De Abdullah Ibn Abbas, Al-lah esté complacido con ambos, que el Mensajero de Al-lah dijo: “Protege a Al-lah y Él te protegerá. Protege a Al-lah y lo encontrarás ante ti. Si suplicas algo, suplícaselo a Al-lah, y si necesitas ayuda, acude a Al-lah. Debes saber que si toda la gente se reuniera para beneficiarte en algo, no te beneficiarían excepto en lo que Al-lah haya destinado para ti, y si se reunieran para perjudicarte en algo, no te perjudicarían salvo en aquello que Al-lah haya destinado sobre ti. Las plumas (calamos) se han levantado y las hojas se han secado”. En otro relato: “Protege a Al-lah, lo encontrarás ante ti, acuérdate de Al-lah en el bienestar y Él se acordará de ti cuando estés en dificultades. Debes saber que en lo que has fracasado no podía haberte tocado. Y que aquello que te ha tocado no lo podrías haber perdido. Debes saber que la victoria llega con la paciencia, que el alivio viene luego del apuro y que con la dificultad surge la facilidad”.
شرح الحديث :
En este grandioso hadiz, el Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, se dirige a un joven que es Ibn Abbas, Al-lah esté complacido con ambos, para darle un consejo grandioso en el que le recomienda proteger los mandatos de Al-lah, Ensalzado sea, y evitar sus prohibiciones en todo momento y lugar. Al mismo tiempo, el Mensajero de Al-lah le corrige su fe desde la niñez al dejarle claro que no hay otro creador excepto Al-lah, ni nadie tiene poder por encima de Al-lah, ni nadie ejecuta todo cuanto nos rodea excepto Al-lah. No hay intermediario entre el siervo y su Señor. Es Él, Alabado y Ensalzado sea, al que se debe acudir en los momentos de calamidad y es a Él a quien debe suplicar cuando alcanza el castigo. El Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, implantó la semilla de la fe en el corazón de Ibn Abbas, Al-lah esté complacido con ambos, la fe en lo que Al-lah ha dispuesto en todos los asuntos.