الوهاب
كلمة (الوهاب) في اللغة صيغة مبالغة على وزن (فعّال) مشتق من الفعل...
Aceptar y creer en todo lo que Al-lah nos informó sobre Sus enviados y profetas en el Corán y la Sunna, de forma general y particular; y cumplir con los lineamientos de la ley que le dio a quien Él nos envió como Profeta.
La creencia en los profetas y mensajeros es un principio de los seis fundamentos de la creencia islámica, por lo que una persona no puede ser llamada musulmana o creyente hasta que acepte este pilar. La creencia en los profetas y mensajeros comprende cuatro aspectos, estos son: 1. Creer y aceptar que Al-lah, el Altísimo, envió a cada nación un Profeta o Mensajero de naturaleza completamente humana, para llamar a su gente a que adoren única y exclusivamente a Al-lah, sin asociarlo con nada ni nadie, y a rechazar todo ser u objeto que se adore junto con Al-lah. En que ellos fueron veraces, piadosos y bien guiados. En que fueron apoyados por milagros y evidencias concedidas por Al-lah, en que enseñaron y divulgaron absolutamente todo lo que se les confió, es decir, no ocultaron, adulteraron o inventaron nada, es más, que ni siquiera intentaron hacer algo de esto. Que ellos seguían la verdad absoluta, y que la base principal de sus enseñanzas, desde la primera hasta la última de ellas, es el Tawhid Al-lah (la creencia en la unicidad de Al-lah), Su divinidad, Su señorío y dominio, y Sus nobles nombres y atributos; además, de la negación de todo lo que contradiga algo referente a este principio, hasta el hecho de que ninguno de ellos posee alguna virtud o característica divina. 2. La aceptación de todos aquellos que fueron mencionados en el Corán por Al-lah mismo, estos son: Adán, Noé, Idris, Hud, Saleh, Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, José, Lot, Shuaib, Jonás, Moisés, Arón, Elías, Zacarías, Juan, Eliseo, Ezequiel, David, Salomón, Job, Jesús y Muhammad. Y que dentro de ellos hay cinco conocidos como Ulul 'Azm (con gran paciencia, sabiduría y voluntad juntas), y que el sello de todos ellos fue el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. 3. Creer en las características que se nos enseña de ellos, como que Abraham fue Jalil de Al-lah (uno de Sus siervos más amados) o que Jesús fue el Mesías, Su Palabra (la orden creadora de Al-lah "sé" y es) y un espíritu creado por Él, la concesión del dominio del viento y otros elementos a Salomón; y creer en todos los relatos que nos llegaron de Al-lah sobre ellos (su historia). 4. Cumplir con los lineamientos dictados en la ley que Al-lah le dio al Profeta que Él nos envió, Muhammad (que la paz y bendiciones de Al-lah sean con él). De los beneficios que tiene creer en los profetas podemos contar: 1. Reconocer la misericordia de Al-lah al preocuparse por enviar a estos profetas y mensajeros para guiar a la gente. 2. Ser agradecidos con Al-lah por esta bendición. 3. Amar a estos profetas y mensajeros, respetarlos y mantenerlos en el lugar que les corresponde, es decir, no alegar de ello algo que no corresponde, sea para elevarlos en su posición o para humillarlos.