.[183] Zadul -Ma`ad (2/371, 397)[184] Al- Bujari y Muslim.[185] Abu Dawud y at-T irmidhi.[186] Al- Bujari y Muslim.[187] Muslim.[188] Muslim.[189] At-Tirmidhi.[190] Zadul- Ma`ad (2/417)[191] Abu Dawud y at-Tirmidhi.[192] Zadul- Ma`ad (2/426)[193] Al-Bujari y Muslim.[194] Zadul- Ma`ad (2/423)[195] Zadul- Ma`ad (1/463)[196] Ver Glosario [197] Abu Dawud e Ibn Mayah.[198] Al- Bujari.[199] Abu Dawud, an- Nasa'i e Ibn Mayah.[200] Zadul- Ma`ad (1/351)[201] Abu Dawud, at- Tirmidhi y an- Nasa'i.[202] i.e., el Profeta David. At-Tirmidhi e Ibn Mayah.[203] Zadul- Ma`ad (1/179)[204] Muslim.[205] Corán - 3:102.[206] Corán - 4:1[207] Corán - 33:70-71. Narración por Abu Dawud, at- Tirmidhi, an -Nasa'i e Ibn Mayah.[208] Zadul- Ma`ad (1/149)[209] Al-Bujari.[210] Al- Bujari.[211] Abu Dawud y at-Tirmidhi.[212] Al-Bujari y Muslim.[213] Muslim.[214] Al- Bujari y Muslim.[215] Al- Bujari y Muslim. [216] Zadul- Ma`ad (1/167)[217] Abu Dawud e Ibn Mayah.[218] Al- Bujari y Muslim.[219] Abu Dawud y at-Tirmidhi.[220] Zadul- Ma`ad (2/371)[221] Al-Bujari y Muslim.[222] Muslim.[223] Al-Bujari y Muslim.[224] Zadul- Ma`ad (1/175, 2/320)[225] “Abu Yahl” (significa Padre de la ignorancia) era un sobrenombre dado a Abul-Hakam, un tío del Profeta y un archienemigo del Islam.[226] El kuniah es un nombre de afecto y de honor entre los árabes, tal como "Padre de tal y tal" o "Madre de tal y tal".[227] El cual era "Abul-Qasim."[228] Al- Bujari y Muslim.[229] Ya que nadie puede obligar a Allah a hacer lo que no quiere.[230] Zadul- Ma`ad (1/161)[231] Abu Dawud.[232] Abu Dawud y at-Tirmidhi.[233] Ibn Mayah.[234] Zad Al- Maad (4/180)[235] Al- Bujari y Muslim.[236] At-Tirmidhi.[237] Abu Dawud.[238] Abu Dawud.[239] Ahmad.[240] Abu Dawud y at- Tirmidhi.[241] Muslim.[242] Zadul- Ma`ad (1/444)[243] Muslim.[244] Muslim.[245] At-Tirmidhi e Ibn Mayah.[246] Muslim.[247] Abu Dawud y at-Tirmidhi.[248] Muslim. [249] Un pariente cercano con quien a ella le es prohibido casarse, tal como el padre, el hermano, el sobrino, etc. [250] Muslim.[251] Zadul- Ma`ad (4/9)[252] Al- Bujari.[253] Abu Dawud, at- Tirmidhi e Ibn Mayah.[254] Zadul- Ma`ad (4/23)[255] Al- Bujari y Muslim.[256] Ibn Mayah.[257] Al- Bujari y Muslim.[258] Al- Bujari y Muslim.[259] Al- Bujari.[260] Al- Bujari y Muslim.[261] Al- Bujari y Muslim.[262] Abu Dawud.[263] At-T irmidhi.[264] Una planta medicinal.[265] Una clase de miel, y algunos han dicho que es comino.[266] Ibn Mayah.[267] Abu Dawud e Ibn Mayah.[268] Al- Bujari e Muslim.[269] At- Tirmidhi e Ibn Mayah.[270] Al- Bujari.[271] Una sopa hecha de harina de cebada y fibra. [272] Al- Bujari y Muslim.[273] Al- Bujari y Muslim.[274] Al- Bujari.[275] Al- Bujari y Muslim.[276] Muslim.[277] Zadul- Ma`ad (4/149 y 4/171).[278] Hay dos tipos de ruqiah: 1) la ruqiah legal usada por el Profeta ﷺ, que son recitaciones permisibles confirmadas por el Corán o la Sunnah auténtica, y 2) la ruqiah ilícita, la cual contiene palabras de incredulidad, encantaciones misteriosas o superstición, todo lo cual es prohibido por el Islam.[279] Muslim.[280] Al- Bujari y Muslim.[281] Al- Bujari y Muslim.[282] Muslim.[283] Al- Bujari y Muslim.[284] Muslim.[285] Al- Bujari y Muslim.[286] Al- Bujari.