الرحمن
هذا تعريف باسم الله (الرحمن)، وفيه معناه في اللغة والاصطلاح،...
Dios y Su Mensajero están exentos de responsabilidad sobre el pacto que ustedes habían celebrado con los idólatras.
[Los que combatieron a los musulmanes en la península árabe] pueden transitar [con libertad y seguridad] por la tierra cuatro meses. Sepan que no podrán eludir a Dios, porque será Dios Quien afrente a los que se negaron a creer.
Dios y Su Mensajero anuncian a toda la gente en el día más importante de la peregrinación, que Dios ya no tiene ningún pacto con los idólatras, ni tampoco Su Mensajero. [¡Oh, idólatras!] Si se arrepienten [y abandonan la incredulidad] será mejor para ustedes, pero si se rehúsan no podrán escapar de Dios. A los que se negaron a creer anúnciales que recibirán un castigo doloroso,
excepto aquellos que no quebrantaron los pactos que ustedes celebraron con ellos ni apoyaron a nadie contra ustedes. Respeten el pacto convenido con ellos hasta su plazo acordado. Dios ama a los piadosos [que respetan los acuerdos].
Pero cuando hayan pasado los meses sagrados, maten a esos idólatras dondequiera que los encuentren, captúrenlos, sítienlos y acéchenlos en todo lugar. Pero si se arrepienten [y aceptan el Islam], cumplen con la oración prescrita y pagan el zakat, déjenlos en paz. Dios es Absolvedor, Misericordioso.
Si alguno de los idólatras te pidiera protección, dale asilo para que así recapacite y escuche la Palabra de Dios, luego [si no reflexiona] ayúdalo a alcanzar un lugar seguro. Esto es porque son gente que no sabe.
¿Cómo podrían Dios y Su Mensajero tener un pacto con los idólatras [siendo que ellos no dudaron en combatirlos]? Pero si aquellos con quienes ustedes pactaron anteriormente junto a la Mezquita Sagrada [en La Meca] cumplen lo pactado, cúmplanlo ustedes también. Dios ama a los piadosos [que respetan los pactos].
¿Cómo [podría tenerse un pacto con ellos siendo que] si obtuvieran una victoria sobre ustedes no tendrían compasión ni respetarían lazo familiar? Quieren agradarlos con sus palabras, pero sus corazones los rechazan. La mayoría de ellos son perversos.
Han cambiado los signos de Dios por un precio vil y apartan a la gente del sendero de Dios. ¡Qué pésimo es lo que hacen!
No respetan pacto ni compromiso con los creyentes. Ellos son los transgresores.
Pero si se arrepienten, cumplen con la oración prescrita y pagan el zakat, entonces [perdónenlos y sepan que ahora] son sus hermanos en la religión. Así es como explico detalladamente los preceptos a quienes los comprenden.
Si quebrantan sus juramentos después de haber celebrado un pacto y se burlan de su religión, combatan a los líderes de la incredulidad, pues ellos no respetan los pactos. Quizás así dejen de agredirlos.
¿Acaso no combatirían a quienes faltan a sus juramentos y planearon expulsar al Mensajero, y fueron ellos los que comenzaron primero [con la agresión]? ¿Acaso les temen? Sepan que Dios es más digno de que Le teman, si es que son creyentes.
Combátanlos, pues Dios los castigará a través de sus manos, los humillará, concederá a ustedes el triunfo sobre ellos y curará así los pechos de los creyentes,
removiendo la ira que hay en ellos. Dios acepta el arrepentimiento de quien quiere. Dios lo sabe todo, es Sabio.
¿Acaso creen que no se los pondrá a prueba, cuando Dios quiere que se evidencie quiénes combaten verdaderamente [por Su causa] y solo toman como aliados a Dios, a Su Mensajero y a los creyentes? Dios está bien informado de lo que hacen.
No es propio que los idólatras construyan y mantengan las mezquitas de Dios, cuando [con sus creencias y acciones] dan testimonio de su incredulidad [en Dios]. Sus obras serán en vano, y sufrirán eternamente en el Infierno.
Las mezquitas de Dios deben ser construidas y mantenidas por aquellos que creen en Él, en el Día del Juicio, cumplen con la oración, pagan el zakat, y no temen sino a Dios. Porque ellos son los que siguen la guía.
[¡Oh, incrédulos!] ¿Acaso creen que quienes proveen agua a los peregrinos y quienes se encargan del cuidado de la Mezquita Sagrada son equiparables a aquellos que creen en Dios, en el Día del Juicio y luchan por la causa de Dios? Sepan que no pueden equipararse ante Dios. Dios no guía a los opresores.
Los creyentes que emigraron y contribuyeron a la causa de Dios con sus bienes materiales y sus personas, tienen un grado muy elevado ante Dios. Ellos son los bienaventurados.
Su Señor les albricia [que serán recompensados] con Su misericordia, Su complacencia, y con jardines donde gozarán de delicias inagotables.
Vivirán en ellos por toda la eternidad. Dios les tiene reservada una recompensa grandiosa.
¡Oh, creyentes! No tomen a sus padres y hermanos como aliados si estos prefieren la incredulidad a la fe; quien de ustedes los tome a ellos por aliados será de los opresores.
Diles [¡oh, Mujámmad!]: "Si sus padres, hijos, hermanos, cónyuges y familiares, los bienes materiales que hayan adquirido, los negocios que teman perder, y las propiedades que posean y les agraden, son más amados para ustedes que Dios, Su Mensajero y la lucha por Su causa, esperen que les sobrevenga el castigo de Dios [que pronto llegará]. Dios no guía a los corruptos.
[Recuerden que] Dios los socorrió en muchas ocasiones, como el día de [la batalla de] Hunain, cuando ustedes se vanagloriaban de su superioridad numérica, pero de nada les valió y les resultó estrecha la Tierra [para escapar cuando los atacaron los idólatras] a pesar de su vastedad, y huyeron.
Pero Dios hizo descender el sosiego sobre Su Mensajero y sobre los creyentes, e hizo descender tropas [de ángeles] que ustedes no pudieron ver y castigó a los que se negaban a creer [con una derrota]. Así es como Dios castiga a los que se niegan a creer.
Luego, Dios perdonó a quienes se arrepintieron [y abrazaron el Islam]. Dios es Absolvedor, Misericordioso.
¡Oh, creyentes! Los idólatras son impuros, que no se acerquen a la Mezquita Sagrada después de este año. No teman padecer por ello pobreza o necesidad alguna, que si Dios quiere los proveerá con Su gracia. Dios todo lo sabe, es Sabio.
Luchen contra quienes no creen en Dios ni en el Día del Juicio, no respetan lo que Dios y Su Mensajero han vedado y no siguen la verdadera religión [el Islam] de entre aquellos de la Gente del Libro [que los hayan agredido], a menos que acepten pagar un impuesto con humildad.
Dicen [algunos] judíos: "‘Uzeir es el hijo de Dios", y los cristianos dicen: "El Mesías es el hijo de Dios". Estas son solo palabras [sin fundamento] que salen de sus bocas, asemejándose por ello a los incrédulos que los precedieron. ¡Que Dios los destruya! ¡Cómo pueden ser tan desviados!
Tomaron [los judíos] a sus rabinos y [los cristianos] a sus monjes y al Mesías, hijo de María, por divinidades en lugar de Dios. Pero solo se les había ordenado [en la Tora y el Evangelio] adorar a Dios, la única divinidad. No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él. ¡Glorificado sea! ¡Cómo pueden dedicar actos de adoración a otros!
Pretenden extinguir la luz de Dios con sus palabras, pero Dios hará que Su luz prevalezca aunque esto desagrade a los que se niegan a creer.
Él es Quien envió a Su Mensajero con la guía y la religión verdadera para que llegue a prevalecer sobre toda religión [falsa], aunque esto disguste a los idólatras.
