المؤمن
كلمة (المؤمن) في اللغة اسم فاعل من الفعل (آمَنَ) الذي بمعنى...
Asma bint ‘Umais narró: Dije: “Oh Mensajero de Al-lah, Fátima bint Abû Hubaish tuvo metrorragia durante un periodo de tiempo, y no rezó”. Entonces el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Subhan Al-lah (Glorificado sea Al-lah), eso es obra del demonio. Ella debe sentarse en una tina con agua (para reconocer si es menstruación o no), y si observa un color amarillento en el agua, deberá realizar la ablución mayor una sola vez para realizar la oración de Duhur y el ‘Asr; otra para la oración del Maghrib y el ‘Isha', y otra para la oración del Fayr; y realizar la ablución menor entre ellas".
En este hadiz Asma bint ‘Umais, que Al-lah esté complacido con ella, narra sobre lo que le sucedió a Fátima bint Abû Hubaish con respecto al sangrado, lo cual provocó que abandonase la oración durante un periodo de tiempo. Cuando el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, escuchó esto, dijo: Subhan Al-lah (Glorificado sea Al-lah), a manera de sorpresa. Es decir, el Mensajero, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se extrañó del hecho de que Fátima haya abandonado la oración durante dicho tiempo a pesar de que el sangrado no es producto de la menstruación sino que es una obra del demonio, tal como está mencionado al final del hadiz cuando el Profeta afirma: “Y para reconocer si es menstruación o no, ella debe sentarse sobre una tina con agua, y si observar un color amarillento sobre el agua, entonces dicha sangre no es producto de la menstruación”. Después el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, enseño a Fátima a distinguir entre el sangrado de la menstruación y el de la metrorragia, al decirle que se siente en una tina para observar si puede detectar un color amarillento sobre el agua, en dicho caso esto es evidencia de que está purificada del sangrado de la menstruación, ya que este es de color negro y espeso. Y por tanto cualquier otro color será consecuencia de la metrorragia. “Deberá hacer la ablución mayor una sola vez para realizar la oración de Duhur y el ‘Asr; y otra para la oración del Maghrib y el ‘Isha', y otra para la oración del Fayr”. Es decir, si Fátima observase un color amarillento sobre el agua en la que está sentada, deberá realizar la ablución mayor tres veces durante un día: una vez para la oración del Duhur y el ‘Asr, otra para la oración del Maghrib y el ‘Isha y la última para oración del Fayr. “Y realizar la ablución menor entre ellas". Y si Fátima quiere rezar entre las oraciones obligatorias una oración voluntaria, deberá realizar la ablución menor, y en caso de observar sangrado, lo cual anula la ablución menor, deberá realizar nuevamente esta ablución y no la mayor, ya que esta última es específicamente para las cinco oraciones obligatorias. En este caso la ablución mayor es aconsejable y no obligatoria como esta mencionado en otros hadices.