المهيمن
كلمة (المهيمن) في اللغة اسم فاعل، واختلف في الفعل الذي اشتقَّ...
De Anas Ibn Malik, Al-lah esté complacido con él, que dijo: “Abu Bakr le dijo a Umar, Allah esté complacido con los dos, después de la muerte del Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz: ‘Ven con nosotros a visitar a Um Aiman, Al-lah esté complacido con ambos, como solía visitarla el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz’. Cuando la encontraron, ella empezó a llorar y le preguntaron: ‘¿Por qué lloras? ¿Es que no sabes que lo que Al-lah tiene es mejor para el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz?’ Ella dijo: ‘Ya sé que lo que Al-lah tiene es mejor para el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, y no lloro por eso. Lloro porque la Revelación del cielo ya no descenderá más’. Estas palabras hicieron que les saltaran a ellos las lágrimas y comenzaron a llorar con ella”.
Los compañeros del Mensajero de Al-lah, Él esté complacido con ellos, eran los más escrupulosos y precisos en seguir los mismos pasos del Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, en todos sus actos, por menores o mayores que sea, hasta tal punto de seguir literalmente sus pisadas al caminar, rodearlo cuando está sentado, así como realizar todos los actos que él realizaba. Este hadiz reafirma lo dicho y narra el momento en que Abu Bakr y Umar, Allah esté complacido con ambos, visitaron a una mujer (Umm Aiman), a la que el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, solía visitar. Así que la visitaron porque él lo hacía en vida. Cuando entraron en su casa, ella empezó a llorar y le preguntaron: “¿Por qué lloras? ¿Es que no sabes que lo que Al-lah tiene es mejor para el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz?”, esto es, que será mejor que su vida terrenal. Ella dijo: “No lloro por eso. Lloro porque la Revelación del cielo ya no descenderá más”, puesto que no hay Revelación después del Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz. Por eso, la ley de Al-lah concluyó antes del fallecimiento del Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz. Dijo el Todopoderoso: “Hoy he perfeccionado para vosotros vuestra ley religiosa y os he otorgado la medida completa de Mis bendiciones, y he dispuesto que el autosometimiento a Mí sea vuestra religión” [Corán, 5: 3]. Estas palabras hicieron que les saltaran las lágrimas, porque les recordaron algo que habían obviado.