البارئ
(البارئ): اسمٌ من أسماء الله الحسنى، يدل على صفة (البَرْءِ)، وهو...
De Hudaifah, Al-lah esté complacido con él, y de Hafsa Bint Umar Ibn Al-Jattab, Al-lah esté complacido con ambos, que el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, dijo: “Allahumma qiní adhábika yauma tabazu ibádika” (¡Oh Allah, protégeme de Tu castigo el Día que resucites a Tus siervos!). En otro relato, “que solía decirlo tres veces”.
Este hadiz trata de dos tradiciones proféticas, una de palabra y otra de acto. Tanto lo dicho como lo hecho por el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, se refieren a las pautas del sueño. La tradición profética de acto es, por lo tanto, el modo en que duerme el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz. En este sentido, Hudaifah, Al-lah esté complacido con él, nos describió cómo se recostaba el Mensajero de Al-lah. Dijo: “cuando se disponía a dormir, solía colocar su mano derecha debajo de la mejilla”. En esta descripción encontramos una prueba sobre el hecho de que el Mensajero de Al-lah dormía sobre el costado derecho, ya que si coloco su mano derecha debajo de su mejilla esto indica obligatoriamente que está acostado sobre su lado derecho. Hay otros relatos que indican este mismo aspecto. Sin embargo este hadiz añade la posición de la mano debajo de la mejilla. Así pues, quien pudiera hacerlo así, debería cumplir con esta parte tomando como ejemplo el Mensajero de Al-lah, pero quien no pudiera, le será suficiente con recostarse sobre el costado derecho. La prueba de ello es que existen relatos que lo único que mencionan es que el Mensajero de Al-lah se acostaba sobre el lado derecho, sin llegar a mencionar la posición de la mano debajo de la mejilla. Quizás, el Mensajero de Al-lah solía hacerlo a veces, como prueba el hecho de que algunos compañeros suyos haya transmitido de él esta posición de la mano, mientras que otros no la han mencionado. El punto en el que coinciden todos los relatos es en que el Mensajero de Al-lah dormía sobre su costado derecho. “Después dice”: el adverbio “después” indica sucesión en el orden pero también que los pasos se realizan de forma relajada y sosegada. Esto es lo indicado para quien quiera dormir. De modo que, en este orden: se recostaba sobre su costado derecho y luego colocaba su mano derecha debajo de la mejilla. El adverbio “después” indica sucesión pausada, así que si un hombre habla con su esposa y después pronuncia esa mención (dikr), no hay mal en ello. “Allahumma qiní adhábika yauma tab’azu ibádika” (¡Oh Al-lah, protégeme de Tu castigo el Día que resucites a Tus siervos!). Se trata de una súplica en nombre de Al-lah El Magnánimo, según ha consensuado la mayoría de ulemas de la doctrina. “Protégeme” abarca el sentido de prevención del castigo el Día de la Resurrección, y también abarca la protección que Al-lah brinda a sus siervos como don y favor hacia ellos. Así mismo, podría abarcar el significado de que Al-lah guíe a sus siervos hacia el bien y hacia los actos que conducen al Paraíso. Lo más probable es que abarque ambos sentidos, puesto que lo común es el sentido original y no se puede indicar otro sentido si no hay una prueba que lo motive. En este sentido, la palabra abarca, como se puede apreciar, los dos significados. Cuando dice “Tu castigo”, abarca todas las formas de castigo y tortura de ese Día. En él se comprende inicialmente el castigo del Fuego. No obstante, el hecho de que Al-lah haya calificado ese Día como “La calamidad repentina”, “El desgarrador estampido”, “El gran acontecimiento sobrecogedor”, “El Día del levantamiento”, etc. indica que se trata de un día terrible, y es por ello que es más idóneo suplicar la salvación de él. Atribuir este castigo a Al-lah también es indicativo de su gravedad y magnanimidad. Así mismo, encierra el significado de que el siervo deposita todos sus asuntos en Al-lah, puesto que es Él el que cumple su voluntad sobre sus siervos como estima oportuno. Él es el Todopoderoso. El vocablo empleado abarca los dos significados. No debe pasarte desapercibida la coincidencia del sueño, que se considera una forma de muerte o la muerte menor, y la Resurrección que sigue a la muerte. Este hadiz tiene una coincidencia precisa y llamativa entre un hecho y lo que le sigue. Esto forma parte de la belleza y majestuosidad de las palabras del Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz.