الواسع
كلمة (الواسع) في اللغة اسم فاعل من الفعل (وَسِعَ يَسَع) والمصدر...
Colocar otra divinidad al mismo nivel que Al-lah, en aquello que es exclusivo a la soberanía de Al-lah sobre el universo, o atribuir una parte de esa soberanía a otra divinidad que no sea Al-lah, en aspectos tales como la creación, el sustento, la administración del universo, etc. (1).
Al-shirk fi al-tawhid al-rububia (idolatría en la unicidad de Al-lah en Su soberanía con la que impera en todas las cosas): Es colocar al mismo nivel que Al-lah otra divinidad, o pensar que Al-lah tiene quien Lo auxilia en la forma en que administra el universo, es decir, atribuir a otra divinidad lo que es exclusivo y único de Al-lah. Esa forma de idolatría ha sido defendida por determinadas sectas, y es de dos tipos: 1. Una idolatría basada en al-ta’til (negar de forma rotunda lo que se recoge en el Corán y la Sunna), y es uno de los politeísmos más obscenos que existen. De este tipo encontramos el politeísmo del Faraón cuando dijo: “¿Quién es el Señor del Universo?” [Surat Al-Shu’ara, 26. 23]. Es el más célebre de quienes han negado la existencia del Creador. Aun así, el propio Faraón era consciente en su interior de que Musa (la paz y las bendiciones sean con él) era más veraz que él en su invitación a reconocer la soberanía de Al-lah, Glorificado sea. Otros también, que son igual de politeístas, son aquellos que afirman que todo es pura casualidad o que es producto de la naturaleza. O la afirmación de los materialistas: “No existe otra vida más que la mundanal, viviremos y moriremos una sola vez, y solo el transcurso del tiempo es lo que nos hace perecer” [Surat Al-Yazía, 45. 24]. Esas afirmaciones son las que sostienen hoy en nuestros días los comunistas y los filósofos que aseguran que el mundo es eterno o que la razón es la responsable de todo, y no Al-lah. 2. La idolatría basada en la creencia de que el universo ha sido creado por más de una divinidad, como es el caso del dualismo defendido por los al-mayus (zoroastrismo), que sostienen que el universo ha sido creado a través de dos principios: dios de luz, creador del bien; y dios de oscuridad, creador del mal. También, en este apartado se incluye a los politeístas cristianos que creen en la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Igualmente están también aquellos que veneran las tumbas y creen que las almas de los más piadosos tienen poderes especiales después de fallecer, y que pueden satisfacer las súplicas, aliviar las angustias o que pueden auxiliar a quien les ruegue auxilio; y les confieren una soberanía que solo es exclusiva a Al-lah (2).