الحق
كلمة (الحَقِّ) في اللغة تعني: الشيءَ الموجود حقيقةً.و(الحَقُّ)...
De Anás, Al-lah esté complacido con él, que dijo: “Abu Talha, Al-lah esté complacido con él, era el hombre más rico en palmerales de los ansar de Medina. Y lo que más le gustaba de todas sus propiedades era un huerto con palmeras, llamado Bairuha, que tenía enfrente de la mezquita y en el que solía entrar el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, para beber de su agua porque era buena y dulce. Dijo Anás: ‘Y cuando descendió la aleya: ‘No alcanzaréis la verdadera piedad mientras no gastéis en otros de aquello que os es más preciado’, acudió entonces Abu Talha al Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz y le dijo: ‘¡Oh Mensajero de Al-lah! Ciertamente Al-lah te ha revelado: ‘No alcanzaréis la verdadera piedad mientras no gastéis en otros de aquello que os es más preciado’. Y a mí, de toda la riqueza que poseo, lo que más me gusta es mi huerto de palmeras. Así pues, lo dono como sádaqa procurando con ello obtener el favor de Al-lah y que Al-lah me reserve su recompensa. ¡Gástala pues, oh Mensajero de Al-lah, en quien Él te dé a entender!’. Y el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, le dijo mostrando su asombro y alegría: ‘¡Qué grata sorpresa! Este es un dinero que volverá a ti con creces (dijo esto dos veces). Y puesto que he oído lo que has dicho, pienso que es mejor que se lo dones a tus parientes’. Abu Talha dijo: ‘¡Así lo haré, oh Mensajero de Al-lah!’ Así que lo repartió entre sus familiares y primos”.
Abu Talha, Al-lah esté complacido con él, era el hombre más rico en palmerales de los que ansar de Medina. Y poseía un huerto con palmeras situado enfrente de la mezquita y en el que solía entrar el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, para beber de su rica agua. Cuando descendió la aleya: ‘No alcanzaréis la verdadera piedad mientras no gastéis en otros de aquello que os es más preciado’, Abu Talha, Al-lah esté complacido con él, se apresuró y acudió al Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz y le dijo: ‘¡Oh Mensajero de Al-lah! Ciertamente Al-lah te ha revelado: ‘No alcanzaréis la verdadera piedad mientras no gastéis en otros de aquello que os es más preciado’. Y a mí, de toda la riqueza que poseo, lo que más me gusta es mi huerto de palmeras Bairuha. Así pues, lo dejo entre tus manos como sádaqa para que obres con él lo que estimes oportuno. El Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, le dijo mostrando su asombro y alegría: ‘¡Qué grata sorpresa! Este es un dinero que volverá a ti con creces (dijo esto dos veces). Creo que deberías repartirlo entre tus parientes. Abu Talha, Al-lah esté complacido con él, así lo hizo y lo repartió entre sus familiares y primos.