الأكرم
اسمُ (الأكرم) على وزن (أفعل)، مِن الكَرَم، وهو اسمٌ من أسماء الله...
Narró Abdullah Ibn Úmar -Al-lah esté complacido con ambos-: “El Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- entró en la Casa de Al-lah (la Kaaba) con Usama Ibn Zayd, Bilal y Uzmán Ibn Talhah, y cerraron la puerta detrás de ellos. Cuando la abrieron, fui el primero en entrar en ella. Le pregunté a Bilal: “¿Acaso el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- ha rezado en la Kaaba?” Él me respondió: “Sí, entre las dos columnas que están a la derecha de la esquina en diraccion a Yemen””.
Cuando se reconquistó la Meca, por la Gracia de Al-lah, Enaltecido sea, y una vez que se purificó Su casa de todo tipo de ídolos, estatuas e imágenes, el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- ingresó en el interior de la Kaaba con sus dos servidores Bilal y Usama Ibn Zayd, y el guardián de la Casa de Al-lah, Uzmán Ibn Talhah. Entonces cerraron la puerta detrás de ellos para que la gente no se agolpe en esta, con el fin de ver cómo el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- adoraba a su Señor. Así como para que no lo desconcentren de su objetivo en este lugar sagrado: implorar a su Señor y agradecerle por los dones concedidos. Después de un largo tiempo, abrieron la puerta. Abdullah Ibn Úmar -Al-lah esté complacido con ambos- era cuidadoso en seguir los pasos y la tradición del Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él-. Por eso fue el primero en entrar cuando se abrió la puerta y le preguntó a Bilal si el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- había rezado en el interior de la Kaaba. Bilal le respondió: “Sí, entre las dos columnas que están a la derecha de la esquina en dirección a Yemen”. La honorable Kaaba, en ese entonces, se sostenía sobre seis columnas. El Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- dejó tres de ellas a su espala, dos a su derecha y una a su izquierda, y la distancia que dejó entre él y la pared fue de tres brazos. Entonces rezó dos rakaas (Unidad de la oración) y suplicó en los cuatro costados de la Kaaba.