الرقيب
كلمة (الرقيب) في اللغة صفة مشبهة على وزن (فعيل) بمعنى (فاعل) أي:...
De Abu Huraira, Al-lah esté complacido con él, que dijo: “Se dijo, Oh Mensajero de Al-lah, ¿a qué equivale el yihad (combatir en una guerra justa en el nombre de Al-lah)?” Él respondió: “¡No tenéis capacidad para hacerlo!” Le repitieron la misma pregunta dos o tres veces y les respondió a todas de la misma forma: “¡No tenéis capacidad para hacerlo!” Luego dijo: “El que lucha una guerra justa en el nombre de Al-lah es igual a quien ayuna, ora el rezo nocturno y suplica en recogimiento por medio de las palabras de Al-lah. No se siente agotado ni por el ayuno ni por la oración hasta su regreso del combate en el nombre de Al-lah”. Según el relato transmitido por Bujari: un hombre le preguntó al Mensajero de Al-lah. Le dijo: indícame alguna buena acción que equivalga al yihad. El Mensajero de Al-lah le dijo: “No se me ocurre”. Luego dijo: “Cuando el combatiente parte a combatir en una guerra justa por Al-lah, ¿podrías tú ir a la mezquita a orar sin parar, y ayunar sin llegar a romper nunca el ayuno? (mientras el combatiente combate en el frente de guerra)”. El hombre le respondió: ¿Y quién podría hacerlo?”.
En este hadiz, en sus dos relatos, los Compañeros del Mensajero, Al-lah le bendiga y le dé paz, le preguntaron ¿qué tipo de buenas acciones y actos de adoración equivalen en cuanto a recompensa final al yihad (luchar en el nombre de Al-lah)? Él les respondió: “¡No tenéis capacidad para hacerlo!”, esto es, las buenas acciones equivalentes al yihad no tenéis capacidad para hacerlas. Le repitieron la misma pregunta dos o tres veces y les respondió a todas de la misma forma: “¡No tenéis capacidad para hacerlo!” Luego les aclaró que las acciones serían simultanear el ayuna, la oración nocturna y la recitación del Corán de forma ininterrumpida y sin agotarse. No hay duda de que hacerlo sería imposible para un ser humano. Por ello, el Mensajero, Al-lah le bendiga y le dé paz, les respondió a la primera pregunta: “¡No tenéis capacidad para hacerlo!” Según el relato transmitido por Bujari: que uno de los compañeros del Mensajero de Al-lah, Él le bendiga y le dé paz, le preguntó si le podía indicar alguna buena acción que equivalga a hacer la yihad. El Mensajero de Al-lah le dijo: “No se me ocurre”, esto es, no encuentro una acción que sea equivalente en gracia al combatir por una causa justa. En las dos recopilaciones reconocidas de hadices verídicos (As-sahihain) consta: “Si partes una mañana o una tarde a combatir en una guerra justa, te será mejor que toda la vida mundana (Dunia) y de cuanto hay en ella”. Luego dijo: “Cuando el combatiente parta a hacia la guerra, ¿acaso tú puedes ir a la mezquita en retiro y comenzar a orar sin parar, y a ayunar sin llegar a romper nunca el ayuno?” Si eres capaz de hacerlo, eso es lo único que podría equipararse a combatir en una guerra justa. Entonces, el hombre le respondió: ¿Y quién puede hacerlo?” Esto es, ¿quién puede entrar en retiro en la mezquita y comenzar a orar sin parar, y a ayunar sin llegar a romper nunca el ayuno? Sin duda, eso es imposible para un ser humano.