المؤمن
كلمة (المؤمن) في اللغة اسم فاعل من الفعل (آمَنَ) الذي بمعنى...
Narró Abû Shuraih Jwailid Ibn ‘Amru Al Juz’ai, que Al-lah esté complacido de él, que oyó decir al Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él: “Quien crea en Al-lah y en el Último Día que honre a su huésped un día y una noche. Y el hospedaje por su derecho como hermano musulmán son tres días. Y más allá de ese tiempo es caridad”. Y en un relato: “No le está permitido al musulmán residenciar en casa de otro musulmán, sabiendo que no tiene nada para ofrecerle y le puede hacer caer en falta de hospitalidad”.
Del hadiz narrado por Abû Shuraih Jwailid Ibn ‘Amru Al Juz’ai, que Al-lah esté complacido de él, evidencia de que se debe honrar al huésped; que en el hadiz el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, insiste en ese aspecto. Por tanto, honrar al huésped es señal de fe en Al-lah, y en el Último Día, al igual que es una evidencia de la completa fe en Al-lah y en el Último Día. Hay muchas formas de honrar al huésped, entre ellas, sonreír al recibirle; las bellas palabras; darle de comer durante tres días (el primer día el anfitrión le ofrecerá lo que es capaz y que sea asequible; y los días restantes se le ofrece lo que tenga, sin realizar grandes esfuerzos más allá de su capacidad). Transcurridos ese periodo de tres días, se considera ya como sadaqat (caridades), y quedaría a elección del anfitrión seguir honrando al huésped al ritmo de los tres días, o no. Los ulemas han afirmado que la dedicación al huésped es de un día (con su día y noche), donde se le ofrece todo lo que uno humanamente pueda. Mientras que el segundo y el tercer día al huésped se le ofrece lo que haya, y no se debe añadir de lo que habitualmente hace el anfitrión consigo mismo y con su familia. Lo que supera esos tres días se considera ya como una caridad, y entonces la elección es del anfitrión, si lo desea o no. En el segundo hadiz, el huésped debe hospedarse solo tres días como forma de aliviar la estancia al anfitrión y no obligarle a que haga un sobreesfuerzo más allá de sus capacidades económicas o personales; siempre y cuando el huésped pase de tres días. No obstante, honrar al huésped varía según la situación de cada anfitrión, hay gente que es rica, moderada, y estos dan de la medida correspondiente; y hay otras personas que no tienen dinero y dar de la manera correspondiente a su situación.