Por cierto que lo mejor que puede pronunciar el ser humano es el recuerdo de Allah el Altísimo, glorificándolo, alabándolo, y recitando su Libro, así como invocar la paz y las bendiciones sobre Su mensajero Muhammad. También suplicándole a Allah Glorificado sea mucho, y pidiéndole protección en nuestra religión, vida cotidiana, Su permanente ayuda, volviéndose a Él con fe verdadera, humildad y corazón sereno. Recordando por medio de las súplicas y oraciones la magnificencia de Allah, su completo control sobre todas las cosas, Su total conocimiento y Su derecho de ser adorado. Existen numerosos versículos y Hadices del Mensajero de Allah sobre el beneficio de las súplicas y las oraciones.