¡Oh, creyentes! Muchos de los rabinos y monjes se apropian del dinero ajeno sin derecho, y desvían [a la gente] del sendero de Dios. A aquellos que atesoren el oro y la plata y no contribuyan por la causa de Dios, anúnciales un castigo doloroso.
El Día del Juicio, lo que atesoraron se tornará incandescente por el fuego del Infierno, y sus frentes, sus costados y sus espaldas serán marcados con ello. [Se les dirá:] "Esto es lo que atesoraron, sufran ahora su castigo".
El número de meses para Dios es doce, porque así Él lo decretó el día que creó los cielos y la Tierra. De ellos, cuatro son sagrados. Así es en la religión verdadera. No obren en contra de ustedes mismos durante estos meses. Combatan a los idólatras tal como ellos los combaten a ustedes, y sepan que Dios está con los piadosos.
Cambiar los meses sagrados es acrecentar aún más la incredulidad. Así se extraviaron los que se negaron a creer, unos años lo declaraban [al combate] lícito durante determinados meses, mientras que otros años lo declaraban ilícito [durante esos mismos meses], pero siempre hacían que el número de meses sagrados fuera cuatro para que de esta manera coincidiera con el número de meses que Dios había decretado que fueran sagrados. Declaraban lícito lo que Dios había prohibido. [El demonio] les hizo ver sus malas obras como buenas. Sepan que Dios no guía a la gente que se niega a creer.
¡Oh, creyentes! ¿Por qué cuando se los convoca a combatir por la causa de Dios, responden con desgano? ¿Acaso prefieren la vida mundanal a la otra? Los placeres mundanos son insignificantes respecto a los de la otra vida.
Si no responden al llamado a combatir los azotará un castigo doloroso, y Dios los sustituirá por otro pueblo [que socorrerá al Profeta y combatirá por Su causa]. Sepan que no perjudicarán a Dios en nada [si se niegan a combatir]. Dios tiene poder sobre todas las cosas.
Si no lo socorren [al Mensajero], sepan que Dios [no necesita de ustedes, pues ya] lo auxilió aquella vez que los incrédulos lo expulsaron [de La Meca], cuando estando en la caverna con su compañero [Abu Bakr], le dijo: "No te entristezcas, pues Dios está con nosotros". Entonces, Dios hizo descender Su sosiego sobre él [Abu Bakr], los socorrió con un ejército [de ángeles] que ellos no veían, y dispuso que la palabra de los incrédulos se desvaneciera, y que la palabra de Dios sea la que prevalezca. Dios es Poderoso, Sabio.
Salgan a combatir, sea que tengan una situación fácil o difícil. Contribuyan por la causa de Dios con sus bienes y luchen, porque es lo mejor para ustedes, si supieran.
Si hubiera sido por algo mundano fácil de conseguir o un viaje breve, te habrían seguido, pero la distancia [en la batalla de Tabuk] era muy larga [y por ello se negaron a salir a combatir]. Juraron por Dios que si hubieran podido, habrían salido con ustedes. Se destruyeron a sí mismos [con sus excusas falsas], pero Dios sabe que mienten.
¡Que Dios te disculpe [¡oh, Mujámmad!]! ¿Por qué los has eximido sin antes corroborar quiénes decían la verdad y quiénes estaban mintiendo?
En cambio, aquellos que creen en Dios y en el Día del Juicio no se excusan para que los eximas de la obligación de contribuir con sus bienes materiales y combatir. Dios sabe bien quiénes son los piadosos.
Los que te presentan excusas para no alistarse [en el ejército] no creen en Dios ni en el Día del Juicio, sus corazones están llenos de dudas, y por sus dudas vacilan.
Si [los hipócritas] hubieran querido realmente combatir, se habrían preparado para tal fin; pero Dios no quiso que salieran [con ustedes] y les infundió desgano, y se les dijo: "Permanezcan con quienes se quedan [por estar verdaderamente eximidos]".
Si hubieran salido a combatir, los habrían confundido sembrando la discordia, pues entre ustedes hay quienes prestan oído a lo que dicen, pero Dios conoce bien a los injustos.
