المؤخر
كلمة (المؤخِّر) في اللغة اسم فاعل من التأخير، وهو نقيض التقديم،...
Narró Aisha -Allah esté complacido con ella-: "Quraish estaban preocupados por el caso de la majzumiyya que había robado, y dijeron: ¿"Quien podría hablar con el Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- sobre este asunto?". Y quien se atrevería si no Usama Ibn Zayd, que era tan querido por el Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él-. Por lo que Usama habló con él, a lo que dijo: ¿Acaso quieres interceder en uno de los castigos establecidos por Allah?". A continuación se levantó y habló a la gente: "Ciertamente lo que destruyó a los vinieron antes que ustedes es que si robaba el que tenía posición social lo dejaban sin castigo, pero si robaba el débil ejecutaban el castigo correspondiente y por Allah que si Fatima Bint Mohammad (la hija del Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él-) hubiera robado le cortaría la mano". Y en otra expresión "una mujer tomaba posesiones ajenas (sin permiso) y después lo negaba. Y el Profeta de Allah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- ordenó que se le cortara la mano".
Había una mujer de la tribu de Bani Majzum que tomaba propiedades de la gente con engaño y luego lo negaba. Una vez estafó a alguien y se encontró (el objeto) entre sus cosas, siendo que su asunto llegó al Mensajero de Allah-la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- por lo que se propuso ejecutar el castigo correspondiente, de cortar la mano a quien roba. La mujer era de una familia destacada, de conocido linaje de Quraish, por lo que Quraish se preocupó a causa de su asunto y del castigo que iba a recibir. Por eso, se reunieron para hablar sobre quien podría interceder por ella ante el Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- para que la absolviera, y vieron que no habría nadie más apropiado que Usama Ibn Zayd, puesto que era cercano y querido por el Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él-. Así pues Zayd habló con él. Entonces, el Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- se enfadó con él y le preguntó reprendiéndole: "¿Acaso quieres interceder en un castigo de los estipulados por Allah? A continuación, se levantó y comenzó a hablar a la gente para explicarles sobre la peligrosidad de este tipo de intecesiones con las que se anulan los castigos de Allah. Y como el asunto era importante para muchos de ellos, les informó de la causa de la destrucción de los que les precedieron, en su din y en esta vida: Ciertamente ejecutaban los castigos sobre los débiles y los pobres mientras que a los ricos y fuertes los dejaban exentos de castigo, por lo que se generalizó el caos entre ellos y se extendió la maldad y la corrupción. Así se hicieron merecedores de la ira de Allah y de su castigo. Después el Mensajero de Allah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- juró y él es el verídico al cual todo el mundo cree, que si su hija Fátima, la mejor de entre las mujeres, hubiera hecho eso, ejecutararía la sentencia de Allah sobre ella.