الحافظ
الحفظُ في اللغة هو مراعاةُ الشيء، والاعتناءُ به، و(الحافظ) اسمٌ...
De Al-Bara Ibn ‘Azib, que Al-lah esté complacido de él, dijo: ‘Salimos con el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, para asistir al funeral de un hombre de los Ansar. Llegamos a la tumba, y rezamos la oración del difunto, y antes de que este fuera enterrado; el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se sentó y nosotros nos sentamos a su alrededor, como si tuviéramos pájaros en la cabeza, es decir, tranquilos y calmos. En su mano tenía un palo con el que raspaba el suelo. Luego levantó la cabeza y dijo: “Busquen el refugio de Al-lah de los tormentos de la tumba”, lo dijo dos o tres veces. Luego añadió: “Y él (fallecido) escuchara los pasos de sus acompañantes cuando ellos se vayan (la gente que lo enterró); mientras se le pregunta quién es tu Señor; cuál es tu religión y quién es tu Profeta”. Dijo Hannad bin As-Sari: Al fallecido vendrán dos ángeles, se sentarán junto a él, y le preguntarán: ‘¿Quién es tu Señor?’ Y dirá: ‘Mi Señor es Al-lah’. Y le dirán: ‘¿Cuál es tu religión?’ Y dirá: ‘Mi religión es el Islam’. Y le dirán: ‘¿Quién es este hombre que os ha sido enviado?’ Y dirá: ‘Es el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él’. Y le preguntarán: ‘¿Qué conocimientos tienes?’ Él responde: ‘He leído el Libro de Al-lah y tuve fe y creí en él. (Del hadiz narrado por Yarir Ibn ‘Abdu Al-lah Al-Bayali). Y en esto las palabras de Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, (Al-lah afianza a los creyentes con la palabra firme). [Sura Ibrahim. 14.27]. Y luego (hay consenso sobre eso), una vez que el fallecido es sometido a aquellas preguntas, el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Entonces, se oye una voz proveniente del cielo que dice: ‘Mi siervo ha hablado con la verdad. Preparadle un lecho en el Paraíso y dadle vestimenta del Paraíso y abrid para él una puerta al Paraíso’”. Y el fallecido sentirá la brisa y la fragancia del Paraíso, y su tumba se ensanchará hasta donde alcance su vista. Y dijo: “Y si (la persona fallecida) es incrédula”, el Mensajero, que la paz y las bendiciones de Al-lah sea dijo, “su alma regresará a su cuerpo; y a él vendrán dos ángeles y se sentarán junto a él, y le dirán: ‘¿Quién es tu Señor? Y él dirá: ‘¡Oh! No lo sé’. Ellos le dirán: ‘¿Cuál es tu religión?’ Él dirá: ‘¡Oh! No lo sé’. Entonces, se oye una voz proveniente del cielo que dice: ‘Ha mentido ese incrédulo. Preparadle un lecho en el Infierno y dadle vestimenta del Infierno, y ábranle una puerta al Infierno’. Luego le llegará el calor y el viento caluroso del Infierno, y su tumba se constriñe y le aprieta hasta que sus costillas se entrelazan unas con otras. En el hadiz narrado de Yarir Ibn ‘Abdu Al-lah Al-Bayali, el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: (Al fallecido incrédulo) le será asignado un ángel ciego y mudo que sujeta un martillo de hierro, que si golpeara con él una montaña, esta quedaría echa arena”. Y dijo: “Y le golpeará (con el martillo) de tal forma (que el golpe) se oirá entre oriente y occidente, excepto los humanos y los genios (que no lo oirán), y (el fallecido) se convertirá en arena”. Después “su alma regresará a su cuerpo”.
Narra Al-Bara Ibn ‘Azib que salieron con el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, para asistir al funeral de un hombre de los Ansar, y llegaron a la tumba antes de que el fallecido fuera encerrado. Entonces el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, se sentó, y los que estaban con él hicieron lo mismo, en silencio y calmos, por el gran respeto que sentían por él. Entonces, él, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, sostenía en su mano un palo, con el que golpeaba la tierra, como lo que hace quien está pensativo y preocupado, y levantó su cabeza y dijo: “Busquen el refugio de Al-lah de los tormentos de la tumba”, y lo repitió dos o tres veces. Y luego le informó que el fallecido escucha los pasos de la personas después de enterrarle cuando se vayan. Y que en ese momento le vienen dos ángeles, y se sentarán a lado de él, y le dirán: ‘¿Quién es tu Seño?’ Y dirá: ‘Mi Señor es Al-lah’. Y le dirán: ‘¿Cuál es tu religión?’ Y dirá: ‘Mi religión es el Islam’. Y le dirán: ‘¿Quién es este hombre que os ha sido enviado?’ Y dirá: ‘Es el Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él’. Y le preguntarán: ‘¿Qué conocimientos tienes?’ Él responde: ‘He leído el Libro de Al-lah y tuve fe y creí en él. Y la fluidez de su lengua a la hora de responder las tres preguntas es una firmeza que está recogida en las palabras de Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, (Al-lah afianza a los creyentes con la palabra firme). [Sura Ibrahim. 14.27]. Después del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Entonces, se oye una voz proveniente del cielo que dice: ‘Mi siervo ha hablado con la verdad’. Es decir, que ese siervo tenía esa creencia; y por tanto es merecedor de ser dignificado. Y por tanto, “preparadle un lecho en el Paraíso y dadle vestimenta del Paraíso y abrid para él una puerta al Paraíso”. Y el fallecido sentirá la brisa y la fragancia del Paraíso, y su tumba se ensanchará hasta donde alcance su vista. En cambio si el fallecido es una persona incrédula, el Mensajero, que la paz y las bendiciones de Al-lah, dijo: “Su alma regresará a su cuerpo; y a él vendrán dos ángeles y se sentarán junto a él, y le dirán: ‘¿Quién es tu Señor? Y él dirá: ‘¡Oh! No lo sé’. Ellos le dirán: ‘¿Cuál es tu religión?’ Él dirá: ‘¡Oh! No lo sé’. Entonces, se oye una voz proveniente del cielo que dice: ‘Ha mentido ese incrédulo’; debido a su falta de fe y su negación, que son los motivos del porqué respondió a las preguntas de aquella manera. Ya que la religión de Al-lah, Glorificado sea, y la profecía de Muhammad, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, era evidente y clara en toda la tierra, desde su oriente hasta su occidente. ‘Preparadle un lecho en el Infierno y dadle vestimenta del Infierno, y ábranle una puerta al Infierno’. Luego le llegará el calor y el viento caluroso del Infierno, y su tumba se constriñe y le aprieta hasta que sus costillas se entrelazan unas con otras. Le será asignado un ángel ciego y mudo que sujeta un martillo de hierro, que si golpeara con él una montaña, esta quedaría echa arena. Y le golpeará (con el martillo) de tal forma (que el golpe) se oirá entre oriente y occidente, excepto los humanos y los genios (que no lo oirán), y (el fallecido) se convertirá en arena. Después su alma regresará a su cuerpo, para que sufra el castigo, y continuará con ese proceso en su tumba.