Ya antes pretendieron sembrar la sedición [cuando arribaste a Medina, ¡oh, Mujámmad!] creando conflictos [entre los creyentes], hasta que la verdad fue revelada y se hizo manifiesta la voluntad de Dios, a pesar de que ellos lo detestaban.
Entre los hipócritas hubo quien te dijo: "[¡Oh, Mujámmad!] Permíteme quedarme y no me expongas a la tentación". ¿Acaso no cayeron en la tentación [del demonio al negarse a combatir]? El Infierno rodeará a los que se niegan a creer.
Si obtienes un éxito se disgustan, pero si recibes un revés dicen: "Ya habíamos tomado nuestras precauciones", y se marchan alegres.
Diles [¡oh, Mujámmad!]: "Solo nos sucede lo que Dios decretó para nosotros. Él es nuestro Protector, y a Dios se encomiendan los creyentes".
Diles [a los hipócritas]: "Sepan que solo puede sucedernos una de dos cosas buenas, en cambio a ustedes, o bien Dios les enviará un castigo o hará que nosotros los derrotemos. Aguarden su destino, que nosotros aguardamos el nuestro".
Diles: "[¡Oh, hipócritas!] Lo que donen, de buena voluntad o por compromiso, no les será aceptado, porque son gente perversa".
Sepan que sus donaciones no son aceptadas porque no creen en Dios ni en Su Mensajero. Ellos realizan la oración con desgano y hacen donaciones con desgano.
Que no te maravillen [¡oh, Mujámmad!] sus bienes materiales ni sus hijos, porque Dios decretó que les sirvan de sufrimiento en esta vida, y que sus almas mueran mientras están hundidos en la incredulidad.
Les juran a ustedes por Dios que son de los suyos, cuando en realidad no lo son, solo actúan por temor:
Si encontraran un refugio, una caverna o algún escondite, se dirigirían hacia allí presurosamente [para ocultarse y no combatir].
De entre ellos hay quienes te critican por cómo repartes las caridades [¡oh, Mujámmad!]. Si les das de ellas [todo lo que pretenden] quedan satisfechos, pero si no lo haces se molestan.
[Sería mejor para ellos] que se conformaran con el reparto de Dios y Su Mensajero, y dijeran: "Nos basta con Dios, y Dios nos concederá de Su favor y [repartirá entre nosotros] Su Mensajero. De Dios anhelamos que nos conceda bendiciones".
El zakat debe ser distribuido entre los pobres, los menesterosos, los que trabajan en su recaudación y distribución, aquellos de los que se desea ganar sus corazones, la liberación de los prisioneros, los endeudados, la causa de Dios y el viajero insolvente. Esto es un deber prescrito por Dios, y Dios lo sabe todo, es Sabio.
Entre ellos hay [hipócritas] quienes critican al Profeta y dicen: "Escucha todo lo que le dicen", pero ello es para su bien. Él cree en Dios, confía en [la palabra de] los creyentes y es una misericordia para quienes de ustedes [realmente] han llegado a creer. Quienes calumnien al Mensajero de Dios recibirán un castigo doloroso.
[Un grupo de hipócritas] les juran por Dios con el fin de que ustedes se complazcan con ellos. Pero es de Dios y Su Mensajero de quienes deberían buscar su complacencia, si es que realmente son creyentes.
¿No saben acaso que quien se enfrente a Dios y a Su Mensajero estará perpetuamente en el fuego del Infierno? Esa es la humillación más terrible.
Los hipócritas temían que un capítulo [del Corán] como este fuera revelado y pusiera en evidencia lo que [realmente] hay en sus corazones. Diles [¡oh, Mujámmad!]: "Búrlense [de la religión], que Dios pondrá al descubierto lo que tanto temen".
Pero si les preguntas, te dicen: "Solo bromeábamos y nos entreteníamos". Diles: "¿Acaso se burlaban de Dios, de Sus preceptos y de Su Mensajero?
No se excusen, han demostrado ahora su incredulidad a pesar de haber expresado su testimonio de fe anteriormente". Perdonaré a un grupo de ustedes, pero castigaré a otro grupo por haber sido transgresor.
Los hipócritas y las hipócritas son aliados unos de otros, incitan al mal y prohíben hacer el bien, y se niegan a hacer caridades. Se olvidaron de Dios y por eso Él se olvidó de ellos [dejándolos fuera de Su misericordia]. Los hipócritas están en el desvío.
Dios ha prometido a los hipócritas, a las hipócritas y a los que se niegan a creer que serán castigados con el fuego del Infierno donde sufrirán eternamente; eso será suficiente [castigo] para ellos. Dios los maldecirá y recibirán un castigo incesante.
De la misma manera Dios castigó a otros pueblos del pasado que eran más fuertes que ustedes, tenían más riquezas y más hijos, y disfrutaban de lo que Dios les había concedido. Ahora ustedes disfrutan [de lo que Dios les concedió], pero se sumergen en la injusticia tal como ellos lo hicieron. Sus obras no les servirán en esta vida ni en la otra. Ellos son los verdaderos perdedores.
¿Acaso no les fueron relatadas las historias de otros pueblos del pasado, como el pueblo de Noé, ‘Ad, Zamud, el pueblo de Abraham, la gente de Madián y las dos ciudades que fueron destruidas? Se les presentaron sus Mensajeros con las pruebas evidentes [pero los rechazaron]. Dios no fue injusto con ellos [al castigarlos], sino que ellos fueron injustos consigo mismos.
Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien y prohíben el mal, cumplen con la oración prescrita, pagan el zakat y obedecen a Dios y a Su Mensajero. De ellos Dios tendrá misericordia. Dios es Poderoso, Sabio.
A los creyentes y a las creyentes Dios prometió jardines [en el Paraíso] por donde corren ríos, en los que disfrutarán por toda la eternidad, y hermosas moradas en los jardines del Edén. Pero alcanzar la complacencia de Dios es aún superior. ¡Ese es el éxito grandioso!
¡Oh, Profeta! Lucha contra los incrédulos y los hipócritas [que te ataquen], y sé severo con ellos. Su morada será el Infierno. ¡Qué pésimo destino!
[Los hipócritas] juran por Dios que no dijeron nada [en contra de la religión de Dios y de Su Mensajero], y he aquí que sí dijeron palabras que evidenciaban su incredulidad, y así renegaron después de haber aceptado el Islam [exteriormente]. También se complotaron para algo que finalmente no pudieron conseguir. ¡Y nada pueden objetar [a la Fe] excepto que Dios los ha enriquecido y [ha hecho que] Su Mensajero [los enriquezca] de Su favor! Mejor sería que se arrepintieran, porque si no lo hacen, Dios les infligirá un castigo doloroso en esta vida y en la otra, y no tendrán en la Tierra protector ni defensor alguno.
Entre ellos hay quienes hacen una promesa a Dios diciendo: "Si Dios nos agracia haremos caridades y seremos de los virtuosos".
Pero cuando Dios los bendijo con bienes materiales, se mostraron avaros y le dieron la espalda con desdén.
Dios les infundió la hipocresía en sus corazones, que perdurará hasta el día en que se encontrarán con Él. Eso fue por no cumplir su promesa con Dios y por haber mentido.
¿Acaso no saben que Dios conoce sus intenciones y sus conspiraciones? Dios conoce bien lo oculto.
Ellos critican a los creyentes que hacen obras voluntarias dando donaciones generosas, y se burlan también de quienes no encuentran qué dar, salvo con un gran esfuerzo. Dios los pondrá a ellos en ridículo y recibirán un castigo doloroso.
Es igual [¡oh, Mujámmad!] que pidas perdón por ellos o que no lo hagas. Aunque pidieras perdón por ellos setenta veces, Dios no los perdonaría, porque no creyeron en Dios ni en Su Mensajero, y Dios no guía a los perversos.
Los que no participaron [en la batalla de Tabuk] se alegraron por rezagarse contrariando las órdenes del Mensajero. Se negaron a contribuir y luchar por la causa de Dios, y dijeron: "No marchen [a combatir] con este calor". Diles [¡oh, Mujámmad!]: "El calor del fuego del Infierno es más intenso aún". Si comprendieran.
Que rían un poco [en este mundo], porque llorarán mucho [en el Infierno] como retribución por lo que cometieron.
Si Dios te trae nuevamente [luego de la batalla de Tabuk] ante un grupo de ellos [los hipócritas], y ellos te piden permiso para salir a combatir [en otra batalla], diles: "No marcharán ni combatirán conmigo contra un enemigo jamás, porque se complacieron en rezagarse la primera vez; quédense entonces con los que se rezagan".
Cuando alguno de ellos muera, no ores ni te detengas junto a su tumba [para rogar por él], porque no creyeron en Dios ni en Su Mensajero, y murieron en la desobediencia [a Dios].
Que no te maravillen sus bienes materiales ni sus hijos, pues Dios quiso castigarlos con ellos en esta vida, y que mueran [hundiéndose] en la incredulidad.
Cuando es revelado un capítulo [del Corán] en el que se les ordena creer en Dios y combatir junto al Mensajero, los que están en condiciones de ir se excusan diciéndote: "Permítenos quedarnos con los eximidos".
Por haber preferido quedarse con los eximidos, Dios bloqueó sus corazones y no pueden discernir.
El Mensajero y quienes creen en él luchan con sus bienes materiales y sus personas. Ellos recibirán las bondades [en esta vida y en la otra], y serán quienes [finalmente] triunfen.
Dios tiene reservado para ellos jardines [en el Paraíso] por donde corren ríos, donde morarán por toda la eternidad. Ese es el triunfo grandioso.
Se presentaron algunos beduinos [ante ti, ¡oh, Mujámmad!] pidiéndote permiso para no ir a luchar sin excusa válida, pero los [hipócritas] que mintieron a Dios y a Su Mensajero se quedaron sin excusarse siquiera. A estos incrédulos Dios les infligirá un castigo doloroso.
Los débiles, los enfermos y los que carecen de recursos no tienen nada que reprocharse por no poder salir [a combatir], si son sinceros con Dios y Su Mensajero. A los que hacen el bien no hay motivo para censurarlos si en algún momento no pueden hacerlo. Dios es Absolvedor, Misericordioso.
Tampoco deben ser reprochados aquellos que cuando se presentaron ante ti [¡oh, Mujámmad!] para que les proveyeras de montura [y así poder combatir por la causa de Dios], les informaste que no contabas con ninguna cabalgadura para ellos, y entonces se retiraron con los ojos inundados de lágrimas, tristes por no poder contribuir [a la causa de Dios].
Los que deben ser censurados son aquellos [hipócritas] que te pidieron permiso para rezagarse [sin excusa válida y no contribuyeron ni siquiera con sus bienes materiales] a pesar de ser ricos. Ellos prefirieron quedarse con los eximidos, y por ello Dios bloqueó sus corazones y no pueden discernir.
Pretendieron excusarse cuando ustedes regresaron a ellos [de la batalla]; ahora diles [¡oh, Mujámmad!]: "No se excusen, pues no les creeremos, Dios ya nos informó sobre ustedes". Dios y luego Su Mensajero observarán lo que hacen [y ello dejará al descubierto si son sinceros o no], finalmente comparecerán ante el Conocedor de lo oculto y lo manifiesto, que les revelará lo que solían hacer.
Cuando ustedes retornaron [después de la batalla], ellos les juraron por Dios [que no pudieron acompañarlos] para que los excusaran; pero apártense de ellos, pues son gente repugnante. En pago por cuanto cometieron, su morada será el Infierno.
Les juran por Dios para que se conformen con ellos; pero aunque ustedes se complacieran con ellos, sepan que Dios no Se complace con los corruptos.
Algunos beduinos son más incrédulos e hipócritas [que los habitantes de las ciudades], y es más probable que no conozcan los preceptos que Dios reveló a Su Mensajero. Dios todo lo sabe, es Sabio.
Entre los beduinos hay quienes consideran que toda donación es una pérdida, y esperan que ustedes sean azotados por un infortunio [para librarse de tener que hacer una contribución]. ¡Que los azote a ellos un infortunio! Dios todo lo oye, todo lo sabe.
Pero también hay entre los beduinos quienes creen en Dios y en el Día del Juicio, y hacen caridades anhelando acercarse más a Dios y merecer las súplicas del Mensajero. Así es como lograrán estar más próximos a Dios. Él los introducirá en Su misericordia. Dios es Absolvedor, Misericordioso.
Dios se complace con los primeros que aceptaron el Islam y emigraron [a Medina], se complace con aquellos que los socorrieron, y con todos los que sigan su ejemplo [en la fe y las buenas obras], y todos ellos se complacen con Dios. Él les ha reservado jardines por donde corren ríos, donde morarán por toda la eternidad. Ese es el triunfo grandioso.
Entre la gente de Medina y los beduinos que habitan a su alrededor hay hipócritas. Estos persisten en la hipocresía, tú no los conoces [¡oh, Mujámmad!], pero Yo sí los conozco. Los castigaré dos veces [una en esta vida con adversidades y la otra en la tumba], luego [el Día del Juicio] sufrirán un terrible castigo.
Otros, en cambio, reconocen sus pecados [y se arrepienten], pues realizaron obras malas que empañaron sus obras buenas. A estos Dios les aceptará su arrepentimiento, porque Dios es Absolvedor, Misericordioso.
[¡Oh, Mujámmad!] Toma una parte de sus bienes materiales [como zakat] para expurgarles [con ello sus pecados] y purificarlos [de la avaricia], y ruega por ellos, que tus súplicas les transmiten paz. Dios todo lo oye, todo lo sabe.
¿Acaso no saben que Dios acepta el arrepentimiento de Sus siervos y sus caridades [y les multiplica su recompensa por ellas]? Dios es el Indulgente, el Misericordioso.
Diles [¡oh, Mujámmad!, a los hipócritas]: "Obren como quieran, pero sepan que Dios, Su Mensajero y los creyentes verán sus obras". Luego comparecerán ante el Conocedor de lo oculto y lo manifiesto, y Él les informará lo que cometieron.
Otros esperan el designio de Dios, Quien los castigará [si no se arrepienten] o los perdonará [si lo hacen]. Dios lo sabe todo, es Sabio.
Quienes [de los hipócritas] construyeron una mezquita para hacer daño, difundir la incredulidad, sembrar la discordia entre los creyentes y dar refugio a quienes combaten a Dios y a Su Mensajero, desde hace tiempo juran que la construyeron para hacer un acto de beneficencia, pero Dios atestigua que mienten.
No ores [¡oh, Mujámmad!] en ella nunca, y sabe que una mezquita construida con piedad desde el primer día es más digna de que ores en ella, pues allí hay gente que desea purificarse, y Dios ama a quienes se purifican.
¿Acaso no es mejor quien construye sobre la base de la piedad y la complacencia de Dios que quien construye sobre un acantilado arenoso a punto de desplomarse, que pronto precipitará a sus constructores al Infierno? Dios no guía a los opresores.
La mezquita que construyeron no dejará de sembrar dudas e hipocresía [entre los incrédulos] hasta que sus corazones se detengan. Dios lo sabe todo, es Sabio.
Dios ha comprado a los creyentes, a cambio del Paraíso, sus vidas y sus bienes materiales que ofrecen por la causa de Dios hasta vencer o morir. Esta es una promesa verdadera que está mencionada en la Tora, el Evangelio y el Corán. ¿Quién es más fiel a su promesa que Dios? Bienaventurados sean por ofrecer [sus placeres mundanos] para comprar [los placeres de la otra vida]. Ese es el triunfo grandioso.
[El triunfo es de quienes] se arrepienten [ante Dios], Lo adoran, Lo alaban, ayunan, se inclinan y se prosternan [en las oraciones], ordenan el bien y prohíben el mal, y respetan los preceptos [de Dios]. ¡Albricia a los creyentes!
No corresponde que el Profeta ni los creyentes pidan perdón por los idólatras aunque se trate de sus parientes, una vez que se haga evidente que serán de la gente del Infierno.
Abraham solo pidió perdón por su padre porque se lo había prometido, pero cuando se dio cuenta de que era un enemigo de Dios, se desentendió de él. Abraham era manso de corazón y paciente.
Dios no desviaría a un pueblo luego de haberlo guiado, sin antes haberles transmitido Sus preceptos. Dios es Conocedor de todas las cosas.
A Dios pertenece el reino de los cielos y de la Tierra, Él da la vida y la muerte, y no tienen fuera de Dios protector ni defensor alguno.
Dios perdonó al Profeta, a los creyentes que habían emigrado y a quienes los socorrieron, cuando lo siguieron en los momentos difíciles [de la expedición a Tabuk], y aceptó el arrepentimiento de aquellos cuyos corazones estuvieron a punto de desviarse [al ausentarse de la expedición]. Él es Compasivo y Misericordioso con Sus siervos.
También aceptó el arrepentimiento de los tres que se rezagaron [de la expedición]. A estos les resultó estrecha la Tierra a pesar de su vastedad [por la vergüenza que sentían], estaban acongojados y finalmente comprendieron que no tenían más refugio que Dios. Luego [de un tiempo] Él les aceptó su arrepentimiento para que regresaran [a Dios]. Dios es el Indulgente, el Misericordioso.
¡Oh, creyentes! Tengan temor de Dios y permanezcan junto a los que dicen siempre la verdad.
La gente de Medina y los beduinos que habitan a su alrededor no debían negarse a combatir con el Mensajero de Dios [si eran convocados] ni preferir sus propias vidas a la de él, ya que les es registrada una buena obra cada vez que sufren sed, cansancio y hambre mientras luchan por la causa de Dios, y cuando pisan terreno que enfurezca a los incrédulos, cuando los alcanza alguna hostilidad de los enemigos. Dios no deja que se pierda la recompensa de los que hacen el bien.
Cuando contribuyen mucho o poco, o atraviesan un valle, les es registrada [una buena obra]. Así Dios los recompensa más de lo que han hecho.
No deben salir a combatir todos los creyentes en una expedición. Que de cada región, algunos se queden para estudiar la religión y así puedan exhortar a su gente cuando regresen, para que de este modo se preserve [el conocimiento].
¡Oh, creyentes! Combatan a aquellos incrédulos enemigos que habitan a su alrededor [y los combaten], que comprueben su severidad. Dios está con los piadosos.
Cuando un capítulo [del Corán] es revelado, hay entre ellos quienes dicen: "¿A quién le aumenta su fe?" Mientras que a los verdaderos creyentes sí les aumenta la fe, y se alegran por eso.
En cambio, a aquellos cuyos corazones están enfermos [de hipocresía], este [nuevo capítulo] les aumenta maldad a la maldad [espiritual] que ya tienen, y mueren negando la verdad.
¿Acaso no ven que son puestos a prueba cada año una o dos veces? Pero aun así no se arrepienten ni reflexionan.
Cuando un capítulo [del Corán] es revelado, [los hipócritas] se miran entre sí [y susurran]: "¿Acaso alguien puede ver [lo que hay en nuestros corazones]?", y se alejan. Pero Dios ha alejado sus corazones [de la verdad] porque son gente que no la comprenden.
Se les ha presentado un Mensajero de entre ustedes mismos que se apena por sus adversidades, se preocupa y desea que alcancen el bien [e ingresen al Paraíso]; es compasivo y misericordioso con los creyentes.
[¡Oh, Mujámmad!] Si rechazan [el Mensaje] diles: "Me es suficiente con Dios, no hay otra divinidad salvo Él, a Él me encomiendo y Él es el Señor del Trono grandioso".