الله
أسماء الله الحسنى وصفاته أصل الإيمان، وهي نوع من أنواع التوحيد...
Narró Aisha -Al-lah esté complacido con ella-: “Vino el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- y encontró que las puertas de las casas de sus compañeros estaban conectadas al interior de la mezquita. Entonces dijo: ‘Cambien las puertas de estas casas hacia otra dirección que no sea la de la mezquita’. Luego el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- entró en el interior, pero sus compañeros no habían hecho nada, anhelando que descienda en la revelación un permiso para no cambiar la dirección de sus puertas. Un tiempo después, el Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- salió de nuevo y les dijo: "Cambien las puertas de estas casas hacia otra dirección que no sea la de la mezquita, puesto que no permito entrar en la mezquita a quien esté menstruando o en estado de impureza mayor por haber tenido actividad sexual".
Las puertas de las casas de los compañeros del Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- se abrían hacia el interior de la mezquita, de modo que ellos salían y entraban a sus casas pasando por la mezquita. Así que, El Mensajero de Al-lah -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- les dijo: “Cambien las puertas de estas casas hacia otra dirección que no sea la de la mezquita”, esto es, cambiar las puertas hacia otro lado para que al entrar y salir de sus casas no tengan que atravesar la mezquita, sino que vayan por otro camino que no sea un área de la mezquita. “Luego el Profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- entró en el interior, “pero sus compañeros no habían hecho nada, anhelando que descienda en la revelación un permiso para no cambiar la dirección de sus puertas”. Y al ver que sus compañeros -Al-lah esté complacido con ellos- no llevaron a cabo su orden, les reafirmó lo que les había dicho: “Cambien las puertas de estas casas hacia otra dirección que no sea la de la mezquita”, y añadió: “… puesto que no permito entrar en la mezquita a quien esté menstruando o en estado de impureza mayor por haber tenido actividad sexual". De este hadiz se extrae la prohibición de entrar a la mezquita con el objetivo de permanecer en ella, de pasar únicamente o de entrar por alguna otra necesidad sin quedarse (para las personas que están en estado de impureza mayor). No obstante, entrar en la mezquita por alguna necesidad está permitido, como por ejemplo entrar para retirar un libro o preguntar por alguien sin permanecer en ella. Si la mujer menstruante teme ensuciar la mezquita al pasar, no le está permitido entrar. La prueba de que está permitido pasar y entrar por un motivo (diferente al rezo) la encontramos en Su Palabra, Enaltecido sea: “¡Oh ustedes que han creído! No se acerquen a la oración si están bajo el efecto de embriagantes (o narcóticos) hasta que sepan lo que están diciendo y tampoco hagan la oración si están impuros hasta que se hayan bañado. Excepto quien necesita pasar por la mezquita”. [Corán, 4: 